Así lo reflejan los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que constatan que las operadoras españolas siguen viendo como caen sus ingresos como consecuencia de la intensa competencia que desde hace años se registra en el mercado español.

En concreto, el informe trimestral de la CNMC recoge que las empresas del sector audiovisual facturaron en los tres primeros meses de 2023 un total de 7.978 millones, lo que supone un 2,1% menos que los 8.149 millones de euros que ingresaron en el mismo periodo de 2022.

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Esta cifra es, además, la más baja desde el primer trimestre de 2021, cuando los ingresos de las empresas españolas de telecomunicaciones y audiovisuales se situaron en los 7.959 millones de euros, una cifra muy similar a la de los tres primeros meses de 2023.

Exceptuando el segundo trimestre de 2020, marcado por las medidas de confinamiento para evitar la expansión de la Covid-19, hay que remontarse al año 2016 para encontrar un trimestre peor que aquellos dos. En concreto, al comprendido entre abril y junio de 2016, cuando facturaron un total de 7.891 millones de euros. 

Mercado minorista

En concreto, los ingresos minoristas de las operadoras, es decir, aquellos que proceden de los servicios que prestan al cliente final, se situaron en los 5.720 millones de euros en el primer trimestre de 2023, una cifra prácticamente idéntica a los 5.178 millones de euros de los tres primeros meses de 2022. 

Por compañías, los ingresos de dos de los principales operadores del mercado español, Movistar y Vodafone, se redujeron respecto a los del mismo periodo en 2022. En concreto, descendieron un 9,8% y un 2,1%, respectivamente.

Por el contrario, Orange y Grupo MásMóvil aumentaron sus ingresos en tasa interanual, un 4% y 6,1%, respectivamente. Por su parte, la facturación del resto de compañías se disparó un 22,7%, debido principalmente al crecimiento que en los últimos tiempos ha registrado Digi.

Con estos datos, Movistar, Orange y Vodafone, los tres mayores operadores del mercado español, coparon el 71,2 % de los ingresos minoristas del sector, con una reducción de 3,9 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre de 2022 y de 4,9 puntos respecto al de 2021.

Negocio mayorista

Peor ha sido el comportamiento del negocio mayorista del sector en el inicio de 2023. Los ingresos obtenidos en el primer trimestre por los servicios que una compañía presta a otra operadora cayeron hasta los 2.257 millones de euros, un 7,2% menos que los 2.432 millones de euros de hace un año.

Como consecuencia de este descenso, la facturación mayorista de las operadoras registró su nivel más bajo en dos y medio, ya que hay que remontarse hasta el tercer trimestre de 2020 para ver una cifra más baja (2.242 millones de euros). Y sin tener en cuenta la pandemia, es el dato más bajo desde el segundo trimestre de 2018.

El motivo ha sido principalmente el fuerte descenso del 42,4% que registró Vodafone tras la pérdida del contrato de alquiler de red con Lebara. El Grupo MásMóvil también registró una fuerte caída del 64,7%, pero la compañía representa una parte muy pequeña de este mercado.

En el caso de Telefónica, el descenso de los ingresos mayoristas fue del 1,23%, mientras que la facturación obtenida por Orange en los tres primeros meses del año por este negocio se mantuvo prácticamente estable. 

Competencia

La caída de la facturación de las operadoras de telecomunicaciones ha sido una constante en los últimos años. Una evolución negativa que el sector achaca a una regulación, desde Europa y en España, que ha favorecido la competencia en precios en vez de la inversión en infraestructuras.

Las distintas operaciones de concentración llevadas a cabo a mediados de la década pasada, como la de Orange y Jazztel y Vodafone y Ono, no lograron reducir la presión en el mercado, ya que las condiciones o remedies impuestos por la Comisión Europea (CE) provocaron la aparición de un nuevo y agresivo actor: MásMóvil.

Actualmente, la fusión de Orange y MásMóvil podría dar una mayor racionalidad al mercado español, pero dependerá de si Bruselas aplica o no unos duros remedies que hagan que los nuevos operadores que han irrumpido en los últimos tiempos ganen todavía más fuerza, como es el caso de Digi.

Así, los 8.000 millones de facturación trimestral que registra actualmente la industria están lejos de los más de 10.000 millones que llegaron a obtener cada trimestre en los ejercicios 2007 y 2008. Y eso pese al crecimiento del negocio mayorista, ya que en el minorista las telecos facturan casi 3.500 millones de euros menos que en el cuarto trimestre de 2007.