Un joven utilizando un smartphone

Un joven utilizando un smartphone Erik Lucatero

Tecnología

Unos costes disparados por la inflación fuerzan a las operadoras a subir precios: "No nos queda otro remedio"

El sector, que hasta ahora no había elevado sus tarifas, se encuentra en una "encrucijada" por la elevada competencia y las necesidades de inversión. 

21 noviembre, 2022 03:03

El sector de las telecomunicaciones era uno de los pocos que había mantenido invariables sus precios este 2022 pese a la elevada inflación. Hasta ahora. Las operadoras se han visto abocadas a empezar a aplicar subidas de precios a sus clientes ante el fuerte incremento de costes que afrontan desde hace meses y la necesidad de seguir invirtiendo en el despliegue y mantenimiento de las redes.

Una situación que, según señalan fuentes del sector a EL ESPAÑOL-Invertia, se ha vuelto "difícilmente sostenible". Y no solo por ese fuerte aumento de los costes, sino también porque la industria lleva a años en un espiral deflacionista y viendo como caen sus ingresos como consecuencia de la fuerte competencia.

La primera en comunicar que llevaría a cabo un incremento de sus precios fue Vodafone. La operadora anunció que a partir de 2023 iba a empezar a actualizar sus tarifas en función del IPC interanual promedio, una medida que el grupo británico está aplicando en todos sus mercados. Un movimiento fue replicado días después por Avatel, uno de los nuevos actores que más está creciendo.

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Esta pasada semana fue el turno de Movistar. La operadora del Grupo Telefónica confirmó que a partir de enero subiría sus precios de media un 6,8% en España. Un incremento que tiene su origen en el mayor coste que le supone a la compañía prestar el servicio a sus clientes. 

El resto de las principales operadoras aún mantienen sin cambios sus tarifas, pero no descartan subidas de precios. En la rueda de prensa de los resultados del tercer trimestre, Diego Martínez, vicepresidente de la división de Consumo de Orange España, apuntó que están siguiendo "con mucha atención" cómo impacta la inflación en sus costes. "Si tenemos espacio para poder repensar los precios, lo haremos", agregó.

En esta misma línea, Meinrad Spenger, consejero delegado de Grupo MásMóvil, destacó que están analizando la situación y tomarán una decisión en el "momento apropiado", pero en todo caso serían subidas inferiores a la inflación. "Nuestro compromiso es mantener unos precios justos para evitar grandes sorpresas, pero también debemos considerar el actual entorno y la inflación", añadió. 

Las fuentes del sector apuntan que, en el escenario actual, una subida de precios será probablemente "inevitable" en todos los operadores. Incluso Eduardo Delgado, fundador y consejero delegado de Roams, añade en declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia que es probable que el próximo enero prácticamente todos los operadores habrán anunciado subidas. 

Encrucijada

Desde el sector advierten de que en estos momentos las empresas se encuentran en una "encrucijada". Por un lado, la inflación ha disparado prácticamente todos sus costes, desde los energéticos hasta los laborales, pasando por los alquileres, los servicios logísticos o los de sus proveedores.

Por otro, las operadoras siguen estando obligadas a seguir invirtiendo para ofrecer una conectividad robusta y de calidad y en desplegar redes de fibra y 5G en un entorno altamente competitivo y en el que los clientes son altamente sensibles al precio.

Un técnico durante la instalación de la fibra óptica

Un técnico durante la instalación de la fibra óptica

En este contexto, recuerdan que el sector lleva año siendo "deflacionario" por una regulación en Europa y en España que ha promovido una "feroz" competencia. Un entorno que hace que las compañías lleven una década registrando caídas de ingresos, al mismo tiempo que han seguido aumentando sus clientes y sus servicios y sin que se hayan visto frenadas las inversiones

Todos los operadores llevan años advirtiendo de que la situación es "insostenible", pero lo ocurrido en los últimos meses ha terminado obligando a las operadoras a subir precios sin dar nada cambio por el pasado (lo que se conocía tradicional como 'más por más'), solo con el fin de poder hacer frente a unos costes disparados.

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En este sentido, Delgado explica que en últimos cinco años las compañías de telefonía han ido reduciendo poco a poco el precio de sus tarifas debido principalmente a la competencia en el sector. Un escenario que se mantiene debido a las políticas que aplican aún sobre todo dos compañías, Digi y Finetwork, que en algunos casos "podrían estar rompiendo los precios por debajo de su margen".

"Todo el rato a pulmón o con recorte de costes y promociones no se puede. Tenemos que buscar ingresos por algún lado", inciden fuentes del sector. "Tienes dos opciones, o llevarte la compañía por delante o adecuarte a las condiciones de mercado", inciden otras fuentes.

Subidas limitadas

Otro punto en el que insisten las fuentes es en que las subidas de precios van a estar muy por debajo de los que han registrado otros productos como la energía o gran parte de los alimentos. De hecho, señala que en la mayoría de los casos se tratará de incrementos de tan solo dos o cuatro euros, "lo que cuestan dos cafés".

Asimismo, Delgado destaca que otra particularidad de estos anuncios es que están afectando principalmente a los paquetes de mayor valor y tratando de que aquellos clientes que mayor margen ofrecen sigan contratando esos servicios. "No creo que esa subida inflación se vea reflejada en todos y cada uno de los servicios del mercado", subraya.

En este sentido, destaca que aquellas personas que necesiten contratar una tarifa de telefonía básica van a poder hacerlo a un precio "muy semejante" al actual e incluso apunta que las empresas de bajo coste puedan aprovechar esta situación para hacerse con "un mayor porcentaje de cuota de mercado" y seguir creciendo.

Fuentes del sector añaden que el no subir las tarifas más bajas tiene todo el sentido, ya que desde el punto de vista de la batalla comercial que se libra actualmente generaría a estas operadoras una "desventaja competitiva" y dejaría el camino libre a los actores más disruptores del mercado.