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Mercados

Los ETF de Wall Street se convierten en el antídoto favorito de los inversores europeos a la caída de sus bolsas

El mal de altura que parece comenzar a sufrir Wall Street no espanta a los inversores europeos. Los ETF que replican los índices estadounidenses de referencia siguen siendo los más demandados a esta orilla del Atlántico.

27 septiembre, 2018 04:00

Solo en Europa, los fondos cotizados (ETF) sobre bolsa estadounidense han registrado captaciones netas por 2.398 millones de euros en agosto. La cifra supone nada menos que un 82% del volumen total captado por la industria de los ETF de renta variable en el Viejo Continente en el mismo mes, 2.902 millones, según cifras recopiladas por Amundi.

La cifra de suscripciones de fondos cotizados sobre la bolsa estadounidense adquiere una mayor dimensión si se tiene en cuenta que los inversores europeos son protagonistas de un 47,8% de las entradas de capital registradas por estos productos a escala global. Más aún, si se considera que, a lo largo del mismo agosto, retiraron 29 millones netos de ETF sobre renta variable de la Eurozona, según las cifras de la gestora francesa.

Estos números no son fruto puntual del descalabro que en agosto se apuntaron buena parte de las bolsas europeas. En lo que va de año y en Europa, los ETF sobre bolsa estadounidense han captado 12 .849 millones de euros netos, mientras que se han producido retiradas por 4.071 millones de euros sobre los fondos cotizados sobre índices europeos. Los analistas explican esta pauta por la búsqueda del seguimiento de la definida tendencia alcista de Wall Street, por muy titubeante que haya sido en algunas ocasiones, frente a la lateralidad que tiene apresados a muchos de los mercados del Viejo Continente y a coste más bajo que otras opciones de inversión.

De esta tónica se ha venido escapando también el DAX de la Bolsa de Fráncfort, también en zona de máximos. Así se explicaría que los inversores europeos hayan destinado 233 millones de euros a entrar en ETF sobre el parqué alemán, la segunda cifra más elevada para un único país solo por detrás de EEUU. Del mismo modo, el refugio de Suiza que no lo es en la Bolsa de Zúrich con el índice SMI de referencia cayendo un 3,2% en el año, lidera las huidas de los inversores del continente en agosto. Las retiradas netas han alcanzado los 113 millones, según Amundi.

Los datos que maneja BlackRock, gigante mundial en la industria de los ETF, confirman esta tendencia. Los productos cotizados de la gestora referenciados a la bolsa estadounidense han registrado 15.800 millones de dólares de entradas netas en agosto, quinto mes consecutivo en tasa positiva. Además, las cifras vuelven a mostrar que los inversores no están buscando tanto potenciales de revalorización como seguimiento de tendencia, pues los fondos sobre cestas de grandes capitalizadas suman 6.900 millones de dólares netos de entrada, mientras que los de `smallcaps¿ han captado 2.600 millones.

Desde esta firma de inversión atribuyen esta entrada de capitales a la confirmación de tendencia alcista que para Wall Street han traído la suavización de la presión fiscal y los ¿sólidos¿ resultados corporativos. Así, mientras que en el primer trimestre apenas se registraron suscripciones netas de 9.900 millones de dólares, la cifra subió hasta 41.100 millones netos en el segundo trimestre. Entre julio y agosto se sumaban ya 38.500 millones en los productos monitorizados por sus gestores.

Ante este escenario, no es de extrañar que las gestoras que operan en España hayan venido reforzando su apuesta por fondos cotizados o de participaciones tradicionales vinculados a la Bolsa de Nueva York. Entre los últimos en buscar un nuevo trozo del creciente pastel, los de Lazard Asset Management, que han lanzado un fondo claro seguidor de tendencia: el US Equity Concentrated. Se basa en una cartera de posiciones escasas y concentradas en compañías ¿de sectores menos ligados a la macroeconomía¿.

Con este producto, la casa francesa busca aprovechar ¿el mercado alcista¿ en el que se perpetúa Wall Street y a la par desligarse de una posible corrección de las compañías más ligadas a la evolución de la economía estadounidense, recientemente amenazada por los riesgos derivados de la escalada en la guerra comercial. Especialmente, contra China.