En su comparecencia ante la Comisión del Congreso que investiga el origen de la crisis financiera, Domínguez ha acusado a los gobiernos centrales y autonómicos de organizar una auténtica "trama" para recapitalizar las entidades con la venta de esos productos, que sólo en Galicia dejaron en la ruina a más de 116.000 personas.

También acusó al Ejecutivo de Mariano Rajoy, de "dejar tirados a todos los preferentistas", y a los distintos supervisores de la banca y los mercados de mirar para otro lado mientras se llevaba a cabo este "ultraje" y este "robo" a pequeños inversores que en algunos casos no tenían cultura financiera suficiente para saber lo que estaban comprando.

"Nadie nos dijo que al comprar las preferentes el dinero dejaba de ser nuestro y pasaba a ser de la entidad" a cambio de un interés "del 2, o 3 o 4 %, siempre y cuando la entidad tuviera beneficios", dijo.

Según recordó, el Gobierno ha dicho siempre que tuvo que aceptar las condiciones impuestas desde Bruselas para poder recibir el rescate bancario, pero fue al revés: "España fue utilizada como conejillo de indias" para elaborar la regulación que posteriormente aprobó la UE sobre esta materia en la directiva 2014/59 de mayo de 2014, que no entró en vigor hasta enero de 2016.

Por todo ello, pidió al ministro de Economía, Luis de Guindos, que interviene en la Comisión esta tarde, que piense más en los ciudadanos y que deje de fomentar "una economía de casino" y que "legisle para que se puedan recuperar todos los ahorros" que faltan.

Según Domínguez, la "dureza del MOU (memorándum de entendimiento) con los preferentistas españoles" contrasta con la "benevolencia" que tuvo con algunos de los grandes acreedores de España, como la banca alemana o francesa que quedaron exentos de cualquier quita.

Domínguez puso como ejemplo las quitas que se impusieron a los ahorradores que habían comprado esos productos, que en algunos casos llegaron a alcanzar el 70 % de lo invertido, aunque ya se han recuperado en su mayoría por la vía judicial después de más de cuatro años de protestas, movilizaciones y encierros.

En el caso de Italia, donde también se tuvo que recapitalizar a algunas entidades por sus graves problemas económicos el pasado verano, a los ahorradores se les permitirá recuperar su dinero sin pasar por el juzgado, dijo Domínguez, que recordó que "Italia denunció la venta fraudulenta de títulos, pero España optó por el expolio de los ahorros a los preferentistas".

Domínguez afeó a todas las autoridades implicadas su falta absoluta de autocrítica y sólo "salvó" al que fue presidente de la CNMV entre 2004 y 2007, Manuel Conthe, al recordar que instó a que se eliminara el nombre de "preferentes" y pidió que se dejaran de emitir, pese a lo que el organismo volvió a registrar algunos folletos tras su marcha, en 2009, en el "pico de mayor venta".

Pese a que hubo más voces contrarias a las preferentes y que avisaron de los peligros que escondían, "el Banco de España incentivó su venta", a juicio de Domínguez, puesto que en mayo de 2008 "elevó su contribución al capital de máxima calidad" de las entidades.

Después de esto, bancos y cajas vendieron en el año siguiente 14.000 millones de euros en productos híbridos como preferentes y deuda subordinada sin explicar a los compradores que "estaban condicionados a que entidad tuviera beneficios", que eran ilíquidos, pues eran perpetuos, ni que el comprador asumía los mismos riesgos que los accionistas pero sin derecho a voto.

La Comisión contará con la presencia esta tarde del ministro de Economía, Luis de Guindos, según ha recordado su presidenta, Ana Oramas, que también ha explicado que se ha suspendido la intervención del secretario de CIG-Banca, Clodomiro Montero, que no ha podido desplazarse a Madrid por "las condiciones meteorológicas". EFECOM

ala/sgb