La sesión empezó muy débil y cerró en rojo pero algo mejor. Entre los motivos que alarmaron a los inversores las declaraciones de Trump sembrando pesimismo en las relaciones con China.

El Dow Jones empezó con fuertes caídas que se esfumaron hasta cerrar plano, en los 27.198 puntos.  Uno de los protagonistas de este índice fue P&G. El fabricante estadounidense de productos de consumo y belleza Procter & Gamble registró pérdidas de 5.241 millones de dólares (4.699 millones de euros) entre abril y junio, último trimestre de su año fiscal, después de contabilizar un cargo negativo extraordinario de 8.345 millones de dólares (7.482 millones de euros) por el deterioro del valor de su negocio de maquinillas de afeitar Gillette. Sus títulos se anotaron un avance del 3,8%.

Boeing también contribuyó a suavizar las caídas del selectivo tras subir un 2,12%. En cambio, al otro lado de la tabla se situaron los títulos de Pfizer, que cedieron un 6,4%.

El Nasdaq se dejó un 0,24% hasta los 8.273 puntos y el S&P cerró en 3.013 tras perder un 0,26%.

Una de las grandes expectaciones del día eran las cuentas de Apple, que tiene previsto presentar al cierre de campana. El fabricante de iPhone podría cerrar su segundo año de crecimiento negativo de las ventas desde 2001. Además, las esperanzas para la próxima generación de iPhones no son muy altas, ya que los analistas esperan una versión 5G que podría generar una actualización más grande en 2020. Sus títulos lo esperan con caídas del 0,4%.

El gran perdedor de la jornada fue Beyond Meat. La compañía de hamburguesas vegana presentó resultados tras el cierre del mercado el lunes. Sus números rojos, 9,4 millones de dólares, por encima de los 7,4 millones previstos, desataron las ventas en el mercado fuera de hora. Además la compañía anunció una  venta adicional de acciones. Tal y como se preveía sus acciones se hundieron un 12,32%.

La compañía farmacéutica Merck superó las estimaciones de ganancias para el segundo trimestre y elevó sus objetivos y lo celebra con subidas del 0,95%.

La tensión en el mercado provino de unas declaraciones realizadas por Donald Trump, vía twitter. En una serie de tuits, el presidente norteamericano señaló que no se estaban haciendo progresos: "China está muy mal, el peor año en 27, y se suponía que comenzaría a comprar nuestro producto agrícola ahora, pero no hay señales de que lo estén haciendo". 

 El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, tienen previsto retomar las conversaciones con sus contrapartes chinas el martes en Shanghái, aunque se descarta una resolución a corto plazo entre las superpotencias económicas.