Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia explican que una operación no es excluyente de la otra. Es decir, que podría haber una ampliación de capital en los próximos tres años, pero también que se produzca la salida de alguno de los negocios en los que está inmerso el Grupo Prisa. De lo que se trata, insisten, es de garantizar la viabilidad a futuro de la compañía. 

En el seno del consejo son conscientes de que hay tiempo para analizar cómo hacer frente al pago de la deuda, pero también de que con el negocio actual es imposible. 904 millones de endeudamiento no se abonan con un ebitda ligeramente superior a los 107 millones de euros. 

Joseph Oughourlian, presidente de Prisa durante la junta de accionistas de 2022.

La opción favorita para Prisa, sobre todo para su presidente Joseph Oughourlian, es la de conseguir una ampliación de capital. En el sector es un secreto a voces que el presidente del grupo está viendo a distintos inversores que pudieran estar interesados en entrar en el accionariado ahora, o en un futuro. Sin embargo, ninguna de las opciones ha fructitificado hasta el momento.

En los últimos días El Confidencial publicaba que Oughourlian habría ofrecido a Mediaset y a Vivendi la posibilidad de acudir a la ampliación. Sin embargo, fuentes conocedoras de esos contactos los enmarcan dentro de la normalidad.

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En el caso de los franceses, ya son accionistas del 9,9% y mostraron su interés en hacerse con hasta el 29% hace unos meses. Sin embargo, las reticencias de Moncloa frenaron el avance de la operación. Ahora bien, las fuentes consultadas explican que si hubiera una ampliación sería lógico que el grupo galo acudiera a la misma. 

Lo de Mediaset, insisten, se enmarca también en contactos normales entre grupos de medios. Además, ven muy complicado que el grupo italiano pudiera embarcarse en una operación de este tipo cuando tienen que reestructurar su negocio en España y están también tratando de crear un gran operador televisivo a nivel europeo. 

La segunda posibilidad, menos atractiva para el consejo, y también compleja, es la de vender activos. No se trata ya de la escisión o la venta de Santillana. Se habla de desprenderse de algunas de las cabeceras de medios históricas propiedad del grupo Prisa. Es decir, hablamos de nombres como El País, la Cadena Ser o el diario As, así como del negocio de radio en Latinoamérica. 

Las fuentes consultadas ven esta opción más compleja; sobre todo en lo que se refiere a las grandes cabeceras. Ahora bien, reconocen que si llega una oferta interesante se podría estudiar. Una situación que no descarta que pudiera ocurrir ya que, si no se tuerce nada, este año El País -por ejemplo- volverá a beneficios y las radios volverán a ver crecer sus ingresos tras la Covid-19. 

Venta condicionada

Eso sí, si llegara una propuesta de compra, el consejo de administración la estudiaría con mucha atención. ¿El motivo? Hay que tener muchas cosas en cuenta dada la importancia sistémica de algunas de sus cabeceras como puede ser El País o la Cadena Ser.

Es por ello, insisten, por lo que además de la propuesta económica sería necesario también estudiar quién sería el comprador, para evitar que cayera en manos de un grupo que -por ejemplo- sea contrario a la defensa de la legitimidad democrática. Desde luego, una propuesta como la lanzada por Blas Herrero en 2020 cuando ofreció 200 millones por hacerse con El País y la SER no sería valorada. 

Resultados 

Comienza la cuenta atrás. Queda margen todavía, pero no cabe duda que en este momento la prioridad es lograr hacer rentable el grupo cueste lo que cueste. Basta para ello con mirar las últimas cuentas del grupo Prisa presentadas este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 

En los nueve primeros meses del año la compañía ha perdido 28 millones de euros frente a los 82 millones que se dejó el año pasado en el mismo período. Los ingresos alcanzan los 587 millones de euros, un aumento del 21% respecto al año anterior.