Donald Trump, presidente de EEUU, y David Solomon, CEO de Goldman Sachs.

Donald Trump, presidente de EEUU, y David Solomon, CEO de Goldman Sachs. Europa Press / Banco Mundial.

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Trump extiende su batalla financiera contra Jerome Powell a Goldman Sachs y su presidente David Solomon

El presidente de EEUU carga contra un informe sobre repercusiones arancelarias coordinado por el economista jefe del banco de inversión.

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Donald Trump se ha buscado un nuevo enemigo en el mundo financiero más allá de sus ya encarnizadas polémicas con Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense. Se trata del todopoderoso banco de inversión Goldman Sachs y varios de sus máximos responsables.

Sus últimos exabruptos han ido dirigidos contra David Solomon, presidente y consejero delegado de Goldman Sachs, y Jan Hatzius, economista jefe del banco.

El contexto de las críticas del presidente de los EEUU contra Goldman y sus primeros espadas se explica por la guerra de aranceles desatada por el republicano y sus efectos en la economía estadounidense.

Hace un par de días, Trump reaccionó negativamente a un informe de Goldman Sachs coordinado por Hatzius, que estimaba que los consumidores estadounidenses asumirían entre el 60% y el 67% de los costos de los aranceles si los gravámenes se aplican de la misma manera que antes, una cifra muy superior al 22% estimado previamente.

Trump considera que Goldman y Solomon están publicando pronósticos equivocados que arrojan una imagen negativa de sus políticas arancelarias. En su cuenta de la red Truth Social, el presidente estadounidense llegó a aseverar que "se equivocaron, como se equivocan en tantas otras cosas".

"Creo que David debería buscarse un nuevo economista o, tal vez, debería centrarse en ser DJ y no molestarse en dirigir una gran institución financiera", apostilló, en clara alusión a su faceta personal como DJ bajo el nombre artístico de D-Sol.

A este respecto, el inquilino de la Casa Blanca ha vuelto a asegurar que la implementación de los aranceles está permitiendo recaudar "billones de dólares", lo que considera "increíble para el país, así como para el mercado de valores, la riqueza general y prácticamente todo lo demás".

El presidente de EEUU, Donald Trump, y el presidente de la Fed, Jerome Powell, en su reciente visita a la nueva sede del banco central en Washington.

El presidente de EEUU, Donald Trump, y el presidente de la Fed, Jerome Powell, en su reciente visita a la nueva sede del banco central en Washington. Reuters.

En este sentido, el mandatario republicano considera demostrado que los aranceles "no han causado inflación" ni ningún otro problema para Estados Unidos, aparte de las enormes cantidades de efectivo que ingresan a las arcas del Tesoro.

"Se ha demostrado que, en su mayoría, los consumidores ni siquiera pagan estos aranceles; son principalmente empresas y gobiernos, muchos de ellos extranjeros, quienes pagan las cuentas", añadió. Por tanto, defiende que "David Solomon y Goldman Sachs se niegan a reconocer el mérito".

La escalada de tensión ha generado un mensaje de vuelta, aunque esta vez por parte del economista jefe para EEUU de Goldman Sachs, David Mericle.

En una entrevista en la CNBC, Mericle no se ha dejado amedrentar por Trump: "Estamos tratando de hacer el mejor pronóstico que podemos para nuestros clientes, y publicamos informes de investigación como el que publicamos el fin de semana para informar a esos puntos de vista. Y seguiremos haciéndolo".

Powell y otras víctimas

Goldman Sachs, David Solomon y Jan Hatzius se suman a la lista de víctimas financieras y económicas a las que Trump lleva meses atacando frontalmente.

Cabe recordar que el presidente norteamericano ha puesto al frente de la Oficina de Estadísticas Laborales al economista conservador E.J. Antoni días después de cesar de su cargo a la anterior responsable, Erika McEntarfer, de quien cuestionaba los datos de empleo publicados por su organismo.

Pero si hay un gran damnificado por las salidas de tono de Trump, ese es Jerome Powell. El presidente de la Fed acaba su mandato en mayo de 2026 y el republicano ha amenazado en numerosas ocasiones con despedirle antes, un escenario que legalmente se antoja muy complicado.

Trump insiste en que, ante una inflación que califica de "muy baja", el banco central estadounidense rebaje los tipos de interés al 1%, desde la horquilla actual del 4,25% al 4,50%. Una solicitud que Powell y el resto de miembros de la Fed no han atendido, enrocándose en su independencia.

De ahí que Trump haya propiciado improperios contra Powell como "tardón", "idiota", "mula testaruda", "tonto de remate", "cabeza hueca" o "uno de mis peores nombramientos", entre otros.

Es más, Trump se plantea permitir una demanda contra Powell por su "incompetencia" en las obras de reforma de la sede de la Fed en Washington, lo que, presuntamente, habría generado un sobrecoste de miles de millones para las arcas públicas. Algo que ha sido negado por Powell.

Para acorralarle, Trump ha emprendido una campaña de acoso y derribo contra Powell en la que desliza nombres de sus posibles sucesores al frente de la institución. La CNBC ha adelantado que el presidente de EEUU maneja una lista de hasta once candidatos, tres de los cuales no habían trascendido hasta ahora.

La Casa Blanca estaría considerando nominar al jefe de estrategia de mercados de Jefferies, David Zervos; al exmiembro de la Junta de Gobernadores de la Fed, Larry Lindsey; o al director de inversiones de renta fija global de BlackRock, Rick Rieder.

Otros aspirantes conocidos son Kevin Hassett, Kevin Warsh, Michelle Bowman, Christopher Waller, Philip Jefferson, Marc Summerlin, Lorie Logan o James Bullard. El propio secretario del Tesoro, Scott Bessent, que es quien debe llevar el proceso de selección, también ha sonado, con lo que harían una docena.