El 60% de los españoles consigue destinar una parte de sus ingresos al ahorro, según un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada. Sin embargo, no todos lo hacen de la misma forma ni con el mismo propósito. Micappital, startup especializada en planes de ahorro e inversión a medida, ha dibujado los diferentes retratos del ahorrador español de acuerdo con diversos factores como la edad, el poder adquisitivo, la personalidad o los objetivos que persigue.

1.    EL DESPREOCUPADO

El perfil de los seguidores del `carpe diem¿. Suele tratarse de jóvenes que entran en la edad adulta, comienzan a trabajar y a ganar sus primeros ingresos. Quienes, además, pertenecen a la generación menos ahorradora de la historia, de acuerdo con los expertos. Según Micappital, priorizan el presente a las preocupaciones del futuro por lo que para ellos el ahorro está en un segundo plano.

No suelen contar con seguridad laboral y su nómina experimenta cambios rápidos. Cuanto más ganan, más gastan. Consideran que la jubilación es algo lejano, por lo que todavía no deben preocuparse y no se plantean tomar medidas para empezar a prepararse.

Sus ingresos descansan en cuentas corrientes donde apenas generan intereses y se destinan a ocio y a consumo y apenas destinan una parte a la acumulación de ahorros. ¿Es importante entender que el ahorro es un gasto diferido ¿ahorras hoy para gastar más mañana¿, asegura Miguel Camiña, cofundador de Micappital. Tampoco invierten porque no están interesados en el mundo de los mercados y creen que este tipo de actividad está reservada para gente con grandes cantidades de dinero.

2.    EL PREVISOR

No entiende de edades y está presente en todas las generaciones. Es el opuesto al perfil anterior. Suele tratarse de personas conscientes de la importancia de planificar el futuro y a las que les gusta estar preparado para hacer frente a imprevistos. Ahorran con un fin determinado: comprar una casa, la jubilación, financiar la educación de los hijos¿

Tiene una rutina de ahorro sólida y automatizada, y suele mirar en detalle en qué se gasta su dinero cada mes por si puede ajustar los gastos. Suele ser también inversor, pues conoce los efectos de la inflación sobre su dinero parado e intenta remediarlo. Normalmente invierte en acciones del Ibex 35 o en uno o dos fondos de inversión.

3.    EL IMPACIENTE

Este ahorrador empieza a darse cuenta de que es fundamental tener un colchón financiero, pero es consciente de que requiere tiempo y dedicación. Se da cuenta de que tenía que haber empezado antes y duda de si será ya tarde para, por ejemplo, planificar su jubilación.

De repente, el ahorro se convierte en una preocupación de peso en su vida, se siente en una situación de estrés financiero que le lleva a cometer errores de inversión, como asumir un nivel de riesgo muy alto para intentar recuperar el tiempo perdido.

¿Disponer de un colchón para imprevistos reduce nuestro nivel de estrés. Siempre que pensamos en ahorrar lo asociamos con grandes cantidades, pero se trata de un error: podemos empezar a ahorrar 20 euros o 50 euros porque a largo plazo las cantidades pequeñas se convierten en importantes. La clave está en establecer rutinas¿, comenta Camiña.

Tiene un poder adquisitivo más elevado y suele invertir en fondos de inversión de moda, los que mejor comportamiento han tenido en los últimos años. Su fuente de información son los rankings de fondos de la prensa económica.