Las perspectivas de que tenga lugar una recesión económica vuelven a lastrar la evolución del crudo. El petróleo Brent para entrega en septiembre cotizaba este jueves a 97,35 dólares por barril, un nivel que no tocaba desde antes de que diera inicio la guerra en Ucrania.

La caída alcanzaba el 2,27% en una sesión en la que Bruselas ha revisado al alza sus previsiones de inflación.

El Ejecutivo comunitario espera que la escalada de los precios en la eurozona alcance el 7,6% en 2022 y el 8,3% en el conjunto de la Unión Europea (UE). Las nuevas cifras son 1,5 puntos porcentuales que las ofrecidas en mayo.

[La subida de los precios en EEUU y la UE por encima de lo previsto acerca la amenaza de la recesión mundial]

La Comisión Europea ha proyectado que la economía de la UE repuntará un 2,7% en 2022, en línea con el pronóstico realizado en primavera, pero ha rebajado una décima el crecimiento previsto para el bloque del euro, hasta el 2,6%.

Los precios del petróleo han bajado en las últimas semanas ante la inquietud por una posible contracción económica que termine afectando a su demanda.

Desde que el 7 de marzo alcanzó los 139 dólares por barril -muy cerca de sus máximos históricos de 2008- el crudo ha caído un 30%. Debido a esta negativa evolución la ganancia anual se ha reducido hasta el 25%.

Es decir, a pesar de las últimas caídas, el precio del crudo se mantiene todavía en un nivel elevado respecto al inicio del ejercicio. En enero, el petróleo Brent rondaba los 80 dólares por barril.

Previsiones

Según ha advertido la Agencia Internacional de la Energía (AIE) los elevados precios del crudo están comenzando a pasar factura a la demanda. La organización ha recortado su previsión de crecimiento del consumo mundial de petróleo en 2022.

La AIE estima ahora que el crecimiento de la demanda mundial de petróleo se ha reducido marginalmente a 1,7 millones de barriles al día (mb/d) en 2022, alcanzando un promedio de 99,2 mb/d para el conjunto del ejercicio.

Para el próximo año espera una ganancia adicional de 2,1 mb/d, hasta 101,3 mb/d, liderada por una sólida trayectoria de crecimiento en los países no pertenecientes a la OCDE.

En su análisis, la AIE advierte de que la desaceleración de la actividad económica está añadiendo más incertidumbre al pronóstico de demanda de petróleo, ya que los altos precios del combustible han comenzado a afectar el consumo de petróleo en la OCDE.

Por su parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pronosticó recientemente que el mundo consumirá en 2023 unos 103 millones de barriles diarios de petróleo, un 2,7% más que este año.

El cártel vaticinó que habrá un entorno económico "sólido", con un crecimiento del 3,2%, facilitado por una "mejora" en la situación creada por la invasión rusa de Ucrania y en la contención de la covid en China.