Apertura con descensos en Wall Street. Los principales índices de la Bolsa de Nueva York inician la sesión en negativo, afectados por los resultados de Home Depot y tras la publicación del último dato de ventas minoristas de Estados Unidos. La atención de los inversores seguía centrada en las negociaciones sobre el techo de deuda.

Antes del inicio de la sesión al otro lado del Atlántico también se ha conocido que las ventas minoristas de Estados Unidos fueron en abril más débiles de lo esperado. Subieron un 0,4% en el cuarto mes del año, frente al 0,8% anticipado por los analistas.

Además, la caída registrada en marzo fue más abultada de lo inicialmente contemplado, al pasar del -0,6% al -0,7%.

Los datos recientes han apuntado a una ralentización de la economía estadounidense, que está empezando a sentir el calor de la restrictiva política monetaria de la Reserva Federal, y también han aumentado las expectativas sobre cuándo pausará el banco central estadounidense su ciclo de subidas.

La presidenta del Banco de la Reserva Federal de Cleveland, Loretta Mester, afirmó el martes que el banco central estadounidense mantiene su compromiso de reducir la inflación, pero no ofreció ningún comentario sobre las medidas de política monetaria a corto plazo.

Tras el toque de campana, el Dow Jones bajaba un 0,53%, hasta el 33.172,51 puntos; el S&P 500, un 0,33%, hasta los 4.122,54 puntos, y el Nasdaq, un 0,07%, hasta los 12.356,03 puntos.

A pesar de Nike lideraba las caídas del Dow Jones, los focos estaban puestos sobre Home Depot. El gigante estadounidense del bricolaje caía un 1,51%, el segundo mayor descenso del selectivo, tras informar de que obtuvo un beneficio neto de 3.873 millones de dólares (3.555 millones de euros) en su primer trimestre fiscal de 2023, lo que supone una caída del 8,5% en comparación con el resultado contabilizado en el mismo periodo de 2022.

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Para 2023, The Home Depot avisa de que la "continuada incertidumbre en la demanda de los consumidores", han llevado a la compañía a actualizar a la baja su pronóstico anual. De esta manera, las ventas se contraerán entre un 2% y un 5% en el conjunto del año, si bien Decker se ha mostrado confiado en la mejora del sector ya "en el medio a largo plazo".

Las acciones de su rival Lowe's Companies caían un 3,2%, mientras que el gigante minorista Walmart cedía un 0,4%.

Techo de deuda

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el principal congresista republicano, Kevin McCarthy, se reúnen este martes para intentar avanzar hacia un acuerdo que permita elevar el techo de deuda estadounidense, de 31,4 billones de dólares, y evitar un impago que sería catastrófico para la economía del país.

Tienen poco tiempo para llegar a un acuerdo. El Departamento del Tesoro reiteró el lunes su advertencia de que podría quedarse sin dinero para pagar todas sus facturas tan pronto como el 1 de junio, lo que daría lugar a un impago que, según los economistas, probablemente desencadenaría una fuerte recesión económica.

No es la primera vez que Estados Unidos se encuentra en una situación así. En 2011, el país ya se enfrentó una rebaja de su calificación crediticia al retrasarse el acuerdo para elevar el techo de deuda. Entonces, la confianza de los consumidores cayó entonces más de un 20%, mientras que el S&P 500 se desplomó un 17% y los intereses de los préstamos hipotecarios y automovilísticos se dispararon.

El punto muerto en el que se encuentran las negociaciones entre demócratas y republicanos ha llevado a que el coste de asegurar la inversión en deuda pública estadounidense -medido a través de los conocidos como CDS, los credit default swaps- han alcanzado máximos históricos.

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Según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada el pasado lunes, tres cuartas partes de los estadounidenses temen que un impago se cobre un alto precio en familias como las suyas.

A pesar del miedo de los ciudadanos, "hay pocas posibilidades de que hoy se resuelva el problema del techo de la deuda estadounidense", según señalan desde Swissquote Bank y recoge Reuters.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, volvió a reiterar el lunes que su departamento solo podrá pagar las facturas del país hasta el 1 de junio sin un aumento del límite de deuda, lo que aumenta la presión sobre los republicanos en el Congreso y la Casa Blanca para que lleguen a un acuerdo en los próximos días.

Yellen dijo que la crisis de 2011 -cuando los congresistas elevaron el límite de la deuda poco antes de que el Gobierno tuviera que dejar de hacer pagos- mostró las graves repercusiones de no actuar antes.