"El criterio de deuda (...) debe considerarse como incumplido y (...) se justifica un procedimiento de déficit excesivo basado en la deuda", dijo a los periodistas el vicepresidente de la Comisión para el euro, Valdis Dombrovskis. "Los países de la zona euro están en el mismo equipo y deberían jugar con las mismas reglas".

Dijo que el Ejecutivo de la UE estaba dispuesto a dialogar con el Gobierno populista de Italia, que ha defendido sus planes para ralentizar los esfuerzos de Roma para reducir su enorme deuda pública con el objetivo de impulsar el crecimiento económico.

El vicepresidente del Gobierno de Italia, Matteo Salvini, ya ironiza sobre el rechazo de los Presupuestos para 2019 y la posibilidad de sanciones, al afirmar que en Roma esperan "también la carta de Papá Noel", aunque apostó por seguir dialogando. "Debatiremos educadamente como siempre hemos hecho, hablaremos. Pero seguimos adelante", consideró.

Ell primer ministro, Giuseppe Conte, insistió en su convicción y la de su Ejecutivo sobre "la solidez" de los Presupuestos planteados y aseguró que las medidas están "bien meditadas", en declaraciones a los medios locales.

El Gobierno de Italia, del Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga, de corte euroescéptico, planteó unos Presupuestos expansivos para financiar las promesas electorales de ambas formaciones y con una previsión de aumento del déficit hasta el 2,4% del producto interior bruto para el año que viene. Una estimación de mayor deuda que no gustó en Bruselas, ya que el Consejo de la Unión Europea pidió a Roma el pasado julio que redujera su déficit estructural en un 0,6% del PIB durante 2019, lo contrario que el Gobierno italiano quiere hacer.

Conte refirió que de todo esto hablará el próximo sábado con el presidente de la Comisión Jean-Claude Juncker en una cena: "Será un debate, espero, constructivo". "Expondremos y revisaremos las respectivas posiciones y valoraremos cómo proceder", indicó. Conte refirió que su Gobierno "está concentrado en realizar las reformas que beneficien al país y a los italianos" y expresó su deseo de poder convencer a sus interlocutores europeos de que esta es la mejor vía para Italia y también para Europa.