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Mercados La lupa de Bolinches

Repsol se encuentra con dificultades para superar la resistencia clave en 11,74 euros

La fuerte caída del precio del petróleo, tras un intenso repunte previo, penaliza a la energética.

Más información: El Ibex 35 pelea por conservar los 13.800 mientras intenta estirar la reacción alcista

Eduardo Bolinches
Publicada

Con la tensión arancelaria entre China y EEUU enfriándose, disminuye también el temor a una guerra comercial global. Sin embargo, la incertidumbre no ha desaparecido del todo y persiste el riesgo de que cualquier noticia inesperada frene el reciente optimismo. Además, el mercado mantiene la atención puesta en el conflicto entre Rusia y Ucrania. El Ibex 35 avanzó ayer un 0,52% y superó los 13.800 puntos, marcando así un nuevo máximo multianual. El índice español acumula cinco sesiones consecutivas al alza y suma un repunte del 19,36% en lo que va de año. Entre sus componentes, destaca el comportamiento de las acciones de Repsol.

La multienergética liderada por Josu Jon Imaz ha sido objeto de varias valoraciones recientes por parte de diferentes casas de análisis. Entre ellas sobresale la de Morgan Stanley, que ha mejorado su recomendación desde 'igual peso' a 'sobreponderar', en niveles similares a los que le asignaba el pasado verano. Esta revisión viene acompañada de una mejora en el precio objetivo, que pasa de 12 euros a 13,3 euros por acción, lo que implica un potencial alcista cercano al 18%.

Por otro lado, esta semana HSBC ha recortado ligeramente su precio objetivo para Repsol, desde 11,50 euros hasta 11,40 euros por acción, en un contexto marcado por la incertidumbre sobre la evolución del precio del petróleo.

Este jueves, tanto el Brent, referencia en Europa, como el West Texas estadounidense registran fuertes caídas en los primeros compases de la sesión europea, dejándose cerca de un 3,5%, tras un reciente rebote técnico iniciado desde los mínimos del mes de mayo.

Desde un punto de vista técnico, los títulos de Repsol muestran un patrón de rebote con forma de vuelta en V, lo que ha permitido a la petrolera encadenar una sucesión de mínimos crecientes desde los registrados en abril en los 9,41 euros por acción. Este movimiento ha permitido recuperar niveles de soporte perdidos y cerrar varios huecos bajistas generados durante la fuerte caída provocada por la nueva política arancelaria de Donald Trump. Esos huecos se localizaban en los 10,045 euros y los 11,42 euros. No obstante, aún queda un hueco relevante por cerrar en los 12,065 euros, nivel que no ha llegado a alcanzarse, ya que el valor se giró antes de tocar esa zona.

Evolución de las acciones de Repsol

Evolución de las acciones de Repsol Eduardo Bolinches Tradingview

Para determinar si el rechazo actual en el precio de Repsol se produce en una zona de importancia, es necesario trazar los niveles de retroceso proporcional de Fibonacci del último tramo bajista, que va desde los máximos de febrero en los 13,17 euros hasta los mínimos de abril en los 9,414 euros. Al hacerlo, se observa que el valor se ha girado tras haber superado el 61,8% de esta retrocesión, situada en los 11,74 euros por acción, lo que refuerza la idea de que se enfrenta a una resistencia relevante.

En este contexto, para valorar un posible acercamiento a Repsol, deberían cumplirse una de estas dos condiciones. La primera, que el valor supere con claridad la zona de los 12 euros por acción. De lograrlo, dejaría atrás sus tres medias móviles más representativas y también el último nivel de retroceso de Fibonacci, lo que sería señal de fortaleza y abriría la puerta a nuevos objetivos, como los 12,50 euros.

La segunda alternativa, si el valor continúa deteriorándose, sería esperar una caída hacia la zona de los 11,40 euros para introducir una orden de compra parcial, equivalente a un tercio del capital destinado a invertir en este tipo de activos, buscando un rebote técnico que lo lleve nuevamente hacia los 12 euros.

En cualquiera de los dos escenarios, la orden de protección no debería situarse a más de un 3% del precio de entrada, con el fin de limitar el riesgo de la operación en caso de que los mercados de renta variable o el propio precio del crudo presionen a la baja.