Christine Lagarde
Los tipos de interés que marcan los bancos centrales son un termómetro clave para los inversores. Cuando bajan, pedir dinero prestado sale más barato, lo que reduce costes para las empresas y anima a invertir.
Esto suele traducirse en subidas tanto en acciones como en los precios de bonos.
En cambio, si los tipos suben, el crédito se encarece, la economía se enfría y el par EURUSD podria volver a caer. Además, los bonos antiguos pierden atractivo frente a los nuevos, que ofrecen mejor rentabilidad.
Pero el impacto va mucho más allá de los mercados.
Cada decisión del BCE también impacta el bolsillo de millones de personas. Así, si los tipos bajan, las hipotecas variables, ligadas al Euribor, se abaratan y las cuotas mensuales disminuyen.
Esto, en teoría, libera dinero para el consumo, lo que debería estimular la economía.
También es cierto que no en todos los casos, ya que muchas familias, tras años de incertidumbre, prefieren ahorrar o pagar deudas. La otra cara de la moneda es que también cae la rentabilidad del ahorro tradicional, como los depósitos bancarios.
¿Cuál podría ser el siguiente paso del BCE?
En principio, el principal y único objetivo del BCE es mantener la estabilidad de precios, entendida como una inflación del 2% a medio plazo.
Sin embargo, en abril, la inflación subyacente subió al 2,7%, frente al 2,4% de marzo, impulsada por un repunte del 4% en los servicios.
Con estos datos, es difícil justificar una bajada de tipos. Ademas, según las actas de la última reunión del BCE, los miembros del regulador temen por el posible impacto a medio y largo plazo de los nuevos aranceles sobre la inflación.
Aun así, voces dentro del BCE, como Klaas Knot o Villeroy de Galhau, ya han insinuado que podría haber otra bajada de tipos en junio, después de la que podría seguir a la pausa. El motivo parece ser que el BCE también está valorando otros riesgos.
En concreto, si Trump finalmente decide subir los aranceles a productos europeos, eso podría golpear el crecimiento económico de la eurozona. En ese contexto, una rebaja de los tipos sería una de las herramientas del BCE para intentar reactivar la economía.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.