Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en Moncloa.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en Moncloa. Efe

Tecnología

Las tecnológicas no saben de donde saldrán los 50.000 millones que les pide el plan digital de Sánchez

El Plan de Recuperación presentado el pasado miércoles destina 26.000 millones de fondos europeos a la digitalización de España.

12 octubre, 2020 02:13

Noticias relacionadas

Incertidumbre. Ésta fue la conclusión de las principales empresas tecnológicas que operan en España tras conocer el detalle del Plan de Recuperación presentado el miércoles pasado por el presidente Pedro Sánchez. "Un brindis al sol y cifras sin detalle técnico ni profundidad", según los consultados.

Las compañías consultadas indican que la hoja de ruta para invertir los primeros 72.000 millones de los planes de reconstrucción de la Unión Europea no aportó nada nuevo y que ha dejado una serie de interrogantes respecto al destino de esta inversión y de los sectores que serán más beneficiados.

Entre las fuentes consultadas por este diario hay dudas respecto de qué proyectos se deben presentar, cómo se articulará la elección de estos montantes, cómo se presentarán a la Unión Europea y qué seguimiento se hará de los mismos.

Un cúmulo de situaciones que les lleva a frenar cualquier proyecto que pueda ser incluido hipotéticamente en el Plan y, por tanto, les lleva a poner en el congelador cualquier inversión propia relacionada con el mismo. Recordemos que en julio, Sánchez comprometió 50.000 millones de recursos privados solo para digitalización. El pasado miércoles aseguró que por cada euro público los privados pondrían cuatro sobre la mesa.

De esta manera, presentó las líneas maestras del plan con el que pretende invertir la mitad de los fondos europeos asignados por la UE. En el proyecto para los próximos tres años (hasta el final de legislatura) se ha asignado 23.000 millones (el 33%) para digitalización, uno de los pilares de la estrategia de reconstrucción acordada en Bruselas con todos los estados miembros.

España digital 2025

Pero poco más. De hecho, el documento de 58 páginas hecho público a última hora del miércoles no se presentó ningún elemento nuevo que no haya sido comunicado el 23 de julio en el Plan España Digital 2025. Al contrario, las mismas interrogantes siguen el aire.

La primera es la de los montantes. En julio, Sánchez prometió 140.000 millones en inversión digital a todos los niveles, de los que 70.000 millones se destinarían al periodo 2020-2022. No obstante, de esta última cifra solo 20.000 millones serían públicos y el sector privado invertiría otros 50.000 millones.

Ahora, en el Plan de Recuperación (donde solo se incluye dinero público) la inversión en tres años será de 72.000 millones de euros hasta 2023 y para todos los sectores. De esta cifra, 23.760 corresponderán a digitalización, pero a partir de aquí ya no hay nada claro.

El nuevo proyecto ha establecido 10 ejes a los que se les ha asignado un porcentaje de participación en los 72.000 millones que recibiremos de Europa en tres años. Todos ejes con vasos comunicantes con la digitalización.

Nos encontramos con partidas como un Pacto por la Ciencia y la Innovación (16,5% de los recursos) o Educación y conocimiento, formación continua y desarrollo de capacidades (17,6%) y prioridades como la digitalización del turismo, la educación, las Pymes o las infraestructuras de fibra óptica y el 5G, pero nada que dé pistas qué proyectos concretos tendrán más recursos.

Arriesgar inversiones privadas

Respecto a las infraestructuras, las tecnológicas y operadoras se sorprenden de que Moncloa se cuelgue la medalla cuándo serán ellos los que lleven el 5G y han llevado la fibra a toda España, invirtiendo miles de millones de euros en la última década y con una mínima participación pública.

"Se está construyendo la casa por el tejado", indican las fuentes consultadas, que no tienen claro que el sector invierta 50.000 millones de euros de su bolsillo para apoyar las inversiones estatales. De hecho, advierten de que no se liberará ningún recurso hasta que se les explique cómo se utilizará el dinero.

Desde luego, hoy por hoy, ninguna empresa tecnológica está dispuesta a arriesgar inversiones propias en este plan si no hay más claridad en el reparto de fondos y si no se participa activamente en la elaboración de los proyectos. Incluso se duda de que -con la situación actual- exista en España un montante como el que ha comprometido Moncloa para el sector privado y menos para hacerlo en solo tres años. 

Es última situación sorprende ya que en el plan del miércoles pasado Moncloa volvió a insistir en que por cada euro que invierta el sector público se generarán otros cuatro euros de inversión privada. Una situación muy difícil de conseguir solo con el plan que se conoce hasta la fecha, según reconocen las fuentes consultadas. 

Otra gran interrogante para las empresas tecnológicas es la manera en que se deben presentar los proyectos. De hecho, las fuentes consultadas indican que la única respuesta de Moncloa ha sido que envíen sus propuestas a la Oficina Económica y que sean proactivos. "¿Cómo vamos a ser proactivos si no sabemos qué quieren ni cuáles son las áreas que quieren cubrir?", indican.

Freno en la UE

Una situación que sorprende porque precisamente la aprobación y fiscalización de los fondos europeos se hará proyecto a proyecto y en la medida que no estén coordinados crece la posibilidad de que los rechacen y que finalmente no se apruebe la totalidad de los montantes comprometidos. El riesgo de este veto es creciente en la medida que no se tenga un plan estructurado.

De hecho, las empresas consultadas insisten en señalar que la presentación de este plan no incluye las opiniones del sector y que todavía no se les cita para comenzar a elaborar los proyectos que puedan acceder a los fondos europeos. En este sentido, tienen dudas respecto al papel de la oficina creada en la CEOE para tal efecto y su colaboración con la Oficina Económica de Moncloa, encargada del reparto. 

Frente a todo este panorama, piden que a partir de ahora haya más claridad, que se comience a trabajar en la profundidad del reparto y que Moncloa comience a definir qué proyectos quieren y cómo deben articularse. Hasta no recibir claridad al respecto, el sector no movilizará inversiones.