Una instalación de autoconsumo fotovoltaico

Una instalación de autoconsumo fotovoltaico Invertia

Observatorio de la Energía

El autoconsumo no levanta cabeza: los negocios de Acciona, SotySolar, EiDF, Holaluz y Repsol suman otro año en 'rojo'

La persistencia de precios bajos de la luz y la finalización de subvenciones afectaron de manera directa a las cuentas de resultados del sector.

Más información: El borrador de Autoconsumo del Gobierno obligará a llevar un registro administrativo de las instalaciones existentes

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Las claves

El sector del autoconsumo fotovoltaico en España sigue en crisis, registrando pérdidas en empresas como Acciona, SotySolar, EiDF, Holaluz y Solar360 en 2024.

Solideo, filial de Acciona, experimentó pérdidas de 8 millones de euros en 2024 y ejecutó un ERE que afectó a 67 trabajadores, mientras busca reorientar su modelo hacia el segmento industrial.

SotySolar y Solar360 acumulan pérdidas por tercer año consecutivo, con 5,6 y 6 millones de euros respectivamente, pese a inyecciones de capital y respaldo de socios.

EiDF y Holaluz enfrentan turbulencias financieras y directivas, con EiDF registrando pérdidas de 48 millones de euros y Holaluz con 31 millones, además de polémicas internas y reestructuraciones.

El autoconsumo fotovoltaico no logra levantar cabeza. Tras el boom que registró este mercado durante la crisis energética que disparó los precios de la luz, algunas de las compañías más emblemáticas del sector -ya sea por la explosión de clientes que experimentaron o por pertenecer a grandes corporaciones y fondos de inversión- afrontan otro año en rojo.

Empresas como Solideo (adquirida por Acciona en 2023), Solar 360 (joint venture de Repsol y Telefónica creada en 2022), SotySolar (gestionada por el fondo europeo Marguerite), la controvertida EiDF y el ex-baluarte catalán Holaluz se han vuelto a enfrentar a pérdidas en 2024.

Un ejercicio marcado por recortes de plantilla, inyecciones de capital o reorganizaciones internas en un sector que encadena ya tres años de contracción.

La reorganización de Solideo

Solideo, la filial de Acciona, volvió a verse un ejercicio más arrastrada por la tormenta del sector. Según las cuentas presentadas en el Registro Mercantil, la compañía cerró 2024 con 8 millones de euros de pérdidas, aunque logró mejorar respecto a 2023, cuando los números rojos alcanzaron los 11,7 millones.

El 28 de noviembre del pasado año, Solideo se vio obligada a ejecutar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a 67 trabajadores, casi la mitad de la plantilla.

Las indemnizaciones sumaron 493.554 euros, y además, Acciona tuvo que aportar 5,4 millones de euros en fondos propios para financiar las pérdidas y recomponer el equilibrio patrimonial, sumándose a los 13,4 millones aportados en 2023.

Adicionalmente, en diciembre, la compañía llevó a cabo una "reducción de la flota de vehículos y oficinas".

El propósito de esta reorganización de recursos es el de mirar a "proyectos de mayor escala, con foco en eficiencia operativa y rentabilidad", según recogen las cuentas oficiales.

Así, Solideo ha reorientado su modelo "hacia el segmento industrial y de pymes", reforzando "su oferta de soluciones fotovoltaicas de alto valor, a través de PPA on-site [contratos a largo plazo para que una empresa consuma energía solar generada en sus propias instalaciones] y el desarrollo de comunidades solares", añade en su informe anual.

La liquidez de SotySolar

SotySolar volvió a teñirse de rojo por tercer año consecutivo. La compañía, que vivió un fuerte impulso tras ser adquirida por el fondo español Plenium Partners, sufrió otro golpe financiero en 2024, después de que en 2023 el fondo luxemburgués Marguerite comprara la participación mayoritaria que Plenium tenía en la empresa.

El ejercicio pasado, la compañía cerró con pérdidas de 5,6 millones de euros, aunque logró reducir los números rojos respecto a los 6,8 millones de 2023.

Según el plan de negocio de SotySolar, “los administradores también estiman que la sociedad incurrirá en pérdidas durante el próximo ejercicio [2025], lo que podría llegar a provocar tensiones de liquidez en el corto plazo”, advierten en sus cuentas.

Aun así, "los administradores han elaborado las cuentas bajo el principio de empresa en funcionamiento", confiando en la caja disponible, en líneas de financiación pendientes y en el apoyo de sus socios, lo que permitirá a la compañía "atender sus obligaciones de pago corriente".

La empresa de Repsol y Telefónica

Solar360, la empresa conjunta de Repsol y Telefónica, cerró 2024 con pérdidas de 6 millones de euros, frente a los 7 millones del año anterior, acumulando así tres ejercicios consecutivos en rojo desde su creación.

Durante 2024, la persistencia de precios bajos de la energía y la finalización de subvenciones europeas afectaron de manera directa a la cuenta de resultados de la joint venture.

En enero de 2025, en una junta general extraordinaria y universal de socios, se aprobó una aportación de 3 millones de euros a los fondos propios de la sociedad, que se suma a los 7,2 millones inyectados en 2023.

Pese a las pérdidas, Repsol y Telefónica han expresado su compromiso de dar a Solar360 “respaldo financiero y patrimonial para mantener el desarrollo normal del negocio, cumplir con los compromisos en los plazos establecidos y llevar a cabo las inversiones y acciones contempladas en el plan de negocio”, según consta en el informe.

La nueva directiva de EiDF

EiDF, que fue líder en autoconsumo industrial durante los años del boom, volvió a registrar importantes pérdidas en 2024. El grupo cerró el ejercicio con un resultado consolidado negativo de 48 millones de euros, frente a los 32 millones de 2023, acumulando así tres ejercicios consecutivos en números rojos.

El historial reciente de EiDF es convulso: en 2023 registró pérdidas de 32 millones, casi ocho veces superiores a los 4 millones de 2022, año marcado por un escándalo de ocultación de información, choques con el auditor y manipulación de mercado.

La polémica derivó en varias multas por parte de la CNMC al fundador y expresidente de la compañía, Fernando Romero, que abandonó EiDF en 2024.

Durante el pasado ejercicio, el grupo implantó nuevas políticas de control financiero y buen gobierno. También reformó su estructura directiva y accionarial: incorporó a Azahar Inversiones Capital y nombró a Eduard Romeu como presidente, en un movimiento que busca estabilizar la compañía tras años turbulentos.

La reestructuración de Holaluz

Holaluz cerró 2024 con pérdidas de 31 millones de euros, frente a los 26 millones de 2023, acumulando cuatro ejercicios consecutivos en números rojos y coronando su año más convulso.

En junio, la compañía logró la homologación judicial de su plan de reestructuración de deuda, pactado con la banca, un paso clave para intentar estabilizar sus finanzas.

Holaluz también ha estado marcada por polémicas en los últimos dos años, principalmente relacionadas con problemas financieros y la pérdida masiva de clientes.

La tensión también se trasladó al accionariado: se produjo una fuerte batalla entre los principales socios, con expulsión de consejeros y amenazas judiciales. A esto se sumaron recortes de plantilla y retirada de previsiones de negocio, aumentando la incertidumbre sobre el futuro de la compañía.