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El porvenir de las pensiones: de cuatro a menos de dos personas en edad de trabajar por cada jubilado en 2050

Las proyecciones demográficas de la AIReF recogen novedades y distancias sustanciales con respecto a las de otros organismos. Pero en lo que no difieren es una tendencia: la acuciante presión que soportarán las pensiones públicas.

5 octubre, 2018 04:00

El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, lo deseaba. Crítico con las proyecciones demográficas ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), aspiraba a contar con unas propias. Y a eso puso a trabajar a parte de su equipo. Este jueves, el organismo encargado de fiscalizar lo que se hace con `el dinero de todos¿ y de velar por la sostenibilidad de las finanzas públicas, presentó ya sus proyecciones demográficas.

Como era de esperar, arrojaron diferencias sustanciales con respecto a las del INE. Mientras Estadística proyecta que España contará con una población de 44,1 millones de personas en 2051, la Autoridad Fiscal considera que esa cifra podría alargarse hasta los 60 millones en 2050, con una previsión central de 55,4 millones. Teniendo en cuenta que España bordea ahora los 47 millones, consideran probable un aumento de hasta 13 millones de personas en algo más de 30 años.

Un primer impulso podría llevar a considerar que así, con esos 60 millones y con toda esa nueva población, España estará mejor equipada para afrontar un problema tan crucial desde ya mismo como el de las pensiones públicas. 'Más personas, más gente cotizando', se podría pensar. Pero no. Porque en lo que no se aparta AIRef del INE es en presentar un escenario demográfico repleto de desafíos para las pensiones.

MÁS JÓVENES, MUCHOS MÁS MAYORES

Que la población española pueda aumentar en 13 millones hasta 2050 no implica que el crecimiento se vaya a repartir de manera homogénea. Esto es, que vayan a incrementarse en la misma proporción los segmentos de población en los que se insertan las personas que pueden cotizar y aquellos que acogen a las personas que no cotizan. Y eso es precisamente lo que encierran las cifras de la Autoridad Fiscal. En 'números gordos', esos 13 millones se repartirían así: la nueva población en edad de trabajar crecerá en un millón hasta 2050; la otra, la que esta fuera de esa franja, aumentará en 12 millones.

Como las proyecciones de la Autoridad Fiscal anticipan una mayor natalidad, crecerá la población hasta 15 años; y como también prevé un progresivo envejecimiento de la sociedad y una mayor esperanza de vida, también aumentarán los habitantes de más de 67 años. Y esa combinación arroja como resultado que en 2050 habrá prácticamente tantos españoles en edad de trabajar como los que están fuera de ella por tener menos de 16 años y más de 67 -por tomar esta edad como la frontera recogida en las últimas reformas para jubilarse-.

Es decir, la denominada tasa de dependencia, que ahora se limita al 47%, se disparará en 30 años al 83,3%. Es menos extrema que la estimada por el INE, que en 2051 la sitúa en el 92,9%, pero no deja de ser un consuelo menor en un escenario sumamente exigente para el sistema. Lo mismo ocurre si se acota la tasa de dependencia a la proporción entre las personas en edad de jubilares y las que tienen edad de trabajar: el 25% actual podría llegar hasta el 60% en 2050 -ver gráfico derecho-, mejor que el 68% esperado por el INE, pero de nuevo un porcentaje exigente.

Tomando como datos de corte los que proporciona AIReF para la población comprendida entre 16 años y los 67 años, actualmente hay 31,7 millones de personas, frente a los cerca de 15 millones de menores de 16 y mayores de 17. Es decir, hay 2,11 personas en edad de trabajar por cada persona que escapa a esa franja. Esta proporción no dejará de empeorar en toda la serie hasta 2050: 1,99 personas en edad de trabajar por cada uno que no lo estará en 2025; 1,82 en 2030; 1,61 en 2035; 1,42 en 2040; 1,27 en 2045; y 1,19 en 2050. Es decir, para entonces apenas habrá una persona en edad de trabajar por cada persona que no lo esté.

Otro dato significativo sirve para afinar más esa idea: ahora hay 4,2 personas en edad de trabajar por cada persona mayor de 67 años; en 2050 esa proporción será de 1,9 a 1. Es decir, el porvenir que espera a las pensiones es que menos de dos personas en edad de trabajar -es decir, que pueden trabajar y cotizar o no- tendrán que mantener a cada más jubilados -y a los menores de 16 años, claro-.

Estas proporciones resultan pese a que en 2050 habrá más personas en edad de trabajar que ahora, una posibilidad que difiere de las proyecciones del INE y que AIReF fundamenta en el repunte de la inmigración y la mayor natalidad. En concreto, para entonces habrá casi un millón más que ahora, hasta 32,69 millones de personas.

Pero es que, en paralelo, las otras franjas se disparan. Actualmente hay 7,43 millones de españoles menores de 16 años y 7,52 millones que superan los 67. En total, cerca de 15 millones, el 32% de la población total. Para 2050, y según las previsiones de AIReF, los menores de 16 años crecerán hasta 10,19 millones de personas y los mayores de 67, hasta los 17 millones. Más de 27 millones en total, un 82% más que ahora y que equivaldrán al 45% de esos 60 millones de españoles que la Autoridad Fiscal proyecta para entonces.

Si se toma el escenario central, de 55,4 millones de personas en 2050, la fotografía es similar: menos de 2 personas en edad de trabajar por cada persona fuera de esas fronteras de edad.

REFORMAS DE CALADO

O lo que es lo mismo, una presión extrema para el sistema de pensiones. Un millón más de personas en edad de trabajar tendrán que sostener a 9,5 millones más que ahora en edad de estar jubilados y casi 3 millones más que ahora por debajo de los 16 años. Si las cifras actuales ya desembocan en una nómina mensual superior a los 9.000 millones de euros para pagar las pensiones y un déficit de 18.000 millones de euros en la Seguridad Social, las futuras provocarán un desembolso y un boquete todavía mayores, porque habrá muchos más jubilados por cada persona que puede trabajar.

Estos datos condenan a España a hacer lo que los expertos no dejan de demandar: una reforma en profundidad del Sistema Público de Pensiones que refuerce su sostenibilidad. En particular, insisten en una medida: retrasar la edad de jubilación para adaptarla a una esperanza de vida que, de nuevo según la AIReF, se acercará a los 90 años en 2050. Si para ese año la edad de jubilación se retrasara a los 70 años, España contaría con 2,2 millones de personas más en edad de trabajar, 34,9 millones. Y habría 2,3 personas en edad de trabajar por cada persona en edad de estar jubilado.

Tras elaborar sus propias proyecciones, AIReF también lo está haciendo en un informe para calcular en cuánto crecerá el gasto en pensiones a partir de esas previsiones demográficas, cuyos resultados presentará en breve. Ha anticipado que, como cabía esperar, reflejará un repunte del gasto, pero matizando que será "más contenido" de lo que en ocasiones se considera.

- Airef prevé que España tendrá 60 millones de habitantes en 2050 con más inmigración y natalidad