En 2018, el banco naranja ya integró Bankinter Securities, su sociedad de valores. Ahora ha hecho lo propio con el capital riesgo, si bien la gestora de activos privados sigue existiendo a día de hoy a nivel societario.

“El banco asume capital riesgo por razones de eficiencia y simplificación de estructura”, argumenta el grupo bancario.

Desde el grupo aseguran que Bankinter Capital Riesgo, que realiza inversiones en empresas no cotizadas con importes que van desde los 100.000 euros hasta los seis millones de euros, “continúa explorando oportunidades de inversión en su ámbito”.

La gestora Bankinter Capital Riesgo inició su actividad en 2004. Junto con la Fundación Innovación Bankinter, desarrolla un programa de inversión de venture capital en start-ups con base tecnológica, preferentemente en España, Portugal e Irlanda. Según el anuario de Ascri, el año pasado realizó una sola inversión.

Inversión en 41 ‘start-ups’

Este área no lanza productos para clientes, sino que invierte en la toma de participaciones de start-ups en fase semilla, hasta serie A. Esto significa que son participaciones de un volumen inferior al millón de euros en cada operación.

Rosario Ruiz, la primera ejecutiva de la gestora, continúa en primera línea dentro del área de capital riesgo, un negocio que, por otro lado, lidera desde hace varios años con una visión más global y transversal Juan Moreno, que también ostenta la dirección de la Fundación Innovación Bankinter. Desde su lanzamiento en 2013, el programa específico de coinversión entre el capital riesgo y la fundación de Bankinter ha invertido en 41 start-ups de España.

Ejemplo de Sabadell

El movimiento de Bankinter no cae en saco roto dentro del sector bancario. Simplificaciones de estructura similares se vienen viendo en otras entidades. Por ejemplo, Banco Sabadell ha vendido gran parte de su participación accionarial en Aurica Capital, gestora de capital expansión con 200 millones de euros donde sus tres gestores principales (Ferran Conti, Ramón Mas e Iván Plaza) han adquirido una participación mayoritaria en la firma a través de una operación de management buyout (MBO). El banco catalán retiene una participación minoritaria y seguirá contribuyendo a la originación de operaciones y a la atracción de inversores.