¿Cómo era tener un móvil en los años 90?

30 junio, 2019 06:00

Emilio-blogger

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Si hay un verdadero protagonista de los años 90 en lo referente al mundo de la telefonía móvil, sin duda es Nokia quien dominó con puño de hierro la década. Para hacernos una idea del poder del fabricante finlandés, seis de cada diez móviles que se vendían en dicha década pertenecían al fabricante nórdico, que en el año 2000 contaba con más de 400 millones de clientes.

Nokia ha sido protagonista de algunos de los grandes hitos de la telefonía móvil en la "década prodigiosa" de los 90:

En 1992, el Nokia 1011 se convertía en el primer móvil con soporte para el estándar GSM, que a día de hoy, todavía utilizamos.
En 1999 llegaba al mercado uno de los móviles más emblemáticos de la historia, el Nokia 3210. Con 160 millones de unidades vendidas es el segundo móvil más vendido de la historia.

Pero vayamos al grano, ¿cómo era tener un móvil en los años 90? ¿Qué diferencias había entre un móvil en dicha década y nuestros actuales smartphones?

Politonos

Olvídate de los tonos en formato MP3 o el "Despacito" de Luis Fonsi" sonando en tu smartphone cuando recibes una llamada, en los 90, si querías algo parecido a un tono de llamada con la canción de moda, tenías que hacerlo mediante los famosos politonos, que podías descargar vía SMS, ¿te acuerdas de aquello de “envía politono al 5555”?, o bien componer tú mismo mediante programas o combinación de teclas de tu móvil. Para los nostálgicos o millennials despistados así es como sonaba un politono compuesto desde nuestro móvil

WAP

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¿Recuerdas lo de "internet en la palma de la mano" en nuestros anuncios de Movistar e-mocion?

En los 90 poder consultar una página web desde el móvil era misión imposible, las velocidades de navegación se medían en kbs (9.6kbs/seg para ser exactos) y los tiempos de carga eran eternos, cosas de la red 2G.

Para poder dar una solución a esa necesidad surgió el protocolo WAP, término de moda en la telefonía móvil durante unos años.

El WAP (wireless application protocol) consistía en un protocolo para reducir el peso de las páginas web que queríamos consultar haciendo más ligero el proceso de carga, sin embargo, no todas las webs eran compatibles con este proceso. Además, pese a que teníamos colores e iconos, casi toda la navegación se producía en modo texto, por menús predefinidos que nos daban acceso a determinadas partes de Internet.

SMS

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Ya hemos comentado previamente que en los años 90 las conexiones de datos eran todavía embrionarias y que las apps no existían. Las comunicaciones personales, más allá de la voz, se limitaban a los SMS, mensajes de texto que en un primer momento estaban limitados a 160 caracteres, ampliables más tarde con la aparición de los SMS concatenados ¡chupate esa Twitter!

El SMS era el método preferido para felicitar cumpleaños, festividades (saturando las redes en Navidades) o comunicarte con los amigos, sin embargo, no permitía la comunicación "grupal" o "social" que llegaría años más tarde con aplicaciones como WhatsApp, Twittero Facebook, por lo tanto, las comunicaciones eran uno a uno y no podíamos compartir fotos, vídeos o memes con nuestro grupo.

Radio FM

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Los móviles noventeros no disponían de GPS, reproductor de música o cámara de fotos que aligeraran el número de gadgets que llevar encima en tus desplazamientos o viajes.

El accesorio más importante del que podías disfrutar era el de la radio FM integrada en tu móvil, lo que te permitía escuchar los 40 Principales o el Carrousel Deportivo sin necesidad de llevar una radio.

Con el paso del tiempo, la radio fue quedando en un segundo plano, sustituyendo dicha funcionalidad con apps que a través de internet permiten escuchar las múltiples emisoras en tu móvil. Pero la radio de toda la vida no necesita una conexión a Internet, ni necesita cobertura móvil o conexión WiFi. Ahí es donde las apps de radio por Internet pueden no funcionar porque falta de cobertura, mientras que una radio tradicional si funcionará por disponer señal de radio FM.

