Las socimi aceleran su salto al parqué para aplazar la entrada obligatoria de minoritarios

Las socimi aceleran su salto al parqué para aplazar la entrada obligatoria de minoritarios

Renta fija

La prima de riesgo española cae a 75 puntos tras el BCE

  • La rentabilidad de los bonos españoles ha llegado a caer al 0,13%
  • El bono alemán suaviza los tipos negativos que sigue ofreciendo en el mercado secundario
12 septiembre, 2019 14:19

Noticias relacionadas

La volatilidad ha vuelto a ser protagonista en el mercado secundario de renta fija en una sesión marcada por una nueva reunión del Banco Central Europeo (BCE). La rentabilidad del bono español a diez años ha llegado a hundirse más de un 45% hasta alcanzar el 0,13% para despedir la sesión en el mismo 0,23% en el que comenzaba.

Estos bandazos han sido fruto de la decisión del BCE de recortar aún más el tipo de facilidad de depósito y alargar más el calendario para una hipotética subida en el precio oficial del euro. Sin embargo, los matices que la institución monetaria ha introducido en estas decisiones ha impulsado la entrada de dinero inversor en las bolsas y vaciado las apuestas que tras unas primeras palabras de Draghi se precipitaban a comprar deuda gubernamental.

En el caso de los papeles alemanes, la caída de rentabilidad ha sido más moderada y finalmente se ha convertido en una subida, de manera que sus últimos cruces han tenido lugar en el entorno del -0,52% frente al -0,647% que se ha llegado a registrar en mínimos intradía. La brecha entre lo que marcan los ‘bunds’ germanos de referencia y los españoles se reduce hasta los 75 puntos básicos. Un estrechameniento al que ha contribuido que el índice Ifo no auguraba buenas expectativas para la economía alemana esta mañana.

Sin embargo, los tipos se mantienen cerca de mínimos históricos para las emisiones nacionales de buena parte de los países miembros de la Eurozona, y es que el BCE ha anunciado, junto con la rebaja del tipo de facilidad de depósito hasta el -0,50%, el regreso de las compras de netas de bonos para sostener la expansión de la debilitada economía europea.

De momento, ha puesto 20.000 millones de euros al mes para esta iniciativa, que previsiblemente se mantendrá hasta el año 2022, mientras la inflación de la Eurozona siga sobradamente por debajo del 2%.