Mercados

Bruselas pide a Italia que rectifique los incumplimientos "sin precedentes" de su presupuesto

La Comisión Europea ha enviado este jueves una carta al Gobierno italiano en la que le insta rectificar el borrador presupuestario que envió a Bruselas este mismo lunes al haber detectado que incluye incumplimientos que "no tienen precedentes" en la historia de las normas presupuestarias europeas.

18 octubre, 2018 17:41

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, ha entregado la misiva en persona al ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, en Roma. En ella, el Ejecutivo comunitario muestra su confianza en mantener un diálogo "constructivo" con las autoridades italianas y pide una respuesta como muy tarde a mediodía del próximo lunes, 22 de octubre.

"Ambos, el hecho de que el borrador presupuestario incluya una expansión fiscal cercana al 1% del PIB, mientras el Consejo recomienda un ajuste fiscal, y el tamaño del desvío (una brecha de aproximadamente el 1,5% del PIB), no tienen precedentes en la historia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento", reza la carta.

La Comisión Europea critica en concreto que las cuentas públicas italianas proyecten para 2019 un incremento del gasto primario del 2,7% que "excede" el máximo recomendado del 0,1%, así como que el deterioro del déficit estructural ascienda al 0,8% del PIB, lo que supone un desvío "significativo" con respecto a la mejora del 0,6% acordada con la UE.

La misiva también denuncia que un análisis "preliminar" del borrador presupuestario apunta a que Italia no cumplirá con el compromiso de reducir la deuda pública, actualmente en el 130% del PIB, de una forma gradual hasta alcanzar un nivel del 60%. En tercer elemento de crítica reside en el hecho de que las proyecciones macroeconómicas en las que se basa el plan económico no han sido respaldadas por la autoridad fiscal independiente italiana, como obliga la normativa europea.

"Estos tres factores parecen apuntar a un incumplimiento particularmente grave de las obligaciones presupuestarias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento", lamenta la carta firmada por el propio Moscovici y el vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro, Valdis Dombrosvkis.

PRIMER PASO PARA TUMBAR LAS CUENTAS

Con el envío de esta carta Bruselas ha iniciado el procedimiento para rechazar, si lo considerase necesario, el plan presupuestario del Gobierno italiano y reclamar uno nuevo. Roma debe contestar antes del próximo lunes al Ejecutivo comunitario con el objetivo de que Bruselas tome una decisión definitiva.

En cualquier caso, el paso completado este jueves inicia un "diálogo constructivo" entre ambas partes, según han asegurado tanto Moscovici como Tria en una rueda de prensa conjunta. "Se abre lo que hemos definido como un diálogo constructivo que partirá de las diversas valoraciones de nuestra política económica", ha explicado el ministro italiano.

Tria ha señalado que en los próximos días intentará explicar a su homólogo europeo las "razones" por las que el Gobierno italiano ha optado por una estrategia de crecimiento, al tiempo que ha asegurado que escuchará las "observaciones" que plantee Bruselas sobre el plan presupuestario.

Por su parte, Moscovici ha querido aprovechar la ocasión para enfatizar que el envío de la carta no significa que la Comisión Europea haya tomado ya la decisión de tumbar las cuentas italianas, pero ha advertido de que tomará las decisiones pertinentes sobre la base de la respuesta de Roma.

"Esta carta hace observaciones y plantea preguntas. Ahora el Gobierno italiano nos debe responder y sobre la base de esta respuesta la Comisión tomará las decisiones que debe tomar dentro del marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento", ha indicado.

El socialdemócrata francés ha señalado que la intención de elevar el gasto público e incrementar el déficit público hasta el 2,4% en 2019 es "una fuente de preocupación" para Bruselas. No obstante, ha asegurado que la Comisión Europea no desea "interferir" en elecciones "legítimas" como invertir en infraestructuras o combatir la pobreza, pero quiere que el Gobierno italiano le aclare quién pagará "la factura".