El cisne negro que muchos analistas esperaban este año tenía nombre propio: Covid-19. La irrupción del coronavirus y el miedo a sus nefastos efectos sobre la economía ha arrebatado al Ibex 35 la friolera de 161.031 millones de euros en el que ha sido el peor arranque anual de su historia. El índice rey de la bolsa española cierra el primer trimestre con la pérdida de un 28,9% de su capitalización.

Ni la crisis de deuda periférica en la Eurozona del año 2012, ni los atentados terroristas del 11-S en 2001. Ni siquiera la crisis financiera global desatada a consecuencia del hundimiento de Lehman Brothers en 2008 había resultado en un castigo tan abultado para el Ibex. En los tres primeros meses del año que terminan este martes, ha visto como sus 35 cotizadas se han depreciado una media del 29,7%. Casi un tercio de su valor se ha volatilizado con el avance del virus de Wuhan.

El Ibex 35 ha pasado de estrenar el año con una capitalización conjunta de casi 605.200 millones de euros a despedir marzo con un valor de apenas 444.165 millones de euros. Una abultadísima brecha calculada a razón de la dispersión accionarial que muestran las compañías que lo integran a día de hoy: 69.983,1 millones de acciones.

La avalancha vendedora se ha concentrado en la recta final de febrero y el mes de marzo, un tiempo en el que el Covid-19 ha ido traspasando una frontera tras otra hasta convertirse en una pandemia que pone a la economía mundial al borde de la recesión. Un abismo que es más evidente en los casos de Italia y España, donde se ha decretado el cierre de toda actividad no esencial.

Ningún sector ha escapado de esta estampida inversora, si bien los valores financieros y los más vinculados al sector turístico se han llevado la peor parte por el impacto que descuentan en su negocio. Los primeros por una mayor y más profunda duración del entorno de tipos en mínimos históricos. Los segundos porque es difícil calcular cuando se podrán recuperar los flujos de viajeros ahora desaparecidos.

Castigo para el turismo y los bancos

De entre este último grupo, dos tienen el dudoso honor de colgarse la medalla de oro y bronce en cuanto a destrucción de valor bursátil. El holding de aerolíneas hispano-británico IAG se deja un 66,2% de su capitalización, algo más de 9.525 millones de euros, en este trimestre de sangría. Mientras tanto, Meliá Hotels sufre la pérdida de un 50,6% de su valor. En otras palabras, la volatilización de 914,2 millones de euros de capitalización.

Entre medias de las dos, el Sabadell entrega un 50,6% de su valor, lo que se traduce en casi 3.213 millones de euros. Muy cerca en este ingrato ranking se quedan Bankinter (quinto) y Bankia (sexto), con la pérdida de un 48,8% y un 46,5% de su valor bursátil. En números redondos, y respectivamente, se trata de la desaparición de 2.865 y 2.715 millones de euros.

Los pesos pesados del índice no se libran de las embestidas bajistas de la pandemia. Inditex se deja en los tres primeros meses del año un 24,8%, que equivale a 24.279 millones de euros, la cifra más abultada en números redondos.

Banco Santander sufre un deterioro del 21,8% que le arrebata 13.535 millones de euros en capitalización. Iberdrola es la que mejor aguanta el tipo, pero aún así el pánico inversor le resta 424,6 millones de euros, un 0,73% de su valor bursátil.

Tres que se salvan

El acumulado trimestral es mejor que en la eléctrica que preside Ignacio Galán solo en tres compañías, las que consiguen esquivar el golpe. Acciona (+3,8%), Viscofan (+2,7%) y Cellnex (+8%) consiguen reforzar su valor a contracorriente en 194,7 millones, 127,4 millones y 919,9 millones de euros, respectivamente.

De regreso a las más castigadas, pero ahora por volumen de capitalización en euros, BBVA es el valor más castigado por detrás de Inditex. El banco que preside Carlos Torres se ha dejado en este trimestre cerca de 13.786 millones de euros, un 41,5% de su valor en bolsa. Su principal comparable del parqué, Banco Santander, es el tercero en este podio.

Amadeus (-40,7%), Telefónica (-33%) y Aena (-41,6%) completan la lista de las que se dejan más de 10.000 millones en este fatídico arranque de año.

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