Oscilaciones del mercado eléctrico.

Oscilaciones del mercado eléctrico. Invertia

Observatorio de la Energía

El informe europeo sobre el apagón apunta a la desconexión de autoconsumos de menos de 1 MW como una de las causas

"El problema es el control del voltaje, no depende de las renovables, sino de quién lo controla, y es una responsabilidad local", dice Entso-e.

Más información: Los investigadores de la UE concluyen que el apagón de España "no tiene precedentes" y evitan señalar responsables

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Aún no se puede hablar del último informe sobre el apagón de España del pasado 28 de abril. El esperadísimo de Entso-e (la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad) sólo es el preámbulo de otro -esperemos que ya sí sea el definitivo- que se hará público en el primer trimestre de 2026.

Sin embargo, se pueden extraer algunas conclusiones interesantes de sus más de 260 páginas. Una de ellas es que a partir de las 12:32:00 de aquel fatídico día, se produjeron varios cortes de suministro importantes.

Previamente se había dado una desconexión de pequeños generadores integrados de menos de 1 MW (principalmente fotovoltaicos sobre tejado), es decir, de instalaciones de autoconsumo

Este dato es importante porque, según el informe de los reguladores europeos, "entre las 12:32:00 y las 12:32:57:00, se registró una pérdida de 208 MW en generadores eólicos y solares distribuidos en el norte y sur de España, así como un aumento de la carga neta en las redes de distribución de aproximadamente 317 MW", como consecuencia de la desconexión de esas instalaciones de autoconsumo.

En concreto señala que "a las 12:32:00, la tensión comenzó a aumentar rápidamente, posiblemente también debido a la desconexión progresiva, entre las 12:32:00 y las 12:32:55, de 208 MW de generación eólica y solar conectados a las redes de distribución".

A esto se juntó "un aumento de 317 MW en la carga neta que no se puede identificar directamente, pero que posiblemente se deba a la generación fotovoltaica en tejados (desconexión total de aproximadamente 525 MW)".

Pero este hecho no hubiera tenido ninguna relevancia si hubiera habido "una compensación adecuada de la pérdida de potencia reactiva por parte de otros recursos del sistema con capacidad para inyectar/absorber potencia reactiva".

Representación temporal y espacial de los eventos en el sistema eléctrico español y portugués

Representación temporal y espacial de los eventos en el sistema eléctrico español y portugués Entso-e

No la hubo. Y por tanto, las desconexiones de estas unidades provocaron un aumento de la tensión en el sistema, no solo en España, sino también en Portugal, y se produjo una falta de control de voltaje. A continuación, vino lo que todos conocemos: una caída en cascada del sistema eléctrico.

"La tecnología reactiva no fue suficiente aquel día, pero el problema fue el control del voltaje, y por tanto no depende de las renovables, sino del control de ese voltaje", ha dicho en rueda de prensa Damián Cortina, presidente del Consejo de Administración de ENTSO-E y alto ejecutivo de RTE de Francia.

Nadie vio el voltaje

El panel de expertos de Entso-e aún no puede explicar cómo más de 2 GW de energías renovables desaparecieron en el apagón del 28 de abril en España, algunos antes de que se cruzaran los límites de voltaje.

Pero a las 12:32, los operadores habían desconectado más de 20 reactores de derivación y reconectado más de 30 líneas para amortiguar la oscilación de 0,63 Hz de la mañana.

El Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas, señala a Red Eléctrica "sin contemplaciones" porque básicamente "la programación de generación síncrona fue muy insuficiente".

E incluso, según dijeron los autores de ese informe, "las maniobras de Red Eléctrica en las líneas eléctricas, lejos de ayudar, empeoraron y llevaron el sistema al punto de no retorno".

"La amortiguación aumentó, pero también se redujo la impedancia de la red y se eliminó la capacidad de disipación de potencia reactiva", dice el documento de Entso-e, por su parte. En otras palabras, "la sensibilidad al voltaje aumentó sin ser vista y la siguiente perturbación de la red no tenía dónde esconderse", explica Dízar Al Kez, investigador asociado de MIET Net Zero Infrastructure.

Con todo, Cortinas también sostiene que ni la creciente dependencia de España de las energías renovables ni las limitadas interconexiones eléctricas del país con otros países habían influido en ese apagón.

Posicionamiento de la industria

Con estos resultados, la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha salido al paso para destacar que el informe no responsabiliza a las renovables ni a un exceso de estas del incidente.

El documento, dicen, no identifica problemas de inercia durante la jornada del 28 de abril, pero sí señala unos relevantes problemas para controlar la tensión del sistema eléctrico.

Destaca que los mecanismos de control de tensión existentes no fueron capaces de controlar las variaciones de tensión durante el 28 de abril.

Por tanto, para UNEF, "en esos mecanismos de control de la tensión, las energías renovables no pudieron participar para ayudar a estabilizar la red, como venían solicitando desde años, debido a que el procedimiento de operación por el que se regula ese mecanismo no estaba actualizado".

Según una encuesta de CAAD (Climate Action Against Disinformation), realizada en España y Reino Unido (1.200 personas en cada país) en julio de este año, señala que el 70% de los españoles creyeron al menos una narrativa falsa sobre la causa del gran apagón.

El mito más común, que culpa a la “dependencia excesiva de las energías renovables”, fue la más frecuente. Otras afirmaciones falsas estuvieron relacionadas con ciberataques, anomalías atmosféricas o experimentos gubernamentales.

Según T&E (Transport & Environment), “a largo plazo deberían explorarse alternativas a la mayor inversión en infraestructura de redes que aporten fiabilidad a la red eléctrica y contribuyan a reducir nuestra dependencia energética, como la flexibilidad limpia".

Como por ejemplo, "agregar al sistema eléctrico las baterías de los vehículos eléctricos para proporcionar algunos servicios auxiliares a la red, reduciendo la necesidad de almacenamiento estacionario en batería”.