Revolución a la vista en RTVE. Elena Sánchez quiere acometer una reforma en el organigrama de la corporación justo un mes después de que ocupara de forma interina la presidencia de la corporación. La idea es deshacer algunos de los cambios que llevó a cabo su antecesor en el cargo, José Manuel Pérez Tornero.

Cambios que levantaron mucha polémica. En busca de una organización más horizontal, con Pérez Tornero fueron cesados el director de TVE, David Valcárcel y el director RNE, Ignacio Elguero. 

No solo fueron cesados, sino que sus puestos de trabajo desaparecieron y dieron paso a la creación de otros dos. Por un lado, una sola dirección de programas para toda RNE y TVE dirigida por José Pablo López; mientras que por otro, se creó una dirección de informativos para los dos medios de comunicación liderada por Pep Vilar. 

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Pero con este organigrama la toma de decisiones se hacía muy complicada y al final era Pérez Tornero el que las tomaba. Algo que, además, ha sido muy criticado también por los sindicatos. 

Así, la idea de Elena Sánchez es volver a recuperar las figuras diferenciadas de un director al frente de la televisión pública y otro para la radio. De momento, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia, el nuevo organigrama se planteará en la próxima reunión del Consejo de Administración, que previsiblemente se celebrará a finales de mes. 

A pesar de ocupar de forma interina la vacante de Pérez Tornero, Elena Sánchez cuenta con plenos poderes para tomar decisiones en la cúpula. Ello se debe a que el Consejo de Ministros aprobó una modificación de los estatutos sociales de la Corporación a instancias de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). 

Algo que también la propia Elena Sánchez defendió hace días en el Congreso de los Diputados: “Tras la reforma de los estatutos sociales, cualquier miembro del Consejo que ocupe la Presidencia Interina del Consejo de Administración de la Corporación RTVE, tendrá la legitimidad y la legalidad necesarias para desarrollar las funciones que el artículo 34 de los estatutos sociales le confieran”.

Otra de las cuestiones que parece que se desatascan es que RTVE abrirá la convocatoria pública de 1.082 plazas de estabilización de empleo temporal y de nuevo ingreso en 2023, tal y como se incluyen en los presupuestos de la corporación. 

Además, durante su reciente comparecencia en el Congreso para explicar las cuentas de la corporación, la periodista avanzó que se prevé la desvinculación de un 70% de los trabajadores que alcancen la edad de 63 años, cubriendo las necesidades de personal con una tasa de reposición del 100%. La compañía espera tener una plantilla media de 6.552 personas para el próximo año.

Problemas de audiencia

Toda esta transformación se diseña mientras la corporación encadena otro mes fatídico para la audiencia de TVE. La 1 ha sido la tercera cadena en audiencia en el mes de octubre con un 8,5% de cuota, un 0,6% menos que en el mismo mes de 2021, según datos de Barlovento Comunicación.

Por delante está Telecinco con el 12,3% y Antena 3 con el 14,1%. La cadena de Atresmedia es líder por duodécimo mes consecutivo con su mejor octubre de los últimos 14 años.

La directora de comunicación de TVE, María Eizaguirre y el equipo que trabajará en el Mundial de Qatar 2022 durante la presentación de RTVE de la cobertura, a 25 de octubre de 2022, en Madrid (España).

En cuanto a los telediarios, los de TVE tampoco están para tirar cohetes. También ocupan la tercera posición (1.201.000 de audiencia media y 10,5% de cuota) y sin visos de poder alcanzar a su rival más directo, Telecinco, con 1.390.000 de audiencia media y 12,4% de cuota.

Pero más lejos está de los informativos de Antena 3 (2.109.000 de audiencia media y 19,1% de cuota). Estos llevan 34 meses consecutivos siendo los más vistos. 

Datos que se suman a los problemas de audiencia que están teniendo en la radio también. La emisora pública ha pasado de 1.147.000 seguidores a 997.000 fieles. Es decir, ha perdido 150.000 usuarios, según el último Estudio General de Medios (EGM).

Pero si echamos la vista atrás, los datos son más alarmantes. Desde la primera ola de 2018, cuando sumaba 1.518.000 oyentes, hasta ahora, la radio pública ha perdido más de 500.000 usuarios.