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Mis finanzas

Los pequeños inversores podrán comprar deuda alemana en el refundado mercado de renta fija de BME

BME ha aprovechado la adaptación de su mercado de renta fija a la nueva normativa europea MiFID II para acercarlo a los pequeños inversores. A partir de 1.000 euros podrán acceder a un catálogo de más de 2.600 emisiones, incluida deuda soberana de Alemania.

25 octubre, 2017 12:19

Los pequeños inversores están más cerca de contar con un acceso más fácil al mercado secundario de renta fija. BME ha aprovechado la adaptación de sus plataformas a la norma comunitaria MiFID II para rebajar el mínimo en operaciones sobre deuda soberana española a 1.000 euros a la par que prevé ofrecer un abanico de activos mucho más amplio que ahora a las carteras minoristas.

El objetivo de estas iniciativas es convertir al mercado regulado de renta fija de Bolsas y Mercados Españoles (BME) en el referente nacional para la negociación de deuda. El hecho de que a partir de enero este vaya a ser el único que cumpla íntegras las ordenanzas de la directiva europea, se combina con estas facilidades para las carteras de inversión más modestas y con incentivos para los brókeres como bonificaciones en las tarifas de participación por volúmenes operados.

Más allá de la rebaja a 1.000 euros del umbral mínimo para operar en papeles del Tesoro Público Español, el objetivo del mercado es ir incorporando nuevas emisiones de deuda soberana europea y corporativa tanto española como de los países vecinos. Todo está ¿prácticamente listo¿ para que comiencen a negociarse ya referencia de Alemania, Austria, Francia, Holanda e Italia, según ha señalado Julio Alcántara, director general de Aiaf. En breve se espera también la incorporación de títulos de deuda pública de Portugal y Bélgica. Siempre a disposición del inversor minorista, si bien para estos casos no se ha previsto un recorte en la cota mínima de entrada.

El director de Mercados de BME, Jorge Yzaguirre, ha destacado en la presentación de la iniciativa que con la reestructuración llevada a cabo ¿estamos preparados para ofrecer a los miembros del mercado y sus clientes los servicios de enrutamiento, contratación y reporte de operaciones con los que garantizar el mejor cumplimiento¿ de la norma que se avecina. En palabras de Alcántara, ¿prácticamente hemos refundado el mercado porque ha habido que reformar todos los sistemas¿.

La gran baza de BME para sacar brillo a un mercado de renta fija que de momento tiene un peso testimonial en la negociación de los títulos públicos y privados españoles está en las nuevas obligaciones que MiFID II establece para las operaciones fuera de mercado (OTC, por sus siglas en inglés) y que puede forzar a algunos gestores a incurrir en costes mucho mayores que hasta la fecha, especialmente si un bróker es declarado internalizador sistemático de una referencia concreta en la que registre especial actividad negociadora.

REBAJAS EN LOS COSTES POR OPERACIÓN

Los costes de operación para las operaciones en el redefinido mercado serán ¿muy reducidos¿, de entre 2,00 y 3,00 euros de media para las operaciones bilaterales y ligeramente superiores para los sistemas de negociación multilateral como son el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) y el de deuda pública para inversores institucionales (Senaf), donde la operativa se reserva a inversores profesionales y los volúmenes de negociación suelen ser más bajos. Esto último se debe a que en el primer caso la mayoría de posiciones son con vistas a vencimiento y en el segundo apenas cambian de manos 15.000-20.000 millones de euros al mes concentrados en pocas operaciones de mucho volumen cada una de ellas, según ha explicado Alcántara.

Entre las principales novedades que introduce la directiva comunitaria está la transparencia en volúmenes y cotizaciones de valores de renta fija antes de la ejecución de una orden, con algunas exenciones en función de la liquidez de los activos. Por lo que se refiere a la contratación, aumentan los requisitos a los intervinientes para garantizar la mejor ejecución de las órdenes, así junto a los cambios ya mencionados se establece un nuevo sistema de solicitud de cotización (RFQ, por sus siglas inglesas) que permite solicitar cotización sobre valores líquidos e ilíquidos. En la post-contratación, los participantes deberán difundir al mercado los datos relevantes de la operación ejecutada y se incrementan los requisitos de reporte.

Estas medidas pretenden dirigir hacia los mercados regulados un mayor número de transacciones financieras desde operaciones OTC, que en el caso de la renta fija española vienen a suponer un 80% de los cruces que se celebran en la actualidad. Así, se prevé también el ingreso de nuevos miembros de mercado, que hoy por hoy son 67, según ha explicado BME.