Aeropuerto internacional Simón Bolívar, que sirve a Caracas, en Maiquetía (Venezuela).

Aeropuerto internacional Simón Bolívar, que sirve a Caracas, en Maiquetía (Venezuela). Ronald Peña EFE

Turismo

Tripulaciones tiroteadas, miedo a dormir en Caracas y retención de pagos: así es la realidad de las aerolíneas en Venezuela

Las decisiones del régimen de Maduro han generado pérdida de conectividad aérea. Actualmente, ha revocado el derecho de volar a varias compañías.

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Las claves

Las aerolíneas internacionales enfrentan altos niveles de inseguridad en Venezuela, con incidentes como tiroteos a tripulaciones y necesidad de pernoctar fuera del país para evitar riesgos.

El gobierno venezolano ha retenido pagos multimillonarios a aerolíneas por la venta de billetes, lo que provocó la salida de más de 20 compañías y la imposibilidad de repatriar ganancias.

Recientemente, Venezuela retiró los derechos de vuelo a Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol, incrementando su aislamiento aéreo y reduciendo aún más la conectividad internacional.

Solo unas pocas aerolíneas mantienen operaciones en el país, mientras las restricciones y recomendaciones internacionales refuerzan la percepción de Venezuela como un destino de alto riesgo para la aviación comercial.

Venezuela está considerada como un destino de riesgo para viajar por muchos gobiernos, pero también por las compañías aéreas que llevan años padeciendo la inseguridad y la inestabilidad política del régimen de Nicolás Maduro. Y más tras revocar hace unos días los derechos de vuelos de varias aerolíneas internacionales, incluida Iberia.

Las constantes tensiones en el país desde hace más de una década han implicado reducción de vuelos, salida de múltiples compañías y medidas restrictivas que han agravado su aislamiento aéreo.

“Venezuela es un país con inseguridad aérea desde hace años y con muchos altibajos políticos que influyen en la seguridad”, asegura a este periódico Jorge Martínez Gray, secretario del sindicato de pilotos Sepla.

Esta falta de seguridad “hace que las tripulaciones de los aviones se encuentren a veces en situaciones problemáticas”, cuenta. Algo para lo que no están preparados.

El caso más extremo lo encontramos en 2019, cuando una tripulación de Air Europa se vio involucrada en un tiroteo.

Los trabajadores de la compañía española fueron perseguidos por varias motos cuando se dirigían a su hotel en la capital venezolana y tuvieron que entrar rápidamente al establecimiento al escuchar unos tiros.

El suceso terminó sin incidentes y con la tripulación siendo escoltada más tarde al aeropuerto para coger un vuelo y salir del país.

Este hecho fue el detonante para que la aerolínea dejara de pernoctar en la capital venezolana. Decidió triangular la ruta Madrid-Caracas con Punta Cana para dormir fuera del país.

Algo que actualmente está a la orden del día. Las aerolíneas intentan “tomar decisiones con antelación” ante la inseguridad, como “pernoctar fuera de Caracas” o “llevar más combustible por si hiciera falta hacer escala o desviar el vuelo”, cuentan desde Sepla.

Un avión 737 MAX de Air Europa.

Un avión 737 MAX de Air Europa. Europa Press.

También reconocen que algunas tripulaciones de aerolíneas españolas han tenido que cambiar de hoteles en muchas ocasiones o viajar con escolta del aeropuerto al hotel.

Y es que “la situación de seguridad sigue siendo muy delicada en muchos lugares del país y el suministro de electricidad y agua sigue interrumpiéndose de manera crónica”, señalan desde el Ministerio de Exteriores español, que reconoce que la situación ha mejorado con respecto a años atrás.

No obstante, el departamento dirigido por José Manuel Albares desaconseja desde hace años viajar al país. Recomendación que mantiene y que ha actualizado tras la suspensión de vuelos de las aerolíneas.

“Al no haber variado la situación de tensión política y social que atraviesa el país tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, se reitera la recomendación de no viajar salvo que sea necesario”, señala en su web.

Impagos del Gobierno

En paralelo a la inseguridad que viven las plantillas, numerosas aerolíneas dejaron de volar al país por impagos.

Desde 2013, el gobierno venezolano, primero bajo el mando de Hugo Chávez y luego con Nicolás Maduro, ha acumulado deudas multimillonarias con aerolíneas internacionales, reteniendo pagos por venta de billetes de avión en moneda local.

Hablamos de una deuda que corresponde a ingresos por venta de billetes en bolívares que las aerolíneas no podían convertir y repatriar por los controles de cambio venezolanos.

En 2014, los impagos superaban los 4.000 millones de dólares (3.450 millones de euros al cambio actual), según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).

Aerolíneas en el aeropuerto de Caracas.

Aerolíneas en el aeropuerto de Caracas. EFE

Por aquel entonces era el 90% de todos los fondos de aerolíneas retenidos en el mundo.

Más de 20 aerolíneas tuvieron dificultades para repatriar ganancias, entre las que se encontraban Air Europa e Iberia. Otras, como Air Canada, optaron por dejar de volar al país.

“Hay compañías que no han vuelto a ir por el remanente acumulado”, asegura Jorge Martínez Gray.

¿Qué pasó con la deuda? Una parte se pagó o se reconoció a tipos de cambio devaluados. Pero el resto quedó como fondos bloqueados y muchas aerolíneas la han dado por pérdida.

Situación actual

La situación actual no es mucho mejor. Hace una semana, muchas aerolíneas suspendieron sus vuelos tras la recomendación de la Administración Federal de Aviación (FAA).

El organismo estadounidense instó a “extremar la precaución” al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe ante lo que considera “una situación potencialmente peligrosa en la región”. Algo que coincide con el nutrido despliegue militar de Washington.

El Gobierno venezolano dio 48 horas para que las aerolíneas que habían suspendido vuelos volvieran al país.

Al no hacerlo, el pasado jueves retiró los derechos de vuelo a Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol, según la Gaceta de la República Bolivariana de Venezuela.

Una medida de presión para obligarlas a volver a operar en el país. Pero las aerolíneas no se la pueden jugar. Lo que prima es la seguridad. Venezuela dice que está garantizada, pero EEUU no.

Romà Andreu, profesor de EAE Business School, recuerda que hay una notificación, que se llama NOTAM (Notice to Airmen o Aviso a los aviadores), que especifica el riesgo de volar en esa zona.

Las aerolíneas pueden obviar la advertencia, pero, en caso de tener un incidente o accidente, la compañía aérea será responsable.

Por ello, ante las recomendaciones las aerolíneas han mantenido su decisión de no volar -al menos hasta el 1 de diciembre- en la Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía, que es el espacio aéreo bajo la jurisdicción de Venezuela.

No obstante, Venezuela no impuso el mismo castigo a todas. Por ejemplo, las españolas Air Europa y Plus Ultra se libraron.

Algo que se entiende como un intento para enfrentar a las propias aerolíneas en una guerra comercial, según los expertos.

Aislamiento

Sea por amenaza o por estrategia comercial, lo cierto es que la decisión de Venezuela lo que genera es un mayor aislamiento internacional.

IATA, la asociación que engloba a buena parte de las aerolíneas de todo el mundo, ya alertó de los efectos negativos de quitar los derechos de vuelo.

“Esta decisión reducirá aún más la conectividad hacia el país, que ya es uno de los menos conectados de la región”, señalaron.

Y es que ahora mismo sólo mantienen operaciones en el país Copa, Wingo, Boliviana de Aviación y Satena -que vuelan a destinos de América Latina y el Caribe-, así como las compañías locales Avior y Conviasa (estatal).

Aeropuerto de Caracas.

Aeropuerto de Caracas.

Tampoco es la primera vez que el régimen venezolano toma una decisión de este tipo. El pasado año, suspendió los vuelos a Panamá, República Dominicana, Perú y Chile.

Lo hizo tras las elecciones presidenciales en las que Nicolás Maduro obtuvo una controvertida reelección calificada de fraudulenta por estos países y por gran parte de la comunidad internacional.

Esa decisión redujo un 54% su conectividad internacional, según la Asociación de Líneas Aéreas (ALAV) venezolana.