Símbolos de varias criptomonedas en la Exposición Internacional Financiera de Taipei.

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Mercados

Las stablecoins: cuando la ausencia de volatilidad no exime del riesgo

Una moneda estable avalada por otras inversiones se aleja mucho del propósito original de las criptos.

21 octubre, 2021 05:30

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Una stablecoin es una criptomoneda creada con la finalidad de que su valor permanezca estable. La realidad es que es un punto intermedio para los que especulan en las criptos tradicionales no tengan que cambiar a dólares, euros, yenes, etc. cada vez que venden alguna, ya que su intención es volver a comprar pronto.

Se calcula que un 60% de todas las transacciones de bitcoins pasan por theter, la stablecoin más conocida

Para que las stablecoins sean estables deben estar respaldadas por otros activos que les ofrezcan esa “estabilidad”.  Existen tres tipos: 

Respaldadas con monedas ‘fiat’: En esta categoría están Tether y TrueCoin, ambas respaldadas por el dólar estadounidense y gestionadas por sendas empresas que ejercen de entidad central. El caso de Tether es uno de los de mayor éxito.

Para utilizarla, los clientes pueden depositar dólares estadounidenses en la plataforma y recibir a cambio ‘tokens’ de la compañía, llamados USDT, que pueden utilizar como cualquier otra criptomoneda, ya sea para intercambiar bienes en las plataformas digitales que la acepten o para invertir. 

La compañía afirma que cuenta con suficientes dólares “de reserva” que sirven de garantía de depósito para los usuarios de la plataforma. La idea es que, siempre que lo deseen, los usuarios deberían poder volver a intercambiar sus USDT por dólares sin verse afectados por fluctuaciones de precio como las que suelen darse en las otras criptomonedas gracias a que su precio está virtualmente “anclado” al del dólar. 

Respaldadas con otra criptomoneda: Son las más controvertidas (y menos usadas), ya que emplean otras criptomonedas para mantener su valor estable. Existen distintos mecanismos para perseguir este objetivo. Un ejemplo es DAI, una criptomoneda que emplea la plataforma Ethereum y el valor del 'ether' para mantener su criptomoneda “pegada” a la del dólar. 

En este caso los usuarios no compran directamente la criptomoneda DAI, sino que la “generan” a cambio de 'ethers' que intercambian en la plataforma a modo de depósito. Para evitar que la fluctuación del 'ether' produzca volatilidad en su stablecoin, los usuarios deben dejar en depósito más 'ethers' de los necesarios.

A este mecanismo se le llama “sobrecolateralización” e implica dejar un exceso de depósito a cambio de algún tipo de financiación para reducir el riesgo. De esta forma, los usuarios podrían “protegerse” de la posible caída del valor de esta criptomoneda. 

Respaldadas con otros bienes (oro, inmuebles, etc.): En estos modelos la criptomoneda mantiene su valor estable al “anclarlo” al precio de un bien como el oro. Es el caso de G-Coin, una plataforma de ‘tokens’ que equivalen a un gramo de oro físico cada uno. La compañía asegura que el oro está almacenado de forma segura y que emplean ‘blockchain’ para garantizar que el material procede de zonas libres de conflicto.

Según la firma, sus ‘tokens’ pueden intercambiarse por oro físico, emplearse como depósito de valor o usarse como otras criptomonedas para realizar determinados pagos digitales. 

Incluso las hay que no tienen ningún tipo de respaldo. No están asociadas a ningún valor externo, sino que emplean únicamente algoritmos para evitar las fluctuaciones de precio. En estos modelos, es la propia cadena de bloques la que controla la volatilidad de las monedas mediante algoritmos y ‘smart contracts’. La más famosa es USDX. 

Basecoin, de esta categoría, es un prueba de que las criptomonedas aún son incompatibles con ciertas regulaciones estatales. Su ‘stablecoin’, 'basis', contaba con el respaldo, además de por los ‘smart contracts’de un conjunto de algoritmos que replicaba la política monetaria de un banco central, pero el pasado 13 de diciembre sus creadores se vieron en la obligación de anunciar que daban por terminado el proyecto, devolviendo los 133 millones de dólares ya levantados en rondas de financiación, al ser conscientes de que no iban a poder salvar los obstáculos presentados por la regulación estadounidense. 

Recelos 

La idea de las stablecoin contrasta con la visión que tuvo el creador del bitcoin, cuyo seudónimo es Satoshi Nakamoto: la criptodivisa se intercambiaría entre usuarios, sin intermediarios ni nadie que controle las operaciones

Además, tal y como se plantea, parece que las stablecoins son muy similares a los bancos centrales, que emiten monedas y nosotros confiamos en su valor. Es por eso que cada vez más voces denuncian la vulnerabilidad de ellas y exigen más y más regulaciones. 

Por ejemplo, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) abrió el pasado mes de julio una investigación a la 'fintech' Circle, conocida por ser la creadora de la stablecoin USDC, la segunda mayor criptodivisa de valor estable del mercado, solo por detrás de tether.

Circle es el creador del consorcio Centre, el organismo encargado de administrar la 'stablecoin' USDC, cuyo valor está respaldado por el dólar, de forma que cada unidad de dicha criptodivisa siempre tiene un valor de un dólar. Posteriormente, a Centre se unieron otras empresas como la plataforma de intercambio de criptomonedas Coinbase y el fabricante de equipos de minería de criptodivisas Bitmain.

