El índice nacional comenzó 2023 con fuerza. La subida acumulada en el primer semestre del año fue del 16,6%. Sin embargo, el verano no fue un periodo positivo para las bolsas, que se vieron presionadas por el miedo a que los tipos de interés permanecieran elevados durante más tiempo del previsto.

Con esta perspectiva, el Ibex 35 encadenó tres meses consecutivos de ligeros descensos, una racha que logró cortar en noviembre. Los principales mercados de renta variable se vieron favorecidos en el undécimo mes del año por las previsiones de que los bancos centrales -especialmente la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE)- puedan comenzar a bajar los tipos de interés el próximo marzo.

Niveles de 2018

Gracias a ello, el selectivo español voló un 11,54% en noviembre y firmó su mejor mes desde noviembre de 2020, cuando se comprobó la eficacia de las vacunas contra el coronavirus.

De esta forma, el Ibex 35 recuperó los 10.000 puntos tres años y nueve meses después de haberlos perdido. Y no sólo eso, sino que también superó los 10.100 y los 10.200 enteros, alcanzando niveles no vistos desde 2018.

En diciembre consolidó dichas ganancias, de forma que la subida anual del Ibex 35 se acerca al 22,7%, la más elevada desde la registrada en 2009. Entonces el repunte fue del 29,84%.

Lo ha hecho mejor que grandes índices europeos como el Dax alemán, cuya rentabilidad -que sí tiene en cuenta el pago de dividendos- es del 20,3% en 2023. El FTSE 100 británico y el Cac 40 francés avanzan un 1,7% y un 17,3%, respectivamente. De hecho, entre los principales parqués europeos sólo el FTSE MIB italiano (+28%) supera al Ibex 35.

La evolución del índice español también es mejor que la del Dow Jones (+12,5%) y el S&P 500 (+22%), pero inferior a la de los tecnológicos Nasdaq Composite (+41,5%) y Nasdaq 100 (+52%), que lideran las ganancias entre las principales bolsas occidentales.

Aunque lo que pase el próximo año es una incógnita, en este 2023 tres compañías han sido las principales artífices del repunte del Ibex 35, tanto por su peso en el índice como por las fuertes subidas anuales que acumulan. Son Inditex, BBVA y Banco Santander.

De Inditex a BBVA

La firma textil es la segunda cotizada con más presencia en el selectivo -por detrás de Iberdrola-, al representar casi un 13,53% del índice. También es la segunda compañía del Ibex 35 que mejor se ha comportado este ejercicio: su revalorización es del 55%, sólo superada por la de Rovi, del 59%.

Con motivo de sus últimos resultados, Inditex tocó máximos históricos en Bolsa y su capitalización llegó a superar los 121.000 millones de euros.

Asimismo, la subida anual de BBVA es del 49% y la de Santander, del 39,6%. Dentro del sector bancario, también destaca el repunte de Sabadell, del 31%, mientras que el avance de CaixaBank se reduce al 3%. Por el contrario, Bankinter y Unicaja han sufrido descensos en bolsa.

Aunque en otros ejercicios el elevado peso de las entidades en el Ibex 35 -suponen cerca de un 30% del mismo- se ha convertido en un lastre para el selectivo, en este 2023 ha jugado a su favor. La buena macha de los bancos se refleja en el índice sectorial, que avanza un 28,4% este ejercicio.

Récords en la banca

Y es que los bancos españoles han vivido un año muy bueno en cuanto a resultados se refiere. Un año de récord, en realidad, que ha llevado a muchas entidades a lograr en España un resultado nunca visto.

El impulso de la subida de los tipos de interés ha estado detrás de este fenómeno. Los bancos españoles tienen una alta sensibilidad al incremento del precio del dinero por su gran exposición al negocio minorista, especialmente de hipotecas. Y hay que recordar que en España más del 70% de las hipotecas vivas está firmada a un tipo de interés variable.

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En concreto, en los nueve primeros meses del año -último dato disponible, porque las cuentas anuales se publican a finales de enero- los bancos acumularon unas ganancias cercanas a los 20.000 millones de euros, lo que supone un 23,6% más que en las mismas fechas del año pasado.

Una mejora del beneficio que llega tras años de cifras mucho peores por la etapa de los tipos de interés negativos. El giro en la política monetaria del BCE ha implicado una revalorización de las cuotas hipotecarias y, en general, un incremento del precio del crédito, algo que, por otro lado, ha llevado a las familias a frenar su demanda, especialmente en el caso de las hipotecas.

Tira y afloja por los depósitos

La subida de los tipos de interés se dejado sentir mucho en los préstamos, pero no tanto en los depósitos. Teniendo en cuenta que la facilidad de depósito -la remuneración a las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort- se encuentra en el 4%, su nivel más alto desde la creación del euro, el coste de los créditos se encuentra cerca.

Según datos del Banco de España, el tipo de interés medio de las hipotecas ha avanzado hasta el 4,09% en octubre (último dato disponible, que es provisional), mientras que el interés al que se remuneran los depósitos se sitúa en el 2,43% en la misma fecha.

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De hecho, durante el año ha sido constante el tira y afloja entre los grandes bancos y las autoridades por la remuneración de los depósitos, que muchos clientes exigen en un escenario de tan rápida subida de los tipos de interés.

Desde el Gobierno han sido especialmente insistentes con el tema. Nadia Calviño, vicepresidenta primera y titular de la cartera de Economía, ha pedido en público en varias ocasiones a los gestores de la gran banca que recuperen la remuneración de los depósitos y, lo que es más, encargó a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y al Banco de España un informe al respecto.

También la propia CNMC ha llamado la atención al sector. Cani Fernández, su presidenta, afirmó hace unos meses que el organismo monitorizaba la falta de oferta de depósitos a plazo por parte de los grandes bancos para descubrir si estaban llevando a cabo una "colusión tácita".

De igual manera, el BCE ha tirado de las orejas al sector. Luis de Guindos, su vicepresidente, ha afeado a los bancos españoles que "se están quedando atrás" a la hora de trasladar a los depósitos la subida de los tipos de interés.

Los propios clientes exigen a la banca una mayor rentabilidad. De hecho, como informó este periódico, las familias han retirado 28.540 millones de euros de sus cuentas a la vista y sus depósitos a plazo en lo que va de año, algo que se debe especialmente a la baja rentabilidad que ofrecen estos productos en la actualidad, que está en torno a la mitad del nivel de las tasas de referencia oficiales.

Y ese dinero está teniendo varios destinos. En primer lugar, la amortización anticipada de las hipotecas. Ante la subida de las cuotas por el avance del Euríbor, cientos de familias han preferido utilizar sus ahorros para devolver anticipadamente sus préstamos.

En segundo, están llevando su dinero a productos de mayor rentabilidad, como los fondos de inversión. Algo que han incentivado los propios bancos, a los que les sale más rentable comercializar estos productos que un mero depósito a plazo, que no tiene comisiones.