Mercados

El coronavirus hace un roto en la riqueza financiera de las familias, ¿cómo superarlo?

Los expertos aconsejan paciencia y pensar a largo plazo a los ahorradores que han perdido un tercio de su inversión en bolsa en apenas tres semanas.

16 marzo, 2020 03:25

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La crisis del coronavirus no solo amenaza con frenar en seco la actividad económica del país debido al estado de alarma decretado por el Gobierno para frenar los contagios. La situación que viven los mercados financieros también puede agravar, y mucho, la esperada desaceleración en la primera mitad del año.

La fuerte volatilidad y el pánico vendedor se ha saldado esta semana con pérdidas del 20% para el Ibex 35, que el jueves vivió la peor sesión de su historia con una caída de más del 14%. Sin embargo, los números rojos vienen de lejos en el mercado de renta variable. Una situación a la que los inversores no estaban acostumbrados en pleno ciclo alcista que, a principios de año, parecía no tener techo.

Muchos han sido los ahorradores que, en los últimos años, han apostado por la renta variable para no perderse la ‘época dorada’ de las acciones. Según datos del Banco de España, aunque los depósitos siguen copando el ahorro financiero de las familias, la inversión directa en renta variable (sin contar la realizada a través de otros productos como los fondos de inversión) mantiene un peso del 15% sobre el total.

El papel del regulador

Ahora, el fuerte desplome de las bolsas mundiales ha vuelto a poner en entredicho el papel de los reguladores para proteger a esos ahorradores que, aunque saben que se trata de activos de riesgo, esperaban una actuación más contundente para frenar los desplomes.

Herramientas para ello existen, como la prohibición de cortos aplicada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) antes de la apertura del viernes… pero después de la caída del 14% del Ibex, que ya sumaba pérdidas de más del 35% en apenas 14 sesiones.

Frente al dinero que estos días han podido ganar los grandes hedge funds con las caídas, muchos pequeños inversores han vivido momentos de auténtico pánico, viendo como sus tradicionalmente seguras ‘Iberdrolas’, ‘Telefónicas’ o 'BBVA' caían a plomo perdiendo en muchos casos más de la mitad de su valor en bolsa.

“Detrás de esta fuerte destrucción de valor hay factores de tipo fundamental, técnico y operativo”, reconocen los analistas de Link Securities. Sin embargo, Juan José Fernández-Figares, director de la firma, apunta directamente a políticos y reguladores como componentes del cóctel explosivo que ha hecho saltar por los aires muchas inversiones.

Reacción tardía

“Llama la atención la falta de reacción por parte de los reguladores, así como la aparente indiferencia con la que los gobernantes, especialmente europeos, han asistido al desplome bursátil”, critican desde la firma.

En este sentido, los expertos recuerdan el importante papel que juegan los mercados de valores en las economías de libre mercado. “Si no corregimos en el corto plazo las caídas, algo que vemos poco probable, habrá un importante impacto económico, financiero y también social”, advierten los analistas.

En este sentido, apuntan a ese ‘factor riqueza’ de las familias, que puede verse dañado si la incertidumbre continúa presionando al mercado en el que, pese al rebote del viernes, el sentimiento sigue siendo muy negativo. “Muchos ahorradores de todos los tamaños han perdido en pocos días más del 30% de sus ahorros, lo que condicionará sin duda sus decisiones de compra”, señalan los expertos.

Del mismo modo, apuntan a la fuerte caída de capitalización de las empresas, que en el caso de las 35 del Ibex ascendía a cierre del jueves a más de 227.000 millones de euros. “Estas compañías tendrán más complicado acceder a nueva financiación, lo que también condicionará sus planes de inversión”, con su correspondiente impacto económico en el país.

Los analistas de Bank of America consideran que, con estos precios, “las acciones europeas ya están descontando una recesión global severa”. En este sentido, y aunque consideran que las bolsas subirán con fuerza en la segunda mitad del año, apuntan que los beneficios por acción del Stoxx 600 podrían caer un 10% en los próximos doce meses, una cifra que aumenta al 25% si la recesión se prolonga en el tiempo.

“Intentar racionalizar lo que está ocurriendo no tiene sentido. Cuando mucha gente quiere vender al precio que sea, el que compra solo lo hace si el descuento es muy elevado”, indican desde Abante.

¿Habrá más incertidumbre?

Los expertos coinciden en que el mayor problema al que se enfrentan ahora las familias con inversiones en bolsa es la falta de visibilidad. “Ni las propias cotizadas saben el impacto que esta crisis sanitaria tendrá en sus cuentas”, indican.

Pero cuidado. Eso no significa que haya que seguir saliendo en masa de la bolsa. De hecho, la mayoría de los gestores coinciden en que la paciencia y apostar por el largo plazo es clave en un momento en el que salir del mercado significaría pérdidas aseguradas.

"El inversor que haya estructurado su cartera, debidamente asesorado, con una toma de riesgos que no vaya más allá de su perfil, ya tiene mucho ganado y en esta situación debe tener calma", explica Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4 Banco.

El experto cree que no se deben tomar decisiones "precipitadas por la situación del ambiente excepcional" y que lo normal es "no hacer nada", pese a que se registren pérdidas en las carteras. "La inversión es un proceso que se hace a lo largo del tiempo y no se debe invertir ni desinvertir de golpe. Ni en esta situación, ni nunca".

“El pasado nos ha enseñado que, una vez controlado el virus, las bolsas inician rebotes, descontando la futura recuperación económica. Si las actuales medidas implementadas surgen efecto, en pocas semanas la situación debería mejorar”, indican los estrategas de Banca March.

La misma idea manejan los gestores de Abante, que advierten sin embargo que “tras un terremoto suele haber réplicas y no es descartable seguir viendo movimientos muy bruscos en todas las direcciones” en el mercado.

Lo que sí tienen claro es que, más tarde o más temprano, “las bolsas se van a recuperar”. "Lo importante es no tomar decisiones precipitadas ni dejarse guiar por el rebaño a la hora de decidir cuándo y dónde aprovechar el momento de la recuperación", aseguran.