En su cruzada comercial, Donald Trump tiene dos fijaciones: China y Europa. Y en esa misma cruzada comercial, de cuya victoria se mostraba convencido, se está encontrando con un obstáculo: la fortaleza del dólar. Y eso le enfurece. Lo demuestra siempre que puede. Como el pasado viernes. "Nuestro dólar es ahora el más fuerte de la historia", denunció.

No es la primera vez que lo hace. Desde comienzos de 2017, es decir, casi desde el inicio de su mandato en la Casa Blanca, la cuestión cambiaria se ha convertido en uno de sus caballos de batalla precisamente por la determinante influencia que tiene en la disputa comercial planteada igualmente por su Administración desde el primer momento. Y, ya de paso, se ha convertido además en otra de las 'excusas' para afilar las críticas que Trump vierte sobre la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, y su presidente, Jerome Powell.

En este asunto, como en pocos otros, Trump constata que lo de las convenciones no va con él. Poco -o nada- le importa que los presidentes de EEUU hayan tenido la costumbre de no criticar en público a la Fed. Él sí lo hace, y últimamente casi por 'deporte', porque sus ataques son continuos, la mayoría de las ocasiones demandando, de hecho, que Powell actúe para contrarrestar la fortaleza del 'billete verde'

"El dólar está en máximos de los últimos años, e incluso históricos, contra el euro, el yuan chino, la libra esterlina, el peso mexicano o el peso argentino. Y eso Trump lo tiene muy presente"

Y lo cierto es que, por méritos de la economía norteamericana o deméritos de otros y en medio de la incertidumbre económica imperante, el dólar se está fortaleciendo. El euro se deprecia más de un 4% contra el dólar en 2019 y se cambia a menos de 1,10 dólares -este martes ha llegado a bajar hasta los 1,094 dólares-, algo que no ocurría desde la primavera de 2017. Y el yuan chino, coincidiendo con la escalada de las tensiones comerciales en las últimas semanas, ha caído hasta los 7,17 yuanes por dólar, su cambio más bajo en 11 años. 

Ampliando el foco a otros 'destinos', el dólar todavía tiene que retroceder más en el tiempo para ver cambios similares a los actuales. Hasta 1985 hay que remontarse para ver a un dólar tan fuerte contra la libra esterlina. Ahora se cambia a cerca de 0,83 libras. No hay precedentes contra el peso argentino, con un cambio próximo a los 60 pesos, pero este caso con el atenuante de las graves apreturas financieras de Argentina.

Y aún hay más. Contra el peso mexicano se encuentra en los máximos del años, en los 20 pesos por dólar. Lo mismo pasa con la rupia india, contra la que se cruza a 22 rupias.

UN SEPTIEMBRE CLAVE

Dada creciente fortaleza del dólar en las últimas semanas, que ha ido calentando las críticas de Trump a la Fed y que esta vez no ha impedido que su gran antagonista, el oro, haya subido también al mismo tiempo, septiembre se presenta como un mes clave en la marcha del 'billete verde' y en el parecer del presidente norteamericano. Porque este mes se esperan nuevas medidas expansivas por parte del Banco Central Eurpoeo (BCE) que podrían debilitar más al euro. Las anunciará en la reunión del 12 de septiembre. En función de lo que haga, la presión sobre Powell se agigantará en la reunión de política monetaria que la Fed celebrará los días 17 y 18 de septiembre

Cuando la Fed rebajó los tipos a finales de julio, Powell, tal vez para no alimentar demasiadas expectativas, matizó que ese descenso no equivalía al inicio de un largo ciclo bajista de los intereses. Lo calificó como "un ajuste de mitad de ciclo"

Ahora, sin embargo, todo indica que en septiembre volverá a abaratar el precio del dinero. El mercado da una 97% de probabilidad a que la Fed recortará los intereses en otro cuarto de punto, hasta el 1,75-2%. Para el dólar, y junto con esta decisión, la clave residirá en si la entidad confirma que el escenario económico se está deteriorando y abre la puerta a continuar con las rebajas. Si, en efecto, recorta los tipos y anticipa más recortes, el dólar podría contener o moderar su ímpetu. Si ni siquiera reduce los tipos en septiembre ni sugiere nuevos descensos, la fortaleza del dólar se dispararía. Como el enfado de Trump. 

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