Una factura de la luz junto a varias monedas.

Una factura de la luz junto a varias monedas. iStock

Observatorio de la Energía

Se disparan las bajas de las comercializadoras de luz: por primera vez en 10 años cierran más de las que se crean

Hoy operan en España 555 comercializadoras reales, es decir, con alta vigente y sin fecha de cese. El resto, o ya ha desaparecido, o tiene su salida anunciada.

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Si hace cuatro años la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania causó una auténtica sangría en el mercado de las comercializadoras de electricidad en España, este 2025 está siendo aún peor y ya se ha superado el número de bajas.

Tanto es así que 2025, por primera vez, será "el año en el que el número de bajas superará al de altas", señala a EL ESPAÑOL-Invertia Aníbal Martín Rolla, CEO y fundador de Febo Energía, una consultora con sede en Barcelona que asesora a comercializadoras, generadores y consumidor final.

"No se trata de una anomalía estadística, sino del resultado acumulado de modelos de negocio inviables, una regulación más exigente y un entorno de mercado que ya no tolera la improvisación", señala el experto.

Es un sector que está atravesando un punto de inflexión estructural desde que culminó la liberalización total del sector eléctrico en 2009 y se abrió a nueva competencia la contratación de la factura de la luz. Ha llegado a tener casi 900 inscripciones en el registro de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Ahora está a casi la mitad.

Hoy operan en España 555 comercializadoras reales, es decir, con alta vigente y sin fecha de cese. El resto, o ya ha desaparecido, o tiene su salida anunciada. "Este proceso no es una crisis, sino una maduración necesaria", incide Martín Rolla.

Altas y bajas de comercializadoras eléctricas en España (2016-2025)

Altas y bajas de comercializadoras eléctricas en España (2016-2025) Febo Energía

Aun así, todavía el 75% del mercado se lo reparten las cinco grandes eléctricas, Iberdrola (33%), Endesa (28%), Naturgy (8%), Repsol (2,14%) y TotalEnergies (3%), por número de clientes contratados.

Se puede arrancar con el negocio si se cuenta con un importe mínimo de garantía o con una financiación mínima de 10.000 euros y la rentabilidad ronda de entre 6% y el 14%, "pero hay que contar con suficiente cash flow para cubrir el coste de comprar electricidad en el mercado durante 6 u 8 semanas antes de poder facturar a los clientes".

Eliminación por la CNMC

"El sector comienza a depurarse con una intensidad que no se había visto hasta ahora, la CNMC y el Ministerio para la Transición Ecológica han endurecido los controles sobre la actividad real de las comercializadoras", continúa explicando Martín Rolla a este diario.

Y se espera que vaya a más con la extinción de la habilitación para actuar como comercializador en un plazo de seis meses.

Así lo dice el artículo 16 del proyecto de Real Decreto del reglamento de suministro y contratación de comercialización de electricidad, que contempla dicha extinción "si en el plazo de seis meses contados desde la fecha de comunicación de inicio de la actividad de comercialización, la empresa no hubiera hecho uso efectivo y real de la misma ejerciendo la actividad de comercialización y, por tanto, no hubiera adquirido energía en el mercado de producción".

"Muchas de las empresas que entraron en los últimos años lo hicieron sin coberturas reales en el mercado mayorista, con estructuras de precios basadas en márgenes insostenibles y una dependencia excesiva de redes comerciales a las que se pagaban comisiones desproporcionadas", explica el directivo de Febo Energía.

"Cuando la volatilidad de precios se normalizó tras la crisis energética y los diferenciales de margen se estrecharon, esas compañías no tenían capacidad técnica ni financiera para operar con rentabilidad", añade.

"Y ya las empresas fantasma (aquellas que nunca han facturado un solo kWh) están siendo dadas de baja de oficio, muchas de ellas con fechas programadas en 2025", concluye.

Operación reforzada de REE

Y para poner la guinda, la 'operación reforzada' de REE (Red Eléctrica) después del apagón les ha incrementado los costes, obligando a estas empresas a esforzarse para tener más capacidad financiera.

Ya no basta con estar inscrito en el registro. "Se exige operatividad efectiva, cumplimiento de obligaciones de suministro, solvencia técnica y transparencia en la gestión del cliente", dice el responsable de Febo Energía.

Antes del apagón, las restricciones técnicas suponían un extra de unos 5 euros/MWh, pero ahora "ha subido a 35 euros/MWh, y eso sólo lo pueden aguantar quienes tengan músculo financiero o quienes lo puedan trasladar a sus clientes".

En el caso de los contratos indexados, la subida de precio se transmite automáticamente, "perjudica el cash flow y las quejas de los clientes". Pero el problema son los contratos fijos. Ahí, señala Martín Rolla, hay dos opciones.

"Se les envía una carta a los usuarios y se les ofrece cambiarse de compañía o cambiarse a un producto indexado, con una cláusula adicional que ofrece la posibilidad de decidir durante 15 días si quiere continuar bajo esas nuevas condiciones", explica.

En definitiva, en su opinión, "el mercado se está quedando con quienes tienen un modelo sólido, capacidad de gestión de riesgo y compromiso real con el cliente". "El resto, simplemente, no tiene cabida en un sector que ya no perdona la falta de preparación", concluye.