Las recogidas de beneficios se impusieron a ambos lados del Atlántico. Los inversores optaron por la cautela en una jornada de transición con escasas referencias, entre ellas el índice Zew de confianza en Alemania, que subió menos de lo esperado. La política tampoco contribuyó a calmar los ánimos, después de que el Parlamento británico aprobara la Ley de Retirada de la UE, que despeja el camino a Theresa May para activar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa. Además, en Francia el candidato François Fillon fue imputado por desvío de fondos públicos y apropiación indebida.

Sin embargo, todas las miradas estuvieron pendientes de la sesión de mañana. La cita más importante de este miércoles es el veredicto de la Reserva Federal, que previsiblemente subirá en un cuarto de punto los tipos de interés, hasta el rango del 0,75%-1%. Pero lo que realmente interesa al mercado es la agenda de Yellen: una normalización monetaria más rápida de lo previsto podría poner nervioso al mercado. Los inversores esperan dos subidas de tipos en 2017, la Fed barajó tres en diciembre y algunos gestores no descartan incluso cuatro. Según Link Securities, si los inversores vislumbran alguna posibilidad de que el banco central acelere las subidas de tipos, ¿los mercados de bonos y de renta variable reaccionarán negativamente¿.

Mañana también se celebrarán elecciones en Holanda, con una evolución que dibuja peligrosos paralelismos con el brexit. Las últimas encuestas reflejan una competencia reñida entre el ultraderechista Partido de la Libertad de Geert Wilders y la formación de centro-derecha del primer ministro Mark Rutte. Al mercado no le interesa tanto el futuro del país ¿Wilders tiene complicado tomar las riendas de un parlamento muy fragmentado en el que carece de aliados-, como la evolución del voto. Y es que los inversores intentarán extrapolar lo que suceda en Holanda con las próximas elecciones en Francia.

En este escenario, con muchos frentes abiertos y pocas referencias, las bolsas europeas se alejaron de los niveles psicológicos superados en los últimos días. Así, el Dax se distanció de los 12.000 puntos, el CAC 40 perdió los 5.000 y el Ibex 35 cayó un 0,91%, hasta los 9.905 puntos, salvando por los pelos los 9.900.

La mayoría de los analistas técnicos creen que la tendencia de fondo de las bolsas europeas aún es alcista. Aunque algunas firmas ven señales preocupantes en el hecho de que a los índices les esté costando romper sus barreras psicológicas. En este sentido, Eduardo Faus, analista técnico de Renta 4, apunta que se están produciendo divergencias preocupantes que ¿ plantean dudas acerca de la sostenibilidad¿ de las últimas subidas. Y es que, el optimismo de algunos índices no se está viendo acompañado por el de activos que suelen estar correlacionados, como el petróleo, el Russell 2000 estadounidense o el sector bancario europeo.

INDITEX SALVA LOS MUEBLES A LA ESPERA DE SUS RESULTADOS

En España, el Ibex 35 vivió una jornada de descensos generalizados en la que tan solo tres valores lograron resistir en positivo: Merlin (1,19%), Inditex (0,35%) y Meliá Hotels (0,2%). El gigante textil rebotó en vísperas de la presentación de sus resultados de su último ejercicio fiscal. Los expertos confían en ver cifras históricas, con unas ventas superiores a los 23.000 millones de euros (+11%), pese a la volatilidad de las divisas.

Por el contrario, Repsol (-2,12%) y Técnicas Reunidas (-2,52%) destacaron entre los peores valores de la jornada, lastrados por la caída de los precios del crudo. En las últimas sesiones, el oro negro se ha visto muy castigado por el temor a que la producción norteamericana y los altos inventarios neutralicen los recortes emprendidos por la OPEP y otros grandes productores.

La banca también pasó factura al Ibex 35. El Popular (-2,25%) encabezó los descensos del sector, pese a contar con el respaldo de Citigroup, cuyos analistas emitieron una recomendación de compra, con un precio objetivo de 1,25 euros. El resto de las entidades también cerraron en rojo, con Santander bajando un 1,85%, seguido de Sabadell (-1,30%), BBVA (-1,28%), Caixabank (-0,82%), Bankia (-0,49%) y Bankinter (-0,48%).

Otro de los pesos pesados del selectivo, Telefónica (-1,36%) tampoco logró salvarse de las recogidas de beneficios, tras las fuertes subidas registradas en las últimas semanas. La compañía elevó en un 6% su participación en su filial alemana, hasta el 69,2%.

Ni siquiera el apoyo de los analistas sirvió para salvar a algunos valores de la quema. Así, ACS bajó un 1,27%, pese a que Deutsche Bank elevó su precio objetivo hasta los 38 euros.

Sin embargo, la aversión al riesgo de los inversores no jugó a favor de la renta fija, que se vio afectada por las incertidumbres políticas  en Europa y las perspectivas de subidas de tipos en EEUU. La rentabilidad del bono español a 10 años llegó a alcanzar el 1,92%, su nivel más alto desde el tercer trimestre de 2015.

En los mercados de divisas, el euro retrocedió hasta los 1,0632 dólares, al dar por sentado que Yellen se mantendrá mañana fiel al guión y elevará el precio del dinero. Por su parte, la libra llegó a marcar mínimos de ocho semanas frente al dólar, ante los avances en la negociación del brexit.