Brotes verdes.

Brotes verdes. Singkham, Pexels.

Mercados

El volumen de estructurados financieros sostenibles se dispara un 145% desde la etapa pre-Covid

Hasta los 12.075 millones de euros, donde Europa controla el 98% de las ventas y EEUU lastra el crecimiento.

30 octubre, 2023 02:48

Los productos estructurados son los grandes desconocidos de la industria financiera. Hay pocos datos públicos sobre ellos, dado que normalmente las entidades los diseñan a medida para sus grandes clientes. Pero si una tendencia clara puede extraerse de este sector, es la sostenibilidad.

El volumen de estructurados que incluyen alguno de los factores ASG (medioambientales, sociales y de gobernanza corporativa) y que llegan a manos de los inversores minoristas ha crecido un 145% desde 2019, hasta los 12.760 millones de dólares (unos 12.075 millones de euros). La irrupción de la pandemia de Covid-19 en 2020 aceleró la penetración de este mercado entre las carteras de los inversores.

Su incremento anual fue del 22% en 2022, un negocio donde Europa controla el 98% de las ventas, con datos extraídos de SRP. Y, dentro del Viejo Continente, uno de los actores más relevantes es BNP Paribas.

En 2014, el banco francés lanzó, en colaboración con el Banco Mundial, una emisión de bonos verdes con protección del capital que además se revalorizaban en función de la evolución de los mercados, con un índice subyacente que integraba los criterios ASG. El emisor fue el Banco Mundial y BNP Paribas actuó de estructurador y distribuidor.

De esta forma, BNP Paribas dio el pistoletazo de salida a una línea de negocio que se ha ido asentando con el paso del tiempo. Estos instrumentos suelen ser adquiridos por aseguradoras, family offices, empresas, otros bancos, gestoras de activos, fondos de capital riesgo o hedge funds.

[Los fondos ASG 'aburren' a los inversores y el dinero empieza a escasear]

El año pasado, BNP Paribas fue el primer banco en emitir notas sociales. En este producto estructurado bajo su programa de funding social y con sello 100% BNP, el subyacente fue el MSCI Eurozone Social Select 30 Index.

Como explica Sara Gómez, responsable del equipo Private Banks & Distributors en BNP Paribas CIB, estas notas perseguían un triple objetivo: garantizar el acceso al empleo a través de pymes que operan en zonas deprimidas; el acceso a la educación mediante préstamos a hogares desfavorecidos, y el acceso a la vivienda con préstamos a los hogares con menos ingresos.

Subida de tipos

En líneas generales, la fuerte y rápida subida de los tipos de interés en los últimos 16 meses es la "gasolina" para estructurar productos financieros con garantía de capital "del 100% o más", según Gómez.

En la tercera edición del informe 'ESG Global Survey' de BNP Paribas, se observa que los datos ASG siguen siendo un aspecto importante para los inversores. Por ejemplo, los análisis incompletos e inconsistentes son citados como una de las barreras más importantes para una mayor adopción de la inversión ASG. Así lo asegura un 71% de los inversores, por delante del 'greenwashing' o 'ecoblanqueo' (61%) o las dificultades para conciliar la ASG con los deberes fiduciarios (53%).

A este respecto, Gómez asegura que, "si bien con respecto al cambio climático ya hay mucha estadística ASG disponible, en biodiversidad apenas hay información y el camino está por recorrer".

Del informe también se desprende la profunda división ideológica que vive Estados Unidos en lo relativo a la inversión sostenible y, en particular, al cambio climático. Si bien el 40% de los inversores a nivel global está preocupado por la oposición política a la inversión ESG, esta cifra aumenta al 48% de los encuestados en EEUU. Y es menos probable que los inversores norteamericanos se hayan comprometido a alcanzar cero emisiones netas para una fecha determinada, como 2050: un 28% frente al 41% a nivel mundial.

"Europa y EEUU no están en el mismo momento o fase, pero hay que estar tranquilos: sí vamos en la misma dirección", confía la ejecutiva de BNP Paribas sobre la hoja de ruta sostenible.