El equipo de gestión patrimonial de EBN Banco cumple su primer año en funcionamiento, un tiempo en el que las carteras de inversión de la entidad han superado los 150 millones de euros y, pese a la crisis del coronavirus, han batido por goleada al mercado. Para este año, van cargadas de small caps y mercados emergentes, sus dos grandes apuestas para repetir éxito.

Aunque el banco privado y de negocios creó estas carteras de asesoramiento y gestión discrecional en 2017, fue en 2020 cuando reforzó su proyecto al incorporar a los gestores patrimoniales Ruth Martín y Daniel Olea y, posteriormente, a Jesús Moreno, todos procedentes de atl Capital.

Con ellos, las carteras de banca privada han subido un escalón. La prueba es que el año pasado la cartera conservadora, que subió un 4,80%, sacó un 3,4% de diferencia a la media de su categoría. En todos los perfiles de riesgo, EBN Banco venció a sus competidores por amplio margen: 2,97% en la cartera moderada; 1,27% en la cartera dinámica, y 1,77% en la cartera agresiva. La última, por ejemplo, se revalorizó un 6,71%.

Ruth Martín. EBN Banco.

Martín y Olea resumen en una entrevista con Invertia sus dos principales aciertos: "En los perfiles más conservadores, hicimos una buena selección de productos. Nos funcionaron especialmente bien los fondos Jupiter Dynamic Bond y Flossbach von Storch Bond Opportunities. En los perfiles más dinámicos, acertamos en tener gran parte de la divisa cubierta, porque el euro se revalorizó frente al resto".

Para el ejercicio que acaba de comenzar, en las carteras más dinámicas "vamos más cargados de pequeñas y medianas compañías" y, en el perfil agresivo, "tenemos muchos emergentes, sobre todo de Asia". Destaca su apuesta por el fondo Templeton Asian Smaller Companies. En el lado de menos riesgo, utilizan el fondo Dunas Valor Prudente como cuasi liquidez.

Sin España

Sin embargo, recelan de invertir en España. "El español no es el Gobierno más promercado que se diga", lo que les hace desconfiar. "Preferimos coger el riesgo España vía fondos de Europa", se sinceran.

La mayor profesionalización de estas carteras se ha dejado notar en sus resultados, así como el agnosticismo de sus responsables. "El mercado está por las dicotomías: value frente a growth, gestión activa o pasiva... Pero nosotros optamos por lo mejor de cada segmento", aseveran. Además, por política interna de la casa, se han autoimpuesto el límite del 25% máximo por sector: "Quizá a corto plazo nos hace perder un poco de rentabilidad, pero a medio y largo plazo nos da más tranquilidad y diversificación real".

Daniel Olea. EBN Banco.

Cuando todo el mundo se tira a por los valores y tendencias de moda, EBN Banco se lo piensa dos veces. "Nos gustan las temáticas, pero no a cualquier precio", advierten. Como explica Olea, está entrando mucho dinero en compañías como Cellnex, la cual, sin embargo, está ampliando capital y tiene mucha deuda, algo que no les convence.

Los grandes flujos de dinero también están haciendo que las energías renovables se pongan muy caras en valoración. Esta temática prefieren abordarla mediante mineras, dado que sus materiales son los que se emplean para construir las placas solares o en la nueva movilidad, en general.

Cifras de EBN

Las carteras de asesoramiento financiero de EBN Banco se pueden contratar desde los 300.000 euros y están hechas a medida, mientras que las carteras de gestión discrecional tienen un mínimo de 100.000 y albergan cuatro perfiles de riesgo distintos. Martín aclara que, en estos momentos, el patrimonio total se reparte más o menos a la mitad y que su cliente medio tiene entre 350.000 y 400.000 euros.

La firma se ha declarado independiente bajo MiFID II, por lo que no incluyen productos propios; utilizan las clases limpias -sin retrocesión- de los fondos que meten en cartera y cada asesor da servicio a poco más de 50 clientes, lo que da una mayor personalización a la relación banco-cliente.

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