Petróleo de Venezuela.

Petróleo de Venezuela. Invertia

Observatorio de la Energía

Repsol suma medio año sin crudo venezolano por el veto de EEUU y refuerza su colchón ante el riesgo de crédito

Trata de mantener el equilibrio diplomático y dialoga con la Administración Trump para recuperar su deuda pendiente en el país caribeño.

Más información: Imaz (Repsol) se reúne con el secretario de Energía de Estados Unidos, Chris Wright

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Las claves

Repsol lleva medio año sin importar crudo venezolano a España debido a la revocación por parte de Estados Unidos de la licencia para operar con petróleo venezolano.

La compañía ha reforzado sus provisiones financieras, sumando 366 millones de euros en 2025, como medida ante el riesgo de impago y la inestabilidad en Venezuela.

Actualmente, la relación de Repsol con Venezuela se centra en recuperar deuda pendiente, utilizando petróleo como mecanismo de compensación en lugar de pagos en efectivo.

Repsol mantiene un diálogo con autoridades estadounidenses para encontrar soluciones y preservar sus intereses, mientras sigue invirtiendo en activos energéticos y renovables en Estados Unidos.

Hace seis meses que ningún barril de petróleo venezolano cruza el Atlántico rumbo a España. Desde aquel marzo en que llegaron las últimas 296.000 toneladas de crudo, los registros de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES) muestran balances en los que las importaciones desde Venezuela permanecen en cero.

El flujo se interrumpió después de que el Gobierno de Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, revocara este 2025 la licencia que permitía a Repsol operar e importar crudo venezolano dentro del marco de las sanciones internacionales contra el régimen de Nicolás Maduro.

La petrolera había retomado sus operaciones en Venezuela tras seis años de bloqueo histórico, gracias a la flexibilización de sanciones impulsada por la Administración de Joe Biden en 2023. Sin embargo, aquel breve deshielo se cerró con el cambio de rumbo político en Washington. Desde entonces, el bloqueo comercial vuelve a estar activo.

En Venezuela, la actividad de Repsol se ha centrado más en liquidar deudas con la estatal PDVSA que en un negocio regular de importación. El crudo que llegaba a España se utilizaba como mecanismo de compensación. En lugar de recibir pagos en efectivo, la compañía cobraba en especie, enviando petróleo y derivados venezolanos a sus propias refinerías.

Medio año después del nuevo bloqueo, Repsol trata de mantener el equilibrio diplomático y dialoga con la Administración Trump para recuperar su deuda pendiente en el país caribeño.

“Mantenemos un diálogo constructivo y transparente con las autoridades estadounidenses para encontrar un marco estable”, aseguró el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en la presentación de resultados hasta septiembre.

"No voy a decir que la situación esté ok, por las dificultades que en términos políticos está experimentando el país, pero puedo confirmar que mantenemos este diálogo constructivo y transparente con todas las autoridades, incluidas las estadounidenses", dijo.

Mientras tanto, la situación ha dejado huella en las cuentas. En el tercer trimestre de 2025, Repsol registró un resultado específico negativo de 125 millones de euros -ajustes extraordinarios no ligados a la actividad ordinaria-, debido principalmente a provisiones por riesgo de crédito en Venezuela. Sólo entre julio y septiembre, añadió 69 millones más, elevando el total del año a 366 millones.

Estas provisiones actúan como un colchón financiero frente a posibles impagos o pérdidas futuras, como parte de una estrategia prudente de la energética ante la inestabilidad política y económica del país. Repsol mantiene actualmente 303 millones de euros en activos en Venezuela.

La relación energética entre España, Estados Unidos y Venezuela se ha convertido en un juego de equilibrios. Repsol considera a Estados Unidos un mercado estratégico: la compañía cuenta allí con activos de exploración y producción en Texas, Pensilvania, Alaska y el Golfo de México.

Además, cuenta con 1.400 megavatios (MW) de capacidad solar y de almacenamiento en Texas y Nuevo México y más de 20.000 MW en desarrollo en trece estados. También gestiona una red comercial de crudo, gas natural y productos energéticos, emplea a 800 personas y ha invertido más de 24.000 millones de dólares en el país desde 2008.

Por su parte, más allá del petróleo, la actividad de Repsol en Venezuela se remonta a 1993 y se concentra principalmente en la producción de gas en el proyecto Cardón IV, operado al 50% con la italiana Eni.

Este gas es exclusivamente para uso interno en Venezuela y sirve para abastecer a las plantas venezolanas de producción de electricidad. Entre otras cosas, por la falta de disponibilidad de plantas exportadoras de gas en metanero (plantas de licuefacción).