El Ibex 35 ha terminado esta semana con un descenso acumulado del 1,18%. Se ha tratado, por tanto, de la primera caída semanal del selectivo de la Bolsa española, que había logrado enlazar cinco subidas semanales consecutivas. Los comentarios de algunos miembros de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y del Banco Central Europeo (BCE) sobre las próximas subidas de tipos han marcado el devenir de las bolsas en las últimas sesiones.
A la incertidumbre en torno a qué niveles llegarán las tasas de referencia a uno y otro lado del Atlántico, este viernes se ha sumado la fuerte caída de Inditex. Con ambos factores sobre la mesa, el Ibex 35 ha cerrado el viernes con una bajada del 1,36%, situándose en los 9.117,4 puntos. Y podría haber sido peor, ya que en algunos momentos de la jornada ha llegado a perder el nivel de los 9.100 enteros.
Exactamente, las acciones de Inditex han caído un 4,58%, después de que en la noche del jueves la compañía comunicase un acuerdo para mejorar los salarios de su plantilla en España. Coincidiendo además con el desplome de Adidas, de casi el 12%, esta ha sido la peor sesión bursátil de la firma textil desde marzo de 2022.
[Consulte aquí las claves operativas del Ibex 35, según el analista Eduardo Bolinches]
Tras el de Inditex, los mayores descensos han sido los de Meliá y los de IAG, del 4,53% y del 4,05%, respectivamente.
Por el contrario, solo seis compañías han terminado la jornada al alza. Las subidas más abultadas han sido las de Repsol, del 4,08%; Sacyr, del 2,14%, y Mapfre, del 1,61%.
Las bolsas europeas también han puesto un broche negativo a una semana de caídas. Y lo mismo sucedía en Wall Street, donde el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq bajaban hasta un 0,6% tras la apertura de la sesión.
Los índices estadounidenses se veían también abocados a cerrar la semana en negativo. Tras un fuerte inicio de año, las dudas se desataron el pasado viernes, cuando los inversores interpretaron unos sólidos datos sobre el mercado laboral de Estados Unidos como una señal de que la Fed tendrá que mantener los tipos de interés más altos durante más tiempo.
A favor de ese escenario se han pronunciado varios miembros de la institución. El martes tomó la palabra su presidente, Jerome Powell, quien en un acto público insistió en que si el mercado laboral estadounidense se mantiene muy vigoroso o la inflación persiste en cotas elevadas, "se tendrán que subir los tipos con más rapidez".
Powell también incidió en que el proceso de desinflación ya ha comenzado, "aunque llevará tiempo", algo de lo que ya avisó la semana pasada, cuando la Fed acordó la primera subida de tipos de 2023 hasta el rango objetivo del 4,5% y 4,75% y avanzó otros dos incrementos para este año.
IPC de EEUU
En este sentido, y tal y como señalan los analistas de Link Securities, los inversores comienzan a centrar ya su atención en la inflación estadounidense de enero, una referencia que se dará a conocer el próximo martes y “que puede ser importante para determinar el comportamiento de la renta variable occidental en el corto plazo”.
Estos expertos insisten en que “por el momento”, no identifican “ningún nuevo catalizador que permita a los principales índices superar en el corto plazo las importantes resistencias a las que se enfrentan a sus actuales niveles”.
Es por ello por lo que siguen “defendiendo que estos mercados entrarán en una fase de consolidación que, en el corto plazo puede conllevar, además, una pequeña corrección, dados los actuales niveles de sobrecompra que presentan los índices y muchos valores”.
“No obstante, intentar determina el timing de los mercados es siempre muy complicado y, normalmente, lleva a los inversores a cometer errores de bulto”, explican. Y por ello aconsejan “mantener posiciones, al menos hasta que no se confirme un deterioro importante del aspecto técnico de los mercados”, algo que no esperan “que ocurra por el momento”.
De China a Reino Unido
Mientras los inversores esperan ya el IPC de Estados Unidos, antes de la apertura de la sesión de este viernes se ha conocido el de China. La inflación china aumentó un 2,1% interanual en enero por la celebración del Año Nuevo Lunar y el final de la política nacional de 'cero covid', factores que impulsaron el consumo, especialmente el de comida.
Por su parte, el índice de precios a la producción (IPP), que mide los precios industriales, cayó un 0,8%.
Por otro lado, el producto interior bruto (PIB) del Reino Unido se mantuvo plano (0,0%) entre octubre y diciembre de 2022, por lo que ha evitado entrar en recesión. El sector servicios, considerado el pulmón económico del país, no creció en el trimestre, mientras que el industrial bajó el 0,2% y la construcción se benefició de un ligero ascenso del 0,3%.
El euro caía frente al dólar y se cambiaba a 1,06 ‘billetes verdes’. La confianza del consumidor subió en Estados Unidos en febrero. Lo hizo por tercer mes consecutivo, aunque sigue contenida por la preocupación por la elevada inflación y los efectos de la ralentización económica en el mercado laboral.
El petróleo Brent repuntaba un 2,2%, hasta los 79,78 dólares por barril. La cotización del crudo de referencia en Europa se recuperaba del descenso del jueves, registrado tras conocerse que los inventarios de crudo estadounidenses continúan en niveles máximos en los últimos meses.
Por el contrario, Moscú ha comunicado este viernes que reducirá la producción de crudo en 500.000 barriles diarios (bd) en marzo tras el tope impuesto por el G7, Australia y la Unión Europea (UE) al petróleo y los derivados rusos por su "campaña militar" en Ucrania.
El viceprimer ministro, Alexander Novak, ha dicho a los medios locales, según la agencia oficial TASS, que la reducción de la producción ayudará a restaurar las relaciones de mercado.
La rentabilidad del bono español a 10 años escalaba al 3,4%, mientras que la prima de riesgo de España avanzaba a 103,1 puntos básicos.