Los infrarrojos

Mucho antes del Bluetooth o del WiFi direct, la única tecnología inalámbrica de transmisión de datos que incorporaban nuestros móviles eran los infrarrojos (IrDA), esta era la forma que teníamos en los 90 para compartir información entre varios dispositivos, ya fuera de móvil a móvil o a un ordenador personal, si alguno tenía una canción o una foto que tú querías, la única solución era conectar tu teléfono con otro por infrarrojos y dejarlos pegados el uno al otro durante muchísimo tiempo. ¡Y que no se te ocurriese moverlos! porque entonces se cortaba la conexión y había que volver a empezar de 0.

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Actualmente, esta tecnología inalámbrica se encuentra en desuso, siendo el Bluetooth o WiFi, las tecnologías elegidas para efectuar estas transmisiones de datos, con protocolos inalámbricos mucho más estables, un radio de alcance más amplio y superior velocidad de transmisión.

Las baterías "eternas"

¿Un móvil cuya batería dura 5 días? si alguien nos dijera que su smartphone tiene una batería de esa capacidad le tomaríamos por loco, sin embargo, en los 90 la duración de una batería se medía en días y no en horas, con móviles que podían aguantar días sin necesidad de recargarse.

Hay que tener en cuenta que en los años 90 los móviles no tenían conexión a internet, GPS o aplicaciones que consumieran la batería con tanta celeridad como sucede hoy en día, motivo por el cual las baterías disponían de una autonomía muy superior a la de nuestros smartphones actuales .

En aquella época, la batería se medía en “rayitas”, por lo general, los teléfonos tenían entre 3 y 5 rayitas. Cuando te quedaba una sabías que esa noche tocaba cargar el teléfono, pero no era un problema, porque al día siguiente tendrías rayitas para usar el teléfono durante otra semana.

Además, estas baterías podían ser extraídas de nuestros móviles pues eran accesibles retirando la tapa trasera, de forma que se evitaba que los móviles se pudieran quedar "colgados" y facilitaba su sustitución en caso de avería.

Antenas externas

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Aunque no son visibles, nuestros smartphones disponen de una antena que está situada internamente encargada de darnos cobertura, sin embargo, en los años 90 estas antenas eran en su mayoría del tipo externo, algunas de ellas "extensibles", y es que la estética todavía no era uno de los puntos claves a la hora comprar de un móvil.

Fabricantes como Nokia, incluso vendía antenas externas como las de la imagen, que conectadas a nuestros móviles a través de en un conector situado en la parte posterior, mejoraba la cobertura del mismo y nos permitían disponer de señal en sitios de difícil recepción como zonas rurales.

Con la llegada del Nokia 3210, que fue el primer móvil con antena integrada, se acabó la época dorada de las antenas "visibles" y para desgracia de muchos, la época de la cobertura perfecta hasta en sótanos.

Móviles minimalistas

A lo largo de la década de los 90, los móviles sufrieron un proceso de reducción de tamaño y los fabricantes se lanzaron a una competición para tener el móvil más "pequeño" del mercado, móviles como el Ericsson GF768, el Nokia 8850 o elMotorola V3688, causaban furor entre los usuarios que buscaban móviles que ocuparán el mínimo espacio en sus bolsillos o bolsos.

Cuando aparecieron los smartphones a mediados de los 2000, este efecto se revirtió, y los fabricantes comienzan a aumentar las pulgadas de la pantalla de sus móviles, recuperando el terreno perdido en cuanto a su tamaño durante la década anterior.

Pareciera por tanto, que la época de los móviles minimalistas hubiera tocado su fin, sin embargo, iniciativas recientes como la de Palm, Kyocera o L8Star, que se han embarcado en proyectos para reducir al máximo el tamaño de sus smartphones sin detrimento de su funcionalidad, puede abrir una ventana de esperanza para aquellos que echan de menos los móviles "minimalistas".