Fachada de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Fachada de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Europa Press

Mercados

La CNMV dio el visto bueno a las cuentas de Grifols en 2019 tras solicitar más información a la compañía

La compañía defiende que la consolidación de Haema y Biotest, tras su venta, cumple con la normativa contable.

10 enero, 2024 02:31

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) analiza el informe sobre Grifols que publicó el martes Gotham City Research y que provocó que la compañía se desplomara casi un 26% en bolsa, así como sus estados financieros. Sin embargo, esta no es la primera vez que el regulador del mercado español estudia las cuentas de la farmacéutica. En 2019 ya lanzó un requerimiento sobre la consolidación de las dos sociedades señaladas, Haema y Biotest, que quedó satisfecho.

Según explican fuentes de la institución presidida por Rodrigo Buenaventura, en aquel entonces la CNMV pidió a Grifols que explicara una duda que el regulador tenía en relación con la consolidación de ambas sociedades. Una vez que la compañía remitió la información requerida, el supervisor consideró que la cuestión estaba resuelta.

Sin embargo, las mismas fuentes puntualizan que el requerimiento -término que la Ley del Mercado de Valores utiliza para referirse a las peticiones de información por parte de la CNMV a las empresas cotizadas y otros emisores- se refería sólo a una cuestión concreta. El informe publicado por Gotham City Research es más amplio.

Haema y BPC Plasma

En concreto, la firma de análisis -el inversor bajista que en 2014 desencadenó el escándalo de Gowex- publicó el martes un informe sobre Grifols en el que acusa a la empresa española de manipular sus ratios de deuda y el resultado bruto de explotación (ebitda) para reducir artificialmente el apalancamiento.

En este sentido, el hedge fund hace hincapié en la relación entre Grifols y Scranton Enterprises, un vehículo inversor de la familia Grifols. Asimismo, denuncia que la compañía española consolida completamente tanto Haema como BPC Plasma, pese a poseer el 0% de cada una de estas empresas.

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Por todo, advierte de que las acciones de Grifols son "no invertibles" y que posiblemente "valen cero". La información publicada por el fondo bajista provocó que la compañía se desplomara un 26% en la sesión bursátil del martes. Fue la peor jornada de toda su historia.

Frente a estas acusaciones, Grifols ha defendido que compró Haema en junio de 2018 por 220 millones de euros y Biotest en agosto de 2018 por 286 millones de dólares y que Scranton adquirió ambas empresas por el mismo precio.

La compañía liderada por Thomas Glanzmann -también señalado por Gotham City Research- ha subrayado que el contrato de compraventa con Scranton incluye una opción de compra exclusiva a favor de Grifols sobre la totalidad de las acciones de dichas compañías. Esa es la razón por la que la farmacéutica considera que sustenta el poder sobre ambas empresas, "motivo por el cual las entidades se continúan consolidando".

Según los expertos consultados por este diario, y tal y como argumenta Grifols, la farmacéutica cumple con la Norma Internacional de Información Financiera (NIIF) 10, es decir, sus cuentas serían correctas.

A la CNMV y a la SEC

En su alegato de defensa contra Gotham City, Grifols ha utilizado tanto la auditoría de las cuentas realizada por KPMG como la información remitida a la CNMV y también a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).

"El tratamiento contable [...] ha sido auditado por KPMG e informado al regulador español, y fue objeto de requerimiento de información por el mismo, el cual fue respondido por la compañía con fecha 14 de enero de 2019", destaca en un hecho relevante remitido al supervisor en la tarde del martes.

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Ya entonces, "la compañía dio todas las explicaciones oportunas a esas operaciones", indican otras fuentes consultadas, en relación con la venta y consolidación de Haema y BPC Plasma. “Son unas operaciones que se hicieron en 2018 y que se explicaron en los estados financieros de ese año y de 2019 y 2020”, apuntan las mismas fuentes.

Grifols también ha asegurado que las operaciones "han sido registradas en los libros de la compañía y en sus cuentas públicas", presentadas al regulador español y al estadounidense. Por ello, afirma que no hay ninguna nueva información que se pueda considerar oculta.