Mala jornada en Wall Street.

Mala jornada en Wall Street.

Mercados

La sangría no cesa: Dow Jones cae un 10% y firma su peor sesión desde 1987

La inacción de Lagarde y la ausencia de estímulos contundentes hacen que los inversores tiñan de rojo los selectivos.

12 marzo, 2020 21:22

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Continúa la sangría en Wall Street. En una jornada para olvidar, la ausencia de mensajes contundentes por parte de los políticos y los responsables de las políticas monetarias ha provocado que el Dow Jones firme su peor sesión desde 1987 con una caída que ha rozado el 10%.

Sin medidas de choque claras por parte del Banco Central Europeo (BCE) de Christine Lagarde, el Dow Jones se ha hundido hasta los 21.200 puntos. Más de un 9% se ha dejado el Nasdaq, que ha caído por debajo de los 7.300 puntos. Mientras, el S&P 500, se ha desplomado un 9,51% hasta situarse por debajo de los 2.500 enteros.

El día de hoy se recordará como una jornada compleja en la que en varias ocasiones han saltado los frenos de subasta de volatilidad. Por segunda sesión consecutiva, el índice S&P 500 ha estado paralizado durante un cuarto de hora para estabilizar su desatada volatilidad.

El anuncio del presidente de EEUU, Donald Trump, de impedir la entrada de viajeros procedentes de la Unión Europea y sus socios de la zona Schengen en territorio estadounidense ha llenado de pesimismo los selectivos. Muchas voces ven en esta decisión una medida tan poco efectiva como arbitraría.

Peor ha sido la actuación de Christine Lagarde, la principal cómplice de una jornada teñida de rojo. El mensaje lanzado por la mandataria de que el BCE no puede hacer más de lo que está haciendo ha provocado que los inversores ahonden en la senda bajista. Lo mismo ha ocurrido con el anuncio de la Reserva Federal de Nueva York de poner a disposición del mercado 1,5 billones de dólares

Así las cosas, los inversores han lanzado un mensaje claro: las medidas adoptadas para contener el devastador efecto económico del coronavirus no son suficientes. Mucho tendrán que cambiar las cosas en las próximas jornadas para que la situación se dé la vuelta. En este contexto los inversores no tienen argumentos en los que apoyarse para comenzar el rebote.