El 80% de los analistas cree que el 3% del bono de EEUU ha venido para quedarse

El 80% de los analistas cree que el 3% del bono de EEUU ha venido para quedarse

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El 80% de los analistas cree que el 3% del bono de EEUU ha venido para quedarse

Tras tocarlo a finales de abril, el rendimiento del bono estadounidense a 10 años se ha desmelenado esta semana para superar con claridad el umbral del 3%. Y los expertos creen que pasará una temporada por encima de este nivel.

17 mayo, 2018 04:00

La media de los analistas cuyo pronóstico recoge Thomson Reuters arroja, como media, que dentro de un año su rentabilidad se situará en el 3,2%, por encima del 3,10% en el que se encuentra hora y que supone su nivel más alto desde 2011. Es más, 46 de los 57 analistas de este panel, el 80%, lo ve en el 3% o por encima dentro de 12 meses. Es decir, una clara mayoría no cree que sea pasajero y que, al menos, estará vigente un año más. 

Uno de estos analistas lo eleva incluso al 3,95%; otros cinco lo ven en el 3,5%; y tres más en el 3,45%. En la parte inferior del abanico de pronósticos, un experto lo ubica en el 2,3% y otro, en el 2,5%.

Estas previsiones se ven reforzadas por las relativas al bono estadounidense a dos años, cuya rentabilidad ha repuntado hasta el 2,59%, la mayor desde 2008. Y más que podría subir, porque 9 de los 40 expertos que componen el consenso de mercado de Thomson Reuters lo ven más allá del 3% dentro de un año.

ADIÓS A LA 'ERA DEL DINERO GRATIS'

Para el mercado, este 3% se ha convertido en una fuente de incertidumbre. Primero, porque evidencia que la 'Era del dinero gratis' se acaba. La rentabilidad de la deuda soberana estadounidense está repuntando no sólo por los incrementos de los tipos de interés que la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, ya ha aplicado, sino sobre todo por los que puede ejecutar en el futuro.

Por ahora, acumula seis aumentos de los intereses desde 2015, y este año podría acometer hasta tres más, para un total de cuatro tras el realizado en marzo, cuando en un principio se esperaban tres subidas en 2018. En este supuesto, el precio del dinero acabaría el año en la primera economía del mundo en el 2,25-2,50%, el nivel más alto desde marzo de 2008.

"Nuestros economistas esperan que la Fed cambie su orientación hacia cuatro subidas de los tipos este año porque la economía avanza y la inflación repuntará en los próximos meses", opinan desde Julius Baer. Desde Allianz Global Investors subrayan que, tras los últimos datos económicos, "ahora se busca en la Reserva Federal, ante todo, a un gran vigilante de la inflación", con lo que "entra dentro de lo posible que apruebe otras tres subidas de los tipos a lo lago de este año". Por ahora, lo que está fuera de toda duda es que la entidad presidida por Jerome Powell elevará los intereses en su próxima cita, que se celebrará los días 12 y 13 de junio. 

CASCADA DE CONSECUENCIAS

Además de la inquietud por el impacto que unas condiciones monetarias más duras pueden provocar en la economía estadounidense, que no deja de crecer desde 2009, el repunte de los rendimientos preocupa por los efectos colaterales que ya está causando. Uno concierne al dólar, puesto que ese 3% está activando como reclamo para los inversores y está alimentando la compra de dólares, con el consiguiente fortalecimiento del 'billete verde'. Este miércoles se estiró hasta los 1,178 dólares por euro, cuando en febrero llegó a caer hasta los 1,255 dólares. 

Otro impacto se observa en las divisas emergentes, varias de las cuales están cayendo con intensidad contra la moneda estadounidense por el renovado vigor que esa rentabilidad al 3% proporciona al dólar, así como por el cierre de posiciones en esas monedas emergentes cuya rentabilidad resulta ahora menos atractiva frente a ese 3%. Sobresale el caso del peso argentino, que en el último mes ha perdido un 16% de su valor contra el 'billete verde', un hundimiento que ha obligado al Gobierno de Mauricio Macri a pedir asistencia financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI) para detener su caída. La lira turca, con caídas del 11% en el último mes, o el real brasileño, con descensos del 10%, también figuran entre las divisas más castigadas.

"La resistencia [de los mercados emergentes] parece haberse roto con la poderosa combinación del rendimiento del bono estadounidense alcanzando la psicológica cota del 3%, el incremento de las tensiones comerciales y un dólar más fuerte", confirman desde Julius Baer. Si los analistas están en lo cierto y el 3% ha venido para quedarse -e ir más allá- durante una temporada, esa capacidad de resistencia aún se verá más exigida. 

- El dilema de la Reserva Federal: ¿tres o cuatro subidas de los tipos en 2018?