El Banco de España mejora al 2,8% la previsión de crecimiento en 2017, pero prevé desviación del déficit

El Banco de España mejora al 2,8% la previsión de crecimiento en 2017, pero prevé desviación del déficit

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El Banco de España mejora al 2,8% la previsión de crecimiento en 2017, pero prevé desviación del déficit

El Banco de España prevé que el déficit público se sitúe en el 3,3 % del PIB en 2017, lo que supondría una desviación de dos décimas respecto al objetivo comprometido con Bruselas en el 3,1 % del PIB, si bien la entidad matiza que esta previsión no recoge el proyecto de presupuestos de este año.

3 abril, 2017 10:37

En rueda de prensa, el director general de Economía y Estadística, Pablo Hernández de Cos, ha dijo que no está en condiciones de decir si los presupuestos generales del Estado de 2017 llevarán a una revisión al alza o la baja de la previsión de déficit de la entidad.

No obstante, ha asegurado que tiene la sensación de que por el lado de los ingresos no hay "sorpresas" ni novedades legislativas y que lo importante será conocer el detalle por el lado del gasto.

En su informe trimestral de la economía española publicado hoy, la entidad dice que espera "un tono más neutral" de la política fiscal tras el carácter expansivo de los dos últimos ejercicios, en los que se han aplicado la rebaja de impuestos prevista en la reforma fiscal del Gobierno.

Sin embargo, el Banco de España considera que el ajuste pendiente para situar las finanzas públicas en una situación saneada "es todavía significativo", lo que cree que hace necesario retomar la senda de la consolidación presupuestaria.

Reconoce que un plan presupuestario de esta naturaleza podría entrañar costes en términos de crecimiento económico a corto plazo, pero insiste en que recortar el déficit público es fundamental para moderar los costes financieros futuros asociados a la deuda pública, reducir la vulnerabilidad de la economía y restablecer "una cierta capacidad de reacción de la política fiscal ante eventuales perturbaciones".

REVISIÓN AL ALZA DEL PIB

El Banco de España ha revisado al alza sus proyecciones para la economía española en los próximos tres años, hasta situar el crecimiento del PIB en el 2,8% para este año, tasa que se desacelerará hasta el 2,3% en 2018 y el 2,1% en 2019, según las previsiones macroeconómicas de España publicadas este lunes por la autoridad monetaria, que no incorporan la información contenida en los Presupuestos aprobados el viernes por el Gobierno.

De esta forma, el Banco de España ha revisado al alza tres décimas la estimación de PIB para este año, dos décimas la previsión para 2018 y una décima la de 2019. Para 2017, el crecimiento que prevé al organismo es superior en tres décimas a la estimación del Gobierno, que mantiene en el 2,5% el alza del PIB para este año, si bien admite de que se trata de una previsión "muy prudente".

El Banco de España afirma que esta prolongación de la fase de crecimiento de la economía española se apoya en las ganancias de competitividad acumuladas desde el inicio de la crisis y en las condiciones financieras favorables, a las que contribuye el "tono acomodaticio" de la política monetaria.

No obstante, a media que avanza el periodo de proyección, la autoridad monetaria espera que tenga lugar una cierta ralentización de la actividad, conforme se vayan disipando los efectos de las caídas pasadas de los precios del petróleo y de los tipos de interés, y la política fiscal cambie su orientación, tras mostrar un carácter expansivo en el bienio 2015-2016.

CRECIMIENTO DEL 0,8% EN EL PRIMER TRIMESTRE

El Banco de España indica que la revisión al alza de las previsiones se debe a que la economía española ha mostrado en los meses iniciales de 2017 un comportamiento más favorable del estimado, con un alza del PIB y del empleo del 0,8% en tasas intertrimestrales. Además, destaca que los indicadores relativos a la actividad y el comercio mundial también apuntan a un comportamiento más expansivo de los mercados exteriores, lo que anticipa una mejora aún mayor de las exportaciones.

Por componentes, el Banco de España espera que el avance del PIB siga apoyado en la demanda nacional, que crecerá un 2,3% este año y se irá desacelerando a lo largo de 2018 (+2%) y 2019 (+1,9%), mientras que la demanda exterior neta seguirá contribuyendo durante los tres años de la proyección, con una contribución positiva de cinco décimas este año, tres en 2018 y dos, en 2019.

Dentro de la demanda interna, el consumo privado crecerá entre el 2,4% este año y el 1,5% en 2019, muy por debajo del 3,2% de 2016, dada la caída de las rentas del trabajo por el repunte inflacionista, si bien el reducido nivel de tipos y la "fortaleza" de la creación de empleo harán que siga registrando crecimientos.

La inversión en bienes de equipo, por su parte, se moderará al 3,1% este año (desde el 5% en 2016), pero repuntará por encima del 5% en 2018 y 2019. El Banco de España indica que la caída "transitoria" de la inversión este año estará motivada por el alza del Impuesto sobre Sociedades, que tendrá un impacto "negativo" en los flujos de caja de las empresas.

LAS EXPORTACIONES CRECERÁN MÁS DE UN 6%

Por el lado exterior, ha revisado al alza la proyección de las exportaciones, que crecerán un 6,1% este año (4,4% en 2016) para moderarse hasta el 4,4% en 2018 y 2019, debido a las ganancias de competitividad de la economía española y, sobre todo, por la mejora de la evolución de los mercados exteriores frente a las previsiones de diciembre.

En cuanto al mercado de trabajo, las estimaciones del Banco de España prevén un ritmo "elevado" de creación de empleo, que permitirá descensos adicionales de la tasa de paro, cuyo nivel disminuirá hasta el entorno del 14% a finales de 2019. Así, la tasa de paro se situará en el 16,7% a finales de este año, en el 15,4% en 2018 y en el 13,9% al cierre de 2019, mientras que el empleo crecerá un 2,6% en 2017 y por debajo del 2% en 2018 y 2019.

En el ámbito de la inflación, tras el descenso del 0,2% en 2016, el IPC crecerá de media un 2,2% en 2017, cinco décimas más que la estimación anterior, reflejando la intensa aceleración de los precios de la energía en el periodo más reciente. Posteriormente, espera incrementos del IPC más moderados, del 1,4% en 2018 y del 1,6% en 2019, en términos de las medias anuales.

RIESGOS A LA BAJA

A pesar de la mejora de las proyecciones macroeconómicas, el Banco de España advierte de que los riesgos se orientan "predominantemente a la baja", tanto relacionados con el ámbito externo como interno. Sobre los primeros, apunta a un hipotético endurecimiento adicional de las condiciones financieras globales, un eventual aumento del proteccionismo comercial tras la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, la incertidumbre asociada a la salida del Reino Unido de la UE y las próximas citas electorales en algunos países de la Eurozona.

En el ámbito interno, asegura que subsisten algunas "incertidumbres" acerca del curso de las políticas económicas, tanto en relación al proceso de consolidación fiscal como a la aplicación de las reformas estructurales, dada la ausencia de mayoría parlamentaria del Gobierno. Así, asegura que el retraso de aplicación de dichas reformas o una "hipotética reversión" de las introducidas, podría comportar "efectos adversos" sobre la confianza inversora y dañar las perspectivas de crecimiento.

Por último, en relación con la inflación, indica que los riesgos de desviación se inclinan "moderadamente a la baja", si bien advierte de que "no es descartable" que la traslación del encarecimiento del petróleo se traslade a los precios de consumo y a los salarios "con mayor intensidad" de lo que se está anticipando, lo que provocaría pérdidas de competitividad de la economía española.