El Ibex cierra 2025 en 17.308 puntos, el segundo mejor año de su historia: arrasa a los grandes índices de Europa y Wall Street

Sin embargo, el Ibex 35 ha corregido en la última sesión del ejercicio. El descenso ha sido del 0,27%, hasta los 17.307,8 enteros.

Dicha bajada ha reducido la subida anual hasta el 49,26%. A pesar de ello, el 2025 ha sido el mejor año para el selectivo en más de tres décadas. Es, de hecho, el segundo mejor de toda su historia, que arranca en 1992. Sólo el avance de 1993, del 54,2%, es superior.

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Pocas han sido las compañías que han apoyado al Ibex 35 en la última sesión del año. Las subidas más abultadas han sido las de Solaria (+1,08%), Fluidra (+0,43%) y Colonial (+0,28%)

Al mismo tiempo, las mayores pérdidas han sido las de Grifols (-0,79%), Santander (-0,71%), ACS (-0,64%).

La fotografía es muy distinta si se mira el conjunto del año. En total, son cinco compañías las que han más que doblado su valor en el mercado durante los últimos doce meses.

Se trata de Indra (+184,6%), Solaria (+130,9%), Santander (+126,8%), Unicaja (119,4%) y BBVA (112,4%).

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También destacan las alzas de CaixaBank (99,2%), Bankinter (86,3%) y Sabadell (79,8%).

Seis compañías estaban a punto de terminar el año en negativo. El mayor descenso es el de Puig (-16,6%), seguido de Telefónica (-10,9%) y Cellnex (-9,6%). Redeia (-7,9%), Amadeus (-7,8%) y Fluidra (-0,6%) también valían menos que al cierre de 2024.

La banca

Gran parte del impulso del Ibex 35 se explica por la fortaleza del sector financiero, que ha liderado el avance del mercado. El índice sectorial bancario español se dispara un 112,8% en 2025, muy por encima del propio selectivo y de la media europea.

En un índice donde la banca pesa más de un 35%, como es el caso del Ibex 35, esta escalada ha sido decisiva.

Las entidades han visto cómo sus acciones se multiplicaban en un entorno de resultados sólidos, dividendos atractivos y programas de recompra. El mercado ha premiado la mejora de los márgenes y la desaparición de los temores a una ola de morosidad.

Impulsado por la banca, el Ibex 35 ha conquistado nuevos máximos históricos. No ocurría desde 2007. El cierre más alto del año son los 17.354,9 puntos alcanzados el martes, cuando el índice llegó a tocar los 17.384,9 enteros intradía.

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El regreso del Ibex 35 a sus máximos tras 18 años no es anecdótico. Refleja una larga travesía en la que la economía española ha pasado por crisis financieras, rescates bancarios y una recuperación lenta.

El buen comportamiento del Ibex se apoya en el sector financiero pero también en otros tres pilares: el crecimiento económico, el rearme europeo y la recuperación del sector energético.

España ha sido una de las economías que más ha crecido en la eurozona, reforzando la confianza en el sistema financiero y en las compañías domésticas.

Además, la estructura del Ibex 35 —históricamente criticada por su escasa exposición tecnológica— ha jugado este año a su favor. Mientras otros mercados sufrían correcciones por las caídas de las grandes compañías tecnológicas, el selectivo español se ha beneficiado de su sesgo hacia las finanzas, la industria y la energía.

Mejor que Europa y Wall Street

Esa combinación le ha permitido superar ampliamente a los grandes índices europeos y estadounidenses.

El Dax alemán se revaloriza un 22,3%; el CAC 40 francés, un 10,7%; el FTSE 100 británico, un 21,6%; y el FTSE Mib italiano, un 30%. En Wall Street, el Dow Jones gana un 13,7%; el S&P 500, un 17,2%, y el Nasdaq Composite un 21,3%.

De hecho, y sin tener en cuenta el efecto divisa, el Ibex 35 es uno de los mejores índices del año.

Su rentabilidad sólo es superada por la del Kospi de Corea del Sur (+75,73%) y por la de los selectivos de otros mercados de menor relevancia como el de Israel (+52,8%) y Colombia (+49,9%).

Pese a la incertidumbre

El Ibex 35 y el resto de principales bolsas del mundo firman un buen ejercicio a pesar de la gran incertidumbre internacional.

La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, la imposición de nuevos aranceles y la continuidad del conflicto en Ucrania no han frenado el apetito por la renta variable, mucho menos por la renta variable española.

La reacción del mercado ha sido contener el impacto de estos factores y centrarse en los resultados empresariales, que han resistido mejor de lo previsto.

Con el cierre de 2025, el debate se desplaza hacia 2026. Para la Bolsa española, el consenso de analistas apunta a un ejercicio más moderado, sin la euforia vivida en este.

La plata brilla, el bitcoin sufre

Esta también ha sido la última sesión del año para el resto de activos financieros. El euro, uno de los principales protagonistas de este 2025, acaba de firmar su mejor ejercicio frente al dólar desde 2017. La subida anual ha sido del 13,3%.

La divisa comunitaria se cambiaba a 1,174 billetes verdes, aunque en septiembre estuvo a punto de superar los 1,2.

Este ha sido el tercer año consecutivo de descensos para el petróleo. La caída del Brent era del 17,6%, la mayor desde el 2020, al cotizar por debajo de los 61,5 dólares por barril.

La pérdida del West Texas Intermediate estadounidense era del 18,5%, hasta los 58,12 dólares por barril.

El 2025 tampoco ha sido un año positivo para el bitcoin. La principal criptodivisa del mundo pierde un 5,1% de su valor, que ya ronda los 88.000 dólares. Es su primer descenso anual desde 2022.

Los recortes del petróleo o las criptodivisas contrastan con las alzas de los metales. La plata es el que más brilla de todos ellos al acumular una rentabilidad anual del 144,2%.

El platino avanza un 122,8%; el oro, un 63,5%, y el cobre, un 40,7%.