Redes eléctricas de alta tensión

Redes eléctricas de alta tensión

Observatorio de la Energía

Las eléctricas alertan de que España se queda atrás en la hoja de ruta de redes propuesta por Bruselas en su Grid Package

Creen que el modelo español, lastrado por la saturación de la red y la falta de incentivos, supone un paso atrás en la competitividad del país.

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Las claves

Las eléctricas españolas alertan de que España se está quedando rezagada respecto a la hoja de ruta europea para invertir en redes eléctricas.

Critican que el marco regulatorio y la planificación en España no están alineados con las exigencias de Bruselas, lo que frena la atracción de inversión y la implantación de nueva industria.

El 87% de los nudos de la red está saturado y en 2024 solo se aceptó menos del 10% de las solicitudes de conexión, lo que habría frenado inversiones por 332.000 millones de euros.

Las eléctricas advierten que la baja tasa de retribución, los límites históricos a la inversión y una gestión rígida comprometen la competitividad y la electrificación de sectores clave en España.

Las empresas eléctricas españolas consideran que España se está quedando rezagada en la aplicación de la hoja de ruta comunitaria para invertir en redes eléctricas.

Es el llamado 'Paquete de Redes' lanzado por la Comisión Europea para acelerar la electrificación y reforzar la competitividad y la seguridad energética en la Unión Europea, según explican a Europa Press en fuentes del sector.

A su juicio, el modelo regulatorio y de planificación vigente en España "no está alineado" con las exigencias de Bruselas y supone "un freno" a la atracción de inversión y a la implantación de nueva industria.

Estas fuentes subrayan que el documento europeo reclama una planificación centralizada pero flexible, inversiones anticipadas y una gestión ágil de las conexiones a la red.

Y mientras, en España, el proceso de planificación sigue siendo "excesivamente largo y rígido" y el operador del sistema "no ha ejecutado" todas las inversiones previstas.

Además, denuncian la ausencia de un operador independiente y la "escasa coordinación" entre el Gobierno central y las comunidades autónomas.

Esto, a su juicio, genera conflictos de interés y retrasos en proyectos estratégicos.

332.000 millones

Uno de los mayores focos de preocupación es la saturación de la red: de acuerdo con estas fuentes, el 87% de los nudos está ya saturado, lo que dificulta la llegada de nueva industria y condiciona la electrificación de sectores como el transporte o la vivienda.

En 2024, menos del 10% de las solicitudes de conexión a la red de distribución fueron aceptadas, lo que habría dejado sin materializar inversiones por valor de 332.000 millones de euros y retrasado, entre otros ámbitos, el despliegue de puntos de recarga para vehículos eléctricos.

Las mismas fuentes recuerdan que la Comisión Europea insta a revisar las directrices para promover conexiones "más eficientes y rápidas", con criterios anticipatorios que permitan adaptar las redes a la futura demanda.

En cambio, consideran que el marco retributivo propuesto para la distribución eléctrica en España va "en dirección contraria": la tasa de retribución planteada, del 6,58%, se sitúa por debajo de la de otros países europeos como Alemania (7,4%) o Irlanda (8,8%), así como de otros sectores regulados en España, lo que, a su juicio, desincentiva la inversión.

Asimismo, critican que se mantengan límites históricos a la inversión, que se reduzcan los costes reconocidos al suministro y que se introduzca un coste máximo para nuevas conexiones.

Son medidas que, según advierten, dejarán fuera "proyectos estratégicos" y acentuarán la "discriminación territorial y entre consumidores" en función del coste de conexión, en contra del principio de no discriminación que reclama Europa.

Este diseño, añaden, "compromete la calidad del suministro y la capacidad de atraer inversión industrial y empleo".

Otro aspecto que señalan como especialmente preocupante es la orientación del regulador en materia de cadena de valor.

Mientras la Comisión defiende la creación de una plataforma europea para planificar la demanda de equipos y fortalecer una cadena de valor propia en el continente, las fuentes consultadas lamentan que en España se esté impulsando una retribución "low cost" que prioriza el abaratamiento del producto frente a la generación de un efecto tractor industrial.

"Si no se corrige este rumbo, España puede perder una oportunidad histórica para situarse en la vanguardia de la electrificación y quedar en desventaja frente al resto de la Unión Europea", concluyen.