El grupo de telecomunicaciones incluye el "deterioro del entorno económico o político" entre los factores de riesgo para su negocio incluidos en su Informe de gestión consolidado 2023 publicado este martes. Y entre otros, Telefónica menciona expresamente cómo puede quedar la Eurocámara tras los comicios de esta primavera. 

"Las elecciones al Parlamento Europeo de 2024 pueden profundizar la fragmentación política y dar lugar a una menor representación de las posiciones moderadas en aras de opciones extremas", señala la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete.

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En concreto, la operadora avisa de que, este escenario, podría "debilitar la gobernabilidad" en el Viejo Continente y obstaculizar la puesta en marcha de la agenda en curso en materia fiscal y económica, política climática y energética y otros aspectos críticos de la gobernanza de la región.

Sin embargo, las elecciones a la Eurocámara no son el único riesgo de origen político que incluye Telefónica en su informe. En términos generales, apunta que los principales conflictos geopolíticos que han afectado a la seguridad mundial durante 2023 "han continuado empeorando, sin perspectivas claras de estabilidad para el medio y largo plazo".

Conflictos geopolíticos

En concreto, destaca que la guerra en Ucrania continúa desarrollándose sin avances significativos o un plan de paz, al mismo tiempo que la tensión geopolítica ha aumentado tras el estallido de un nuevo conflicto bélico en la Franja de Gaza, que amenaza los avances y actuales equilibrios en Oriente Próximo.

"Ambos conflictos han empeorado las perspectivas en torno a una potencial crisis energética, debido a su impacto para los principales productores de gas y petróleo", avisa Telefónica, que también añade que pueden provocar "disrupciones" en las cadenas de suministro globales.

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En esta línea, añade que las tensiones mundiales se trasladan a los entornos políticos nacionales o regionales, en forma de una "creciente polarización". "Por todo el mundo, los resultados de las últimas elecciones presentan fuertes cambios de orientación de los gobiernos y, con ellos, un deterioro de las condiciones de seguridad jurídica necesarias para la inversión a largo plazo de las empresas", detalla.

En este contexto, la operadora señala que su presencia internacional permite la diversificación de su actividad en diversos países y regiones, pero también la expone a distintas legislaciones, así como al entorno político y económico de los países en los que opera.

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Por ello, avisa de que desarrollos adversos en estos países o la mera incertidumbre pueden desembocar en potenciales variaciones en los tipos de cambio o en el riesgo soberano. Factores que, junto con las crecientes tensiones geopolíticas, afectarían negativamente a su negocio y a su situación financiera.

Para mitigar este impacto, Telefónica aplica distintas medidas como la monitorización continua de las condiciones macro y de mercado o la protección contra la volatilidad de los tipos de cambios con deuda en moneda local. También impulsa la flexibilidad financiera, el mantenimiento de la opcionalidad en aquellos mercados que no se consideran core o el refuerzo de las medidas de ciberseguridad y protección de datos.

España

Respecto a España, Telefónica señala que existen varios focos locales de riesgo. Entre ellos, se encuentra la posibilidad de que los elevados precios de las materias primas y/o de la aparición de presiones salariales puedan prolongar el episodio inflacionario "con un impacto más profundo en la renta de los hogares".

En segundo lugar, avisa de que, aunque la ejecución de los Fondos Europeos Next Generation (NGEU) parece estar ganando tracción recientemente, si se producen "retrasos adicionales o incluso fallos en su diseño podrían limitar su efecto final sobre el nivel del PIB y el empleo".

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Por otro lado, la operadora añade que España podría verse afectada negativamente por el aumento del proteccionismo y de las restricciones comerciales, dado que es uno de los países más abiertos al exterior y se encuentra entre las diez principales economías mundiales en emisión y recepción de capital.

Por último, advierte de que el impacto de la subida de los tipos de interés podría ser el origen de estrés financiero por el elevado endeudamiento público y provocar una eventual corrección del mercado inmobiliario. "A largo plazo el reto es el aumentar el crecimiento potencial vía productividad y garantizar la sostenibilidad de la deuda pública", concluye Telefónica sobre España.