pensiones_manifestacion

pensiones_manifestacion

Mercados

Fedea alerta de un tajo de hasta el 47% en las pensiones si se insiste en financiarlas con deuda

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) advierte de que seguir financiando el sistema público de pensiones con deuda las expone a un "ajuste traumático" que, en el peor de los escenarios, rozaría el 47%.

25 octubre, 2018 04:00

La advertencia es clara y contundente. No habrá solución sin dolor al déficit del sistema público de pensiones. Es más, previene de que el dolor puede ser muy agudo, con un "ajuste traumático" en las pensiones si no se hace nada o se confía su futuro a cuestiones poco probables. O a seguir financiándolas con deuda.

Según el 'think tank', si se deroga la reforma de las pensiones de 2013 el gasto se dispararía sin medidas adicionales. En este contexto, supeditar la financiación del sistema a nuevas emisiones de deuda supondría un enorme riesgo para la economía. Sobre todo porque el idilio que en los últimos años han mantenido el Estado y los mercados podría diluirse sin el apoyo de unos tipos de interés en mínimos por parte del Banco Central Europeo (BCE).

No solo habrá complicaciones derivadas de unas emisiones más `caras¿ para el Tesoro.  ¿Los inversores también tienen que querer comprar tu deuda¿, explicaÁngel de la Fuente, investigador de Fedea. Según explica el economista, que también ha trabajado como consultor para organismos como el Banco Mundial, la OCDE o la Comisión Europea, la espiral de deuda necesaria para financiar las pensiones podría disparar la deuda pública al 138,4% del PIB en el peor de los escenarios en 2050 (si se elimina la reforma de las pensiones de 2013 y con una cuota estable de inmigración). El dato superaría incluso el 200% del PIB en ciertos picos del ciclo, con un aumento del gasto de casi el 18% en los años que `pillen¿ el momento de la jubilación de la generación del 'baby boom' (los nacidos entre 1954-1975).

CON MÁS GASTO¿ ¿DE DÓNDE SALDRÍAN LOS INGRESOS?

Los expertos indican que para evitar que la deuda se desboque, haría falta un incremento abrupto de los ingresos. Si no, el toque de atención de los mercados no tardaría en llegar más de un año. ¿Con un déficit en el sistema de pensiones y en el del Estado también parece complicado cumplir con los objetivos marcados por Bruselas sin una subida fuerte de los ingresos¿, insiste Ángel de la Fuente. ¿Los mercados no tardarían en protestar más de un año¿, asegura.

De hecho, la presión del aumento del gasto derivado de la evolución demográfica, entre otros factores, sobre unas cuentas públicas que no parten de una situación muy saneada sería demoledora. Desde Fedea calculan que, sin tomar medidas adicionales para impulsar los ingresos, el déficit de la Seguridad Social podría alcanzar los 21.000 millones ya el próximo año, el equivalente al 1,7% del PIB, por encima del 1,1% previsto por el Ejecutivo en el borrador remitido a Bruselas.

El gran problema de la búsqueda de nuevos ingresos es que estos no están asegurados. Y tendrían que llegar a través de una brusca subida de impuestos, que los expertos cifran en un 50,5%, además de un aumento de las cotizaciones sociales de entre un 87,7% y un 138% para hacer frente a ese pago de las pensiones en el momento más extremo del ciclo demográfico, que calculan en torno a 2050.

En ese escenario en el que la generación del 'baby boom' ya llevaría años jubilándose, los jóvenes en edad de trabajar serían, entonces, los que tendrían que soportar la peor parte del `pastel¿. De hecho, Fedea calcula que la financiación de las pensiones se comería un cuarto de las rentas del trabajo de las nuevas generaciones.

Ante esa posibilidad, siempre se preferiría financiar las pensiones con deuda, como ya se ha hecho en los dos últimos años. En 2017, el Tesoro Público prestó 10.000 millones de euros a la Seguridad Social. Y en 2018 la cifra se incrementará en otros 15.000 millones más. Pero este recurso no es ilimitado. Ni gratuito. Y hacer depender al sistema de pensiones de la financiación con deuda podría desembocar en una situación insostenible que provocaría ese ¿ajuste traumático¿ de casi el 47% en las pensiones en 2050 en el peor de los escenarios. Desde Fedea reconocen que otorgan una baja probabilidad a ese escenario, pero insisten en que el riesgo existe. Para evitarlo, los expertos recomiendan que la nueva reforma del sistema de pensiones incluya medidas de contención del gasto distribuidas entre los pensionistas actuales y futuros, así como incrementos de ingresos provenientes no sólo de los trabajadores activos sino de toda la sociedad.

Para los economistas, otra opción es mantener el factor de sostenibilidad o ligar la edad mínima de jubilación a la esperanza de vida en salud, estableciendo una estrecha relación entre las pensiones y las aportaciones realizadas, capitalizadas de acuerdo con el crecimiento de la economía. ¿Una posible forma de hacerlo dentro de un sistema de reparto es a través de cuentas nocionales¿, indican desde Fedea, donde también abogan por indexar las pensiones mínimas a la inflación.