Carlos Alsina y Carlos Herrera frente a sus respectivos micrófonos.

Carlos Alsina y Carlos Herrera frente a sus respectivos micrófonos.

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La guerra de los Carlos: el plan de Alsina para jubilar y sustituir a Herrera en el trono de las mañanas

El presentador estrella de Onda Cero continúa dando pasos para convertirse en el heredero de Luis del Olmo e Iñaki Gabilondo.

16 noviembre, 2019 02:49

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Luis del Olmo, Carlos Alsina, Pepa Bueno, Carlos Herrera e Iñaki Gabilondo. Más de 40 años de liderazgo radiofónico y decenas de millones de oyentes en una sola fotografía. Los cinco periodistas se reunieron este semana en la entrega de los Premios Ondas que entregaron galardones a Alsina, Bueno y Herrera de manos de Del Olmo y Gabilondo. Un homenaje a la historia reciente de las mañanas radiofónicas, el prime time de la radio y el corazón del periodismo de las grandes emisoras.

Una foto que esconde muchas claves y que demuestra el éxito de unos movimientos que llevan varias temporadas produciéndose y que se encaminan hacia la siguiente sucesión del trono de las mañanas. Una estrategia cuidada en la que Carlos Alsina gana cada vez más protagonismo para sustituir a la figura de Carlos Herrera. La guerra de los Carlos en la que el de Onda Cero se hace fuerte, mientras que el de Cope comienza a ver más cerca su jubilación.

La historia de la radio española siempre ha estado ligada a un gran locutor como referente editorial para la sociedad. No siempre ha sido el que tuvo más audiencia, pero sí el más influyente. Lo fue Luis del Olmo con su Protagonistas que viajó por RNE, Cope, Onda Cero y Punto Radio; lo fue Iñaki Gabilondo, fiel a Hoy por Hoy y Cadena Ser durante dos décadas y lo es actualmente Carlos Herrera desde su púlpito de la Cope.

Nadie discute actualmente que el rey es Carlos Herrera y lo es casi desde que Iñaki Gabilondo abandonó la Ser en 2005, pero también es vox pópuli que está más cerca de una retirada paulatina de las ondas que de prolongar su carrera de manera indefinida. Es una realidad que, por decisión propia, su omnipresencia está comenzando a verse reducida desde esta temporada.

Luis del Olmo, Carlos Alsina, Pepa Bueno, Carlos Herrera e Iñaki Gabilondo, durante la entrega de los Premios Ondas 2019 realizada esta semana.

Luis del Olmo, Carlos Alsina, Pepa Bueno, Carlos Herrera e Iñaki Gabilondo, durante la entrega de los Premios Ondas 2019 realizada esta semana.

Retirada progresiva de Herrera 

Esta temporada fichó a Pilar García Muñiz para que le acompañe en la primera parte de su programa y el objetivo es que la periodista se haga cargo en solitario de la primera franja de las seis de la mañana. El siguiente objetivo es encontrar a alguien que pueda sustituirle en el magacín de Herrera en Cope, lo que significa que en el corto plazo Herrera seguirá en la emisora de los obispos, pero ya no atado al día a día ni a la presentación de siete horas diarias de directo. 

En paralelo, Carlos Alsina sigue quemando etapas en un plan que comenzó en el mismo momento en el que Herrera dejó Onda Cero en 2015. Nadie cree que hoy por hoy, Alsina le discuta el trono a Herrera, pero todas las fuentes consultadas coinciden en que está en el camino correcto y que en el mediano plazo se convertirá en el "más influyente de su generación", como dice un directivo de la radio a este periódico.

Tiempo le sobra. Carlos Alsina (Madrid, 1969) tiene solo 50 años de edad y más de quince años en la primera línea radiofónica, mientras que Carlos Herrera (Cuevas del Almanzora, 1957) tiene 62. Siguiendo esta progresión nadie descarta que en el futuro, el de Onda Cero pueda incluso discutir el liderazgo a Cadena Ser en las mañanas y hacer frente a sus 2,8 millones de oyentes, algo que ni el propio Herrera ha logrado conseguir. 

Todo comenzó en abril de 2015 cuando Atresmedia decidió situarlo al frente de sus mañanas -incluso antes de que Herrera terminase la temporada- pero bajo una estricta y minuciosa planificación que paulatinamente le ha ido poniendo en la primera línea, hasta consolidarle como uno de los periodistas con mayor credibilidad, un entrevistador feroz y un referente informativo.

Carlos Alsina en sus comienzos en Onda Cero, en una imagen de archivo.

Carlos Alsina en sus comienzos en Onda Cero, en una imagen de archivo.

Su 'fichaje' por Punto Radio

En 2008 estuvo casi firmado por Punto Radio, pero una oferta de última hora impidió el fichaje de la emisora de Vocento. En su contrato en el que renegoció su salario al alza con Onda Cero estableció una cláusula en la que él sería el sustituto de Herrera, pasase lo que pasase. Y su oportunidad llegó antes de lo esperado. Herrera se marcharía siete años después y él sería nombrado como el nuevo responsable de las mañanas.

No era fácil sustituir a quien por esas fechas era uno de los mayores referentes radiofónicos, pero la cadena se arriesgó con alguien de casa. Alsina, que desembarcó en Onda Cero en 1990, llevaba diez años en La Brújula curtiéndose y preparándose para dar el salto a las mañanas, su gran objetivo profesional. Sin Herrera, las mañanas de Onda Cero perdieron nada menos que 665.000 oyentes, pero la apuesta por Alsina era a largo plazo.

La emisora decidió no lanzarle a los leones en un primer momento y pactaron un programa dividido en dos partes en el que Alsina haría la primera hora informativa y Juan Ramón Lucas -recientemente fichado- se encargaría del magacín. No obstante, con el paso de la primera temporada el protagonismo comenzó a ser exclusivo para Alsina, pese a que Lucas llevaba en sus espaldas un exitoso paso por las mañanas de RNE durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. 

Metódico, minucioso, detallista y empollón. En pocos meses demostró que las mañanas no le quedaban grandes y que podía jugar en la primera división radiofónica. Mítica es su entrevista a Mariano Rajoy en septiembre de 2015 con la que se presentó en sociedad poniendo contra las cuerdas al por entonces presidente de Gobierno y demostrando en antena que los catalanes no perdían la nacional española ante una eventual independencia.

"¿Y la europea?"

"¿Y la europea?", le preguntó un atribulado Rajoy a Alsina. El presidente prefirió cerrar el debate y cambiar de tema de manera atropellada al darse cuenta de que no tenía razón. Alsina demostró en poco tiempo que es uno de los entrevistadores mejor preparados, colocando a los políticos frente al espejo de sus propias contradicciones. "Pocos son los entrevistados que se someten a las preguntas del periodista y que no den dos o tres titulares a las agencias, los digitales, las teles y los periódicos del día siguiente", dice un directivo de radio que le conoce de cerca. 

Con este posicionamiento, el primer paso del plan ya se había cumplido: estabilizar la caída de las audiencias tras la salida de Herrera y comenzar a hacer ruido mediático. En abril de 2018 se decidió que Alsina presentara en solitario todo el programa, la segunda parte del plan y un nuevo reto que le pedía ampliar su registro hacia el magacín, un terreno además en el que Carlos Herrera se siente muy cómodo.

Pero antes de comenzar su primera temporada en solitario en las mañanas tocaba renovar su contrato. En mayo de 2018 firmó un compromiso de "larga duración" para las próximas tres temporadas, mejorando su ficha y con cláusulas que impiden que pueda marcharse fácilmente a la competencia. Las informaciones confirmadas por EL ESPAÑOL indican que pasó a ser uno de los presentadores mejor pagados de Onda Cero, pero aún lejos de los ocho millones que cobra anualmente Carlos Herrera.

Estas mismas fuentes indican que las cifras no son comparables ya que Herrera fue fichado desde Onda Cero y que Alsina es alguien de la casa. Además los tiempos son otros y las emisoras españolas han dejado atrás el periodo de los fichajes galácticos de Luis del Olmo por Punto Radio, del propio José Ramón de la Morena en Onda Cero o de Herrera en Cope.

Azote de Quim Torra

En septiembre del año pasado comenzó la nueva etapa en solitaria en la que ha seguido ganando terreno y trasladando su modelo al magacín. No son pocos los personajes del mundo social, del cine, de la música, de la televisión que desean sentarse a conversar con él por su capacidad de evocación y su facilidad para emocionar a los invitados. "Son muy recordadas las lágrimas de Luis Merlo y Maribel Verdú, o la emoción de Josep María Pou, Concha Velasco, Carlos Hipólito", dice alguien que trabaja en su equipo.

En medio de todo esta vorágine llegó su histórica entrevista al presidente de la Generalitat, Quim Torra. El pasado mes de febrero, Alsina asestó un durísimo golpe al independentismo con la entrevista a su presidente, cuyos argumentos fue desmontanto poco a poco a lo largo de una conversación de alta tensión.

Hay incluso un momento en la entrevista el la que Torra emite una tos gutural en mitad de una de sus respuestas. Al proseguir pareció ahogarse en sus propias palabras, en sus propios argumentos. Torra recibió un severo correctivo que retrató al político y confirmó a Carlos Alsina.

A la espera del cierre del año, el último dato del EGM certifica que Carlos Alsina logró en su primera temporada en solitario al frente de Más de uno 112.000 nuevos oyentes, lo que le permite tener la confianza de 1,3 millones de personas.

Carlos Alsina recibe su Premio Ondas.

Carlos Alsina recibe su Premio Ondas.

El sucesor

Una temporada en la que también ha recibido el reconocimiento de la profesión. Al citado Premio Ondas por el programa especial Más de uno, día mundial de la radio se ha sumado esta temporada el Premio de Periodismo Europeo Salvador de Madariaga, concedido por la Asociación de Periodistas Europeos (APE), la Representación en España de la Comisión Europea y la Oficina en Madrid del Parlamento Europeo y el premio Raúl del Pozo de Periodismo, que premia el ejercicio de aquellos profesionales que contribuyen desde los medios de comunicación a sustentar la prensa democrática y la opinión libre en España.

¿Está ya preparado Carlos Alsina para tomar el relevo? Las diferentes fuentes consultadas indican que efectivamente puede seguir la estela de Luis del Olmo, Iñaki Gabilondo y Carlos Herrera en un camino que no solo lo da el liderazgo de audiencias -de hecho Herrera no lo ha sido nunca- sino que también su peso e influencia en la vida política e informativa, el reconocimiento de la profesión y el 'temor' de los políticos a enfrentarse a sus preguntas. La guerra de los Carlos ha llegado para quedarse.