La gobernadora del Banco Central de Turquía,  Hafize Gaye Erkan, en su despacho de Ankara.

La gobernadora del Banco Central de Turquía, Hafize Gaye Erkan, en su despacho de Ankara. Reuters

Mercados

La Bolsa turca se dispara un 147% en un año y multiplica por 25 la subida del S&P 500

De las 100 compañías del índice, más de 70 han multiplicado su valor en el mercado. Sólo cinco de ellas sufren caídas.

27 agosto, 2023 02:36

La Bolsa de Turquía registra una subida meteórica. Su rentabilidad -medida por la evolución del BIST 100, formado por las 100 principales compañías del país- se ha disparado un 147%, multiplicando por 25 el repunte de casi el 6% que en el mismo plazo se anota uno de los principales índices bursátiles como es el S&P 500.

De esas 100 compañías que componen uno de los dos índices de la Bolsa de Turquía -el otro es el BIST 30, selectivo en el que cotizan las 30 mayores compañías turcas-, sólo cinco de ellas sufren descensos en los últimos doce meses.

Por el contrario, 71 de ellas más duplican su valor. Asimismo, la capitalización bursátil de cinco de ellas se ha elevado más de un 500%. La subida de la compañía de tubos y tuberías Borusan Mannesmann supera el 1.000%.

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Entre las mayores compañías turcas -aquellas con una capitalización entre 350.000 y los 200.000 millones de dólares-, las subidas rondan el 200%. La más valiosa de todas ellas, el conglomerado empresarial Koc Holding, se ha revalorizado un 190%.

El notable crecimiento de las principales empresas turcas -todas ellas con presencia internacional y variadas fuentes de ingresos en distintas divisas, especialmente euros- contrasta con el desplome de la lira turca.

Caída de la lira

También desde agosto de 2022, el dólar y el euro han subido más de un 46% y un 59%, respectivamente, frente a la divisa de Turquía.

Esa fortaleza de las empresas del país hace creer a los analistas de XTB que "si se midieran los beneficios y el desempeño del índice turco en dólares, no reflejaría una subida tan desmesurada, pero tampoco estaría lejos de la actual cifra de revalorización del índice".

Todo ello si el análisis se hace teniendo en cuenta los últimos doce meses, es decir, entre agosto de 2022 y agosto de este ejercicio. Sólo en 2023, el BIST 100 sube un 37%, el doble que el S&P 500, por hacer la misma comparación.

"Es difícil encontrar algún gran índice bursátil en cualquier zona geográfica dibujando una evolución similar, más aún si tenemos en cuenta que no está siendo un verano alcista en bolsa", apunta Adrián Hostaled, analista del mencionado bróker.

Inflación

En su opinión, el problema que preocupa tanto al Gobierno de Recep Tayyip Erdoğan -en su caso desde su reelección hace tres meses y al ver que la política que implantó previamente no ha fructificado- como al Banco Central de Turquía es "la desmedida inflación que asola el país que hace de enlace entre Oriente y Occidente".

El pasado mes de julio, la tasa de inflación interanual de Turquía se situó en el 47,83%, frente al 38,21% de junio. Puso así fin a una secuencia de ocho bajadas consecutivas del índice de precios, alejándose sustancialmente de la meta de estabilidad a medio plazo del 5%.

Pese a la extendida inflación global -elevada y pegajosa tanto en el caso de la tasa general como en el de la subyacente-, ningún país de la OCDE tiene que lamentar una espiral inflacionista como la que sufre Turquía.

A pesar de que la inflación todavía se encuentra en niveles elevados, las tasas actuales suponen una importante moderación desde el 72% en el que cerró 2022. Para 2023, el Gobierno turco espera que la escalada de los precios se sitúe en el 25%, muy por debajo del 60% que proyectan la gran mayoría de las casas de análisis. "La cifra final difícilmente consolidará por debajo del 45%", cree Hostaled.

Bajadas de tipos

Tras la irrupción de la Covid-19, el Banco Central de Turquía implementó una política monetaria contraria a la de los grandes bancos centrales, con la intención de satisfacer al presidente Erdoğan, quien exigía seguir favoreciendo el crecimiento a toda costa. El organismo bajó tipos de interés para situarlos en cotas muy bajas desde el prisma de la economía turca.

De esta forma, los tipos de interés pasaron del 13%, porcentaje en el que se situaban en agosto de 2022, al 8,5% en febrero de este año. Ese fue el último recorte de las tasas de referencia, pero la inflación ya estaba desbocada.

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"La argumentación por parte del Gobierno para implantar esta agresiva dinámica fue que buscaban instaurar un nuevo modelo económico centrado en generar un superávit comercial, un superávit de cuenta corriente y mantener un elevado crecimiento ligado a unas bajas cifras de desempleo", explica el experto de XTB.

El propósito del Erdoğan venía motivado por el hecho de que Turquía, aprovechando el enclave geográfico que ocupa, ha actuado como un país netamente exportador, habitualmente con la mira puesta en las holgadas economías del Viejo Continente, con las que mantiene una política aduanera beneficiosa para ambas partes.

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"Este escenario de maximización nacional provoca que, aunque su moneda local está perdiendo mucho poder adquisitivo y la inflación se sitúe en cotas mayúsculas, prosiga el irregular pero continuado crecimiento de su PIB y también de su PIB per cápita que ya se extiende desde los últimos 20 años a esta parte", recuerda el mismo experto.

Sin embargo, ya en junio, y tras confirmarse que Erdogan revalidaba su cargo para un tercer mandato al lograr la victoria electoral en segunda vuelta, el Banco de Turquía subió los tipos de interés. Pasaron del 8,5% al 15%.

1.650 puntos básicos

Esta agresiva subida de 650 puntos básicos no ha sido la única. El Banco Central de Turquía, de la mano de su gobernadora Hafize Gaye Erkan, elevó los tipos de interés 250 puntos en julio. Ya estaban en el 17,5%.

El que por ahora es el último incremento llegó esta misma semana. Las tasas de referencia en Turquía alcanzaron el 25%, su nivel más elevado desde 2004. En total, la institución ha incrementado los tipos de interés 1.650 puntos básicos en poco más de dos meses.

A pesar de esta extraordinaria subida de tipos, ni el Gobierno de Turquía ni su Banco Central han conseguido su objetivo de reducir la inflación. Pero "es pronto para evaluar su efecto dado que si bien posiblemente se logre una disminución en los datos, es un proceso que necesita meses para producir los resultados", apunta el analista de XTB.

En el bróker esperan que el Banco Central de Turquía eleve el precio del dinero al menos una vez más en lo que resta de 2023.