Este mes, al hilo de los rumores sobre posibles inversiones en Evergrande, Tether Holdings, la stablecoin de mayor capitalización y que se compromete a tener un dólar por cada uno de los más de 68.000 millones de 'criptodólares' que ha emitido, confesó que tiene invertida parte de esa cifra en deuda china (aunque afirma que no de Evergrande). Y no ha ido muy bien últimamente. 

También tiene inversiones en otras empresas de criptomonedas, por las que actualmente gana bastante. Según la compañía estaría ganando hasta un 6% de interés en esas inversiones, lo que podría suponer unos 1.800 millones de dólares de beneficios anuales.

El riesgo, por supuesto, es que alguna de esas inversiones no funcione. Una quiebra generalizada podría suponer grandes pérdidas en las reservas de la empresa, cuyos tethers son una de las piezas clave del ecosistema de criptomonedas. Y si las reservas no cubren todas las unidades emitidas, se arriesga a un pánico bancario. 

La Fiscalía de Nueva York, de hecho, ya denunció que Tether había estado usando sus reservas para cubrir agujeros en su empresa hermana, la casa de cambios de criptomonedas Bitfinex, durante 2017, y el Departamento de Justicia de EEUU está investigando a la compañía. 

Sin ir más lejos, el viernes pasado La Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas de Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en inglés) ha impuesto una multa de 41 millones de dólares a Tether, emisora de la stablecoin del mismo nombre, por haber mentido a los inversores sobre las reservas de respaldo que mantenía para dicha divisa digital.

La Comisión ha concluido que entre 2016 y 2018, Tether únicamente contó con suficientes dólares de respaldo el 27,6% de los días. Además, el regulador ha averiguado que Tether incluía como respaldo cuentas a cobrar no garantizadas y activos que no eran divisas fiduciarias. La empresa también mintió a los inversores sobre que pasaba auditorías profesionales y rutinarias para demostrar ese nivel de reservas.

Por cierto, está registrada en las Islas Vírgenes Británicas, un paraíso fiscal

Los defensores dicen que las monedas estables ofrecen un depósito de valor más fiable que otros tokens sujetos a cambios bruscos de precios, facilitan el comercio y podrían transformar el procesamiento de pagos para los consumidores.

A los escépticos les preocupa que los emisores no mantengan garantías suficientes para cubrir el tipo de cambio de estos activos, lo que representa un riesgo para la estabilidad del sistema financiero en ausencia de regulación. 

Competencia a los bancos centrales 

Gary Gensler, presidente de la Comisión de Bolsa de Valores, ha dejado claro que no es un fanático de las stablecoin o monedas estables. Este experto ha asegurado que las criptomonedas cuyo tipo de cambio se indexa al dólar estadounidense son un peligro para los inversores, puesto que tienen una viabilidad cuestionable a largo plazo. 

"Estas monedas estables están actuando casi como fichas de poker en el casino en este momento", aseguró durante una entrevista en 'Washington Post Live'. Sin una supervisión más estricta, explica el principal regulador de Wall Street, "la gente puede lastimarse". Los activos digitales han ocupado un lugar central en un debate cada vez más intenso sobre el papel de Washington en la regulación de la industria de la criptografía. 

La función del tether como proveedor de liquidez asemeja a la compañía que emite USDT, Tether Ltd., a un banco central

Incluso expertos y defensores de las criptomonedas advierten sobre su “desmesurado poder” y que puede suponer un cuello de botella para todo el mercado. Y esto podría tener consecuencias no deseadas, como explicó en un extenso informe el analista Josh Younger, un experto del banco de inversión JP Morgan

"Si surgiera algún problema que pudiera afectar la voluntad o la capacidad de los inversionistas para usar USDT, el resultado más probable tendría consecuencias en la liquidez del mercado de criptomonedas que podría verse amplificado por su impacto desproporcionado el trading de alta frecuencia, que dominan los flujos", afirmó. 

Un futuro de crecimiento 

Fitch Rating considera que las stablecoins, como Tether, ganarán relevancia en el corto plazo en los mercados de crédito debido a su posesión de valores a corto plazo que respaldan monedas en circulación.

La firma estima que las 'stablecoins' poseen entre el 3% y el 5% del mercado total de pagarés de Estados Unidos, lo que equivale a unos  950.000 millones de euros a finales de junio de este año.

Fitch Rating explica en un informe que si bien hay un gran número de stablecoins en el mercado, solamente seis de ellas tienen una capitalización por encima de los 1.000 millones de dólares. Aun así, la firma estima que el crecimiento de la capitalización de estos activos ha aumentado un 420% a fecha de 30 de septiembre de este año.

Por otra parte, Fitch ha criticado la "limitada transparencia" de las stablecoins: Theter, por ejemplo, informa trimestralmente. "La información de la cartera es limitada, en general, y no es directamente comparable", advierte.

En resumen, si las stablecoins de mayor uso y éxito deben tener inversiones que respalden su teórica convertibilidad pegada al dólar, como en el caso del USDT por ejemplo, en el fondo son como un fondo de inversiones que, al más puro estilo tradicional, ganará o perderá patrimonio en función de cómo lo gestione.

Si además parte de esas inversiones son en criptomonedas, la volatilidad de sus resultados va en contra de esa estabilidad que se supone deben generar, por lo que es de suponer que el afán regulatorio para que esto se garantice, se materializará muy pronto en normas muy estrictas.

Mientras tanto, como pasa en todos los mercados, virtuales y no virtuales, si el precio de los activos sube, todos contentos. Veremos qué pasa si bajan.