galletas cookies

galletas cookies

Tecnología

Preguntas y respuestas sobre las 'cookies'

  • Ayudan al usuario a personalizar su experiencia de navegación
  • Una de las principales quejas tiene que ver con la publicidad
6 abril, 2019 06:00

Noticias relacionadas

Te habrá ocurrido en alguna ocasión que entras a un establecimiento con tanta frecuencia que el dueño te saluda y, en el caso de un bar o cafetería, te preguntan si quieres lo de siempre o simplemente te sirven, sin preguntar, aquello que querías y tal como lo querías.

Ese servicio tan detallista se produce en la vida real con el tiempo. Necesitas acudir con relativa frecuencia para formar parte de la lista no escrita de clientes habituales y recibir así un trato por encima de la media. En Internet, esto se consigue desde la segunda visita gracias a las cookies, las galletas informáticas que vieron la luz en 1994.

Curiosamente, su promotor fue Netscape. ¿Su propósito? Permitir que una tienda online tuviera un carrito de compras virtual que, en caso de salir y volver a entrar, siguiera ahí.

Con los años, las cookies se han convertido en parte imprescindible de cualquier página o sitio web que visites y si bien en la mayoría de los casos es una solución práctica que beneficia al usuario, en ocasiones nos encontramos con abusos que, en vez de ayudar al visitante de una web, sólo sirve para recopilar información personal. A continuación respondemos algunas de las preguntas más frecuentes en relación a las cookies.

¿Qué son las cookies?

Las cookies o galletas son un pequeño archivo de texto que genera un sitio web, a través de tu navegador, cuando lo visitas. Su propósito es reconocerte cuando vuelvas a ese sitio web, de manera que si has cambiado elementos de configuración o has personalizado un servicio online, los cambios se activarán de nuevo. También te recordará si eres usuario registrado, para que no tengas que iniciar sesión de nuevo, etc.

Entre otras cosas, una cookie guarda información sobre tu navegador, tu sistema operativo, dispositivo que empleas, resolución de la pantalla, la fecha de visitas a ese sitio web, etc. En resumen, las cookies ayudan al usuario a personalizar su experiencia de navegación para no tener que realizar los mismos cambios cada vez que entre en un sitio web. Y a la página o sitio que visitamos le ayudan reconociendo a cada usuario y generando estadísticas para conocer el volumen de visitas y cómo son esos usuarios: horarios de visita, tipo de navegador, dispositivo desde el que acceden…

¿Qué no son?

Ahora que sabemos qué son y qué información guardan, conviene saber qué no son, aunque muchos nos hayamos hecho una imagen equivocada. Para empezar, las cookies no son un virus informático. No va a contaminar o a apoderarse de tu computadora. Tampoco va a robar información de tu ordenador. Todo el conocimiento que recopila una cookie se lo has aportado tú desde tu navegador.

Estas no pueden apoderarse de tu navegador. Están escritas en JavaScript, pero eso no significa que puedan ordenar acciones al navegador, como abrir una ventana emergente o cargar direcciones concretas. En resumen, las cookies son datos, no código. Los datos se guardan, se eliminan, se copian… Pero no son capaces de realizar acciones, como un código.

Abusos de las cookies

Es difícil definir qué es un abuso cuando hablamos de cookies, pues lo que beneficia al creador de una página web no siempre es bien visto por el usuario.

Una de las principales quejas tiene que ver con la publicidad. Muchas páginas y servicios web se financian mediante publicidad, y gracias a las cookies es posible personalizarla para que sea más efectiva. Para entendernos, si no te gusta practicar deporte, ¿para qué quieres ver publicidad sobre ropa deportiva?

Esta es una de las posibilidades que ofrecen las cookies, que pueden resultar una molestia o un atentado a nuestra privacidad en el momento en que la publicidad es tan personalizada que nos sentimos observados.

Los ejemplos más claros en este sentido los encontramos cuando realizamos una búsqueda en una tienda online y, al entrar en otras páginas web, vemos publicidad relacionada con esa búsqueda. En este problema son clave, en gran parte, las cookies de terceros. Es decir, a las cookies generadas por el sitio web que visitas, se añaden otras generadas por un tercero con fines publicitarios o de seguimiento.

Las políticas de cookies

Desde un punto de vista legal, en varios países, como Estados Unidos o en los países miembros de la Unión Europea, se han regulado normativas para regular el uso que hacen las páginas web con las cookies.

En Europa, por ejemplo, el uso de cookies está regulado por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y por la Directiva de privacidad (ePR). Entre otras cosas, obliga a preguntar al usuario si acepta el uso de cookies. En este sentido, las páginas web deben tener una política de cookies, una página que ofrezca información sobre el uso que se hace de las mismas. Aquí tienes un ejemplo de la página oficial del Ministerio del Interior del Gobierno de España.

Si te preocupa el uso que se hace de las cookies en determinado sitio web, deberás buscar si tienen una política de cookies y/o una página de política de privacidad o similar.

* Este post fue publicado originalmente en Blogthinkbig.com