Un montaje sobre FTX.

Un montaje sobre FTX. Reuters.

Mercados

Auge y caída de FTX: así se ha desmoronado el imperio del ‘Warren Buffett’ de las cripto

La quiebra ha afectado a miles de inversores, fondos y compañías del sector.

20 noviembre, 2022 02:47

Importantes líderes políticos y empresariales del panorama internacional se verán las caras el próximo 30 de noviembre en un encuentro organizado por The New York Times. El rotativo también invitó a la cumbre a Sam Bankman-Fried, el fundador y exconsejero delegado de la plataforma de intercambios de criptodivisas FTX. Obviamente, mientras organizaba el evento, el rotativo no pudo prever lo que sucedería poco después.

FTX protagonizó hace algo más de una semana la que puede ser una de las mayores quiebras de la historia de Estados Unidos, posiblemente la mayor de todas ellas desde que en 2001 cayó la energética Enron, tal y como ha señalado John J. Ray III, encargado de ambos procesos.

Pero recapitulemos. El pasado 2 de noviembre el portal CoinDesk publicó un informe en el que aireaba que Alameda, la pata inversora del imperio de Bankman-Fried, tenía una gran parte de su cartera, unos 3.660 millones de dólares (3.542 millones de euros al tipo de cambio actual), invertidos en FTT, el token de FTX.

Cronología

Quizá haya que echar la vista un poco más atrás, hasta hace unos meses, cuando SBF -como se hace llamar Bankman-Fried en redes sociales- impulsaba en Washington una ambiciosa agenda regulatoria para los activos digitales mientras criticaba en Twitter a Chanpeng Zhao, CEO de Binance, la mayor plataforma de criptodivisas del mundo.

Con estos antecedentes, el señor Zhao no tuvo piedad y, tras la publicación de CoinDesk, anunció que su compañía se desharía de los FTT que poseía, correspondientes a unos 580 millones de dólares (561 millones de euros).

El movimiento de Binance fue seguido por miles de inversiones y el token se desplomó en unas horas, provocando que FTX entrase en una importante crisis de liquidez.

Bankman-Fried no tuvo más remedio que recurrir al propio Zhao para intentar salvar la compañía. Ambas empresas firmaron un acuerdo no vinculante por el que Binance se hacía con FTX y así proteger a sus usuarios. BSF tuvo que agradecer la intervención de su rival.

Si la adquisición fue anunciada el 8 de noviembre, solo un día después fue cancelada. Tras analizar las cuentas de FTX, Binance se echó atrás. En un escueto mensaje a través de su perfil de Twitter, el consejero delegado de Binance lamentó el fracaso de la transacción. "Es un día triste. Lo intentamos, pero...", afirmó el directivo. La suerte ya estaba echada.

Según informó Bloomberg, en una conferencia con inversores previa a la adquisición, Bankman-Fried habría cifrado en unos 8.000 millones de dólares (7.743 millones de euros) el agujero de la plataforma, incluyendo la necesidad de alrededor de 4.000 millones de dólares (3.872 millones de euros) para que la firma pudiese mantener su solvencia.

En ausencia de la inyección de liquidez necesaria, FTX, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares (30.973 millones de euros), pidió acogerse al proceso de bancarrota en Estados Unidos. Tras ello, SBF dimitió.

El movimiento se dio a conocer horas después de que las autoridades de Bahamas, donde FTX tiene su sede, congelasen los activos del grupo y diesen los primeros pasos para nombrar a un encargado de liquidar una de sus entidades.

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Fue en 2021 cuando FTX desembarcó en el archipiélago procedente de Hong Kong, donde había comenzado a operar y se había establecido como una de las plataformas de más éxito en el sector de las criptomonedas. Su estructura estaba formada por varias filiales y 130 empresas afiliadas.

Entre ellas se encuentra la mencionada Alameda, a la que, según publicó The Wall Street Journal, prestó gran parte de los fondos depositados por los clientes de FTX. La firma de inversión los usó en operaciones con elevado riesgo y su 'deuda' con la plataforma se elevó hasta los 10.000 millones de dólares (9.679 millones de euros).

Peor que Enron

John J. Ray III, actual CEO de FTX y el encargado de dirigir la quiebra, indicó hace unos días en un expediente judicial del tribunal de Delaware que nunca había visto "un fallo tan completo de los controles corporativos y una ausencia tal de información financiera fiable".

La situación, en su opinión, es incluso peor que la de Enron, cuya caída en 2001 supuso un auténtico escándalo financiero. En el caso de FXT, en algunas de sus filiales así como en Alameda, habría encontrado la "integridad de sistemas comprometida", "supervisión regulatoria defectuosa" y una "concentración de control en manos de un grupo muy pequeño de personas sin experiencia".

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FTX no tenía libros contables, registros o controles de seguridad adecuados para los activos digitales y usó software para "ocultar el mal uso de los fondos de los usuarios". Además, le dio un trato especial a Alameda, subrayó Ray en el documento recogido por varios medios estadounidenses.

La compañía tampoco contaba con un departamento de contabilidad propio. Ni siquiera poseía "una lista precisa" de sus propias cuentas bancarias, ni un registro completo de sus empleados.

Además, FTX usó "una cuenta de correo electrónico grupal no segura" para administrar las claves de seguridad de sus activos digitales.

Los fondos del grupo se utilizaron "para comprar casas y otros artículos personales" para trabajadores y asesores y los pagos se aprobaron mediante el uso de "emoticonos personalizados" en un chat, tal y como expresó Ray ante el tribunal y recogió Financial Times.

Quién es SBF

Hijo de dos profesores de Derecho de Stanford (EEUU), tras estudiar Física en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (el conocido como MIT), en 2017 SBF creó su primera empresa: Alameda Research.

Coincidió en el tiempo con el fuerte rally que registró el bitcoin, que pasó de valer 2.500 dólares a casi 20.000. Fue entonces cuando vio la oportunidad. Comenzó a comprar bitcoin en Estados Unidos para venderlos en Japón por un 30% más al aprovechar la diferencia de precios, la conocida como 'prima kimchi'.

Sam Bankman-Fried, ex CEO de FTX.

Sam Bankman-Fried, ex CEO de FTX. Bloomberg/Getty Images.

"Me involucré en las criptomonedas sin tener idea de qué eran", confesó a Forbes este millennial de 30 años. El siguiente paso fue fundar su propia plataforma de intercambio y en 2019 vio la luz FTX.

Consultado en diferentes medios como gurú de los activos digitales, el conocido como Warren Buffett de las criptodivisas se presentó el pasado verano, en plena oleada de quiebras y problemas de diferentes plataformas del sector, como un auténtico caballero blanco.

Concedió amplias líneas de crédito para garantizar la viabilidad de firmas como Voyager Digital o BlockFi y se especuló con la posibilidad de que se hiciera con el bróker Robinhood, del que poseía un 7,6%.

Poseía porque la habría perdido tras haberla designado como aval en algunos préstamos a los que no ha podido hacer frente. El colapso de FTX se ha llevado por delante en sólo unos días la enorme fortuna acumulada por su fundador, que llegó a estar estimada en 26.000 millones de dólares (25.159 millones de euros).

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El índice de multimillonarios de Bloomberg, que calcula en tiempo real el dinero que tienen los más ricos del mundo, atribuía a Bankman-Fried una fortuna de casi 16.000 millones de dólares (15.482 millones de euros) antes de la caída de FTX. Después, se redujo a cero.

Pero las implicaciones van mucho más allá de la desaparición de la fortuna de SBF. Por ejemplo, les ha hecho un agujero a fondos y entidades tan destacadas como Sequoia Capital, Tiger Global Management o SoftBank, todos ellos inversores de la compañía.

Implicaciones

Sequoia Capital redujo a cero el valor de su posición en FTX, subrayando que su exposición "es limitada"; mientras que Temasek, el fondo soberano de Singapur, ha reconocido una pérdida de unos 265 millones de euros.

En total podría tener más de un millón de acreedores en todo el mundo, frente a los menos de 100.000 de los que la plataforma informó al inicio del proceso de bancarrota.

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La onda expansiva también se ha extendido por su sector. El banco de inversiones en criptoactivos Genesis Global Trading suspendió temporalmente la iniciación y amortización de préstamos en su unidad crediticia, Genesis Global Capital, por una falta de liquidez.

A raíz de ese movimiento, Gemini -la firma de los famosos gemelos Winklevoss- pausó las retiradas de dinero de un programa conjunto que ofrece junto a Genesis llamado Earn, en el que los usuarios ganan altos intereses al depositar sus criptomonedas.

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Otra de las fichas de dominó tocadas es la plataforma BlockFi, que reconoció tener una "exposición importante" tanto a FTX como a Alameda Research como consecuencia de su rescate.

Mientras tanto, tal y como recogió la agencia Efe, un grupo de inversores en Estados Unidos han interpuesto en Miami (Florida) una demanda colectiva contra FTX, Sam Bankman-Fried y varias celebridades que promocionaron la plataforma, entre las que se encuentran la estrella de fútbol americano Tom Brady y el jugador de la NBA Stephen Curry.

Según el medio NBC, los denunciantes acusan a la plataforma de captar a "inversores poco sofisticados en todo el país" y de causarles daños económicos que ascienden a 11.000 millones de dólares (10.644 millones de euros).

Además de autoridades de Bahamas, reguladores estadounidenses como la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC) y el Departamento de Justicia se han puesto manos a la obra y están investigando los posibles delitos cometidos por FTX y Bankman-Fried en pleno auge de su criptoimperio.