La lira turca retrocede con fuerza en medio de informaciones que apuntan a que la Administración Trump está sopesando imponer nuevas sanciones sobre Turquía tras la reciente compra de misiles rusos S-400, saltándose las restricciones impuestas al país. Un escenario negativo para BBVA, que podría verse afectado dados sus intereses en el país. Si bien, la entidad se suma al rebote del sector financiero -a la espera de las novedades que aporte la Reserva Federal- y se revaloriza cerca de un punto porcentual en los primeros compases de la negociación de un Ibex, que avanza un 0,15% a la misma hora.

Los inversores también están hoy pendientes de Repsol, que prepara una reestructuración de su fuerza laboral en Canadá. La petrolera que preside Antonio Brufau reducirá cerca del 30% de su plantilla en el país, en el marco de un proceso de reestructuración global. La compañía emplea a 722 personas en el país, según los datos de la propia compañía a cierre de 2018. Las acciones de Repsol se anotan un repunte del 0,15% en el inicio de la sesión.

Por otro lado, IAG ha firmado una carta de intenciones con el fabricante estadounidense Boeing -sujeta a un acuerdo formal- para incorporar a su flota 200 aviones Boeing 737 MAX. Se trata del primer encargo de aviones de esta familia desde que en marzo se prohibió volar a estos aparatos en Europa, EEUU y otros países tras el accidente registrado en Etiopía, que se sumó a otro anterior ocurrido en el mar de Java y el primero en la historia del grupo dueño de British Airways e Iberia. Al precio de catálogo, esta operación ascendería a unos 24.000 millones de dólares (unos 21.400 millones de euros).

Mientras, en el terreno de los dividendos, Azkoyen reparte hoy entre sus accionistas 29,7 millones de euros. En concreto, abona un dividendo ordinario de 0,15 euros por título y uno extraordinario de 0,83 euros por acción.