Dos personas esperan sentadas frente a un avión aparcado en la pista del aeropuerto de El Prat

Dos personas esperan sentadas frente a un avión aparcado en la pista del aeropuerto de El Prat David Zorrakino Europa Press

Turismo

La ampliación de El Prat: una operación bloqueada a la espera de un cambio político en Cataluña

Aena califica de "muy grave error" la obstrucción del Govern porque perjudica a la competitividad catalana y dice que "la pelota está en su tejado".

8 marzo, 2024 02:36

El bloqueo por parte de las autoridades catalanas al proyecto de ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat viene de largo. Se trata de una operación necesaria para potenciar la capacidad de la Ciudad Condal como hub internacional que necesita de la colaboración de la Generalitat, que se opone. Y aunque el Gobierno central suspendió el proyecto en 2021 por la falta de apoyo de la Administración catalana, Aena asegura que "la pelota está en el tejado" del Ejecutivo de Pere Aragonès.

Fuentes del sector del transporte aéreo consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia defienden firmemente la ampliación. Ya no sólo para ampliar su capacidad en aras de mejorar su alcance en el largo radio, sino también para que no vuelva a ocurrir lo que sucedió antes de la pandemia, cuando el aeropuerto alcanzó su capacidad máxima. Más todavía cuando las expectativas son de un acentuado crecimiento del número de pasajeros en los próximos años.

La decisión de bloquear o apoyar el proyecto es básicamente política. Aena lo sabe, de ahí que ponga la pelota en el tejado de la Generalitat. Y no lo ha hecho en un momento cualquiera: los catalanes irán a las urnas antes de que termine 2024. Aunque no pudo gobernar, en los últimos comicios la primera fuerza fue el PSC de Salvador Illa, quien ahora mismo pugna con ERC por estar a la cabeza de las encuestas.

[Lucena (Aena) califica de "muy grave error" los obstáculos de la Generalitat a la ampliación de El Prat]

"Defendemos totalmente la ampliación. El Prat necesita ser ampliado porque la realidad es que ya en 2019 Eurocontrol anunció que estaba en máxima capacidad", aseguran a este periódico fuentes de Vueling. Y coinciden en señalar que es algo necesario "para ofrecer un buen servicio" a los pasajeros.

La ampliación del aeropuerto catalán estaba valorada en 1.700 millones de euros, pero el rechazo de la Generalitat hizo que esta no se incluyese en el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) que comprende el periodo 2022-2026. El motivo es que el proyecto interfiere con el espacio natural protegido de La Ricarda.

En la actualización de su plan estratégico para ese mismo periodo, Aena sitúa el proyecto de El Prat "en fase de trabajos previos", mientras que coloca al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas "en fase de proyecto". Esta segunda ampliación, planteada en tiempos similares, sí sigue adelante. De hecho, en enero, Pedro Sánchez confirmó que la inversión alcanzará los 2.400 millones de euros.

"Hay interés en el aeropuerto de Barcelona, pero administrativamente es muy complicado", se lamentaba este jueves el presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena. El directivo del gestor aeroportuario calificó como un "muy grave error" el bloque a la ampliación de El Prat.

Una operativa limitada

Desde ALA, patronal de las aerolíneas, defienden la ampliación "desde el punto de vista operativo y para mejorar la conectividad de largo radio". En este momento, continúan las mismas fuentes, "el proyecto es necesario y evitará que se produzcan situaciones parecidas a la del verano de 2018, cuando se sufrió problemas de congestión".

"Tiene una operativa limitada", aseguran a este medio desde ALA, que insisten en que la ampliación de El Prat, por tanto, es necesaria para "ampliar su resiliencia operativa" y mejorar la conectividad. Y "perder la oportunidad", como sucede hasta el momento, "significa no avanzar".

Un avión en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat

Un avión en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat

La inacción de las autoridades catalanas abre, además, otro debate. Lucena señaló que una de sus mayores preocupaciones es que las dificultades que encuentran en Cataluña no se dan en otras regiones del país. Así, surge la duda de si la falta de inversiones en El Prat puede traducirse, en el medio y largo plazo, en una caída de su actividad.

Especialmente, en su función de hub internacional. Con Barajas en pleno desarrollo y sin trabas para su ampliación -más allá de las dificultades en la licitación del polo logístico-, el futuro puede deparar una mayor diferencia en la actividad entre ambos aeropuertos.