“Nuestros buques insignia han sufrido. Todos los sectores, excepto algunos muy concretos, han sufrido y lo hemos padecido. Lo que tenemos que pensar es si le pasa algo a nuestras empresas y la respuesta es que no”.

Así de rotundo se mostró Tomás Pintó, el director de renta variable internacional de Bestinver, durante la XXI conferencia anual que este jueves celebró la gestora de Acciona.

Dirigiéndose al público, también señaló que el equipo de la firma es consciente “de su frustración con el comportamiento de los fondos”.

“No estamos satisfechos con la rentabilidad de los fondos de renta variable internacional en estos últimos meses" aseguró Pinto y añadió que "todo lo que hagamos ahora dependerá la rentabilidad que le podamos ofrecer en los próximos años”.

Bestinfond

Su producto de renta variable global, Bestinfond, se deja desde principios de año un 10,7%, en tanto que el de renta fija, el Bestinver Renta, obtiene una rentabilidad negativa del 7%.

Sobre el Bestinfond, Pintó aseguró que el mercado reconocerá el incremento del valor de la cartera, “que es solvente y con una valoración atractiva, mucho más barata que el mercado".

En Bestinver esperan doblar su capital en los próximos años gracias a compañías cuyos negocios son fundamentales “en nuestro día a día”.

Los valores industriales son los que tienen un mayor peso en la cartera de Bestinfond, con un 39% del total. De este porcentaje, destaca un 8% en energéticas, un 6,2% en automóvil y un 5,8% en cementeras.

Pintó asemejó el fondo a una empresa y defendió que “va a tener un crecimiento muy visible y sostenible en el tiempo y nos va a dar una remuneración atractiva con una solidez importante”.

Frente a las caídas de los fondos internacionales, su apuesta por la bolsa española y portuguesa, el Bestinver Bolsa, avaza un 2,7%.

Bestinver Bolsa

El porfolio está formado por entre 20 y 25 valores de España y Portugal, unos mercados donde "hay que hilar muy fino", ha destacado Ricardo Seixas, director de renta variable ibérica de Bestinver.

Asimismo, resaltó los factores que se suelen esgrimir para explicar el mal comportamiento del mercado nacional, como el elevado peso de los bancos, la exposición a Latinoamérica o la presencia de pequeñas compañías con poca liquidez